Aug 23, 2024 
Para los veganos y otras personas que cuestionan la industria ganadera, cuidar de un animal carnívoro supone un serio dilema moral. Algunos dicen que la comida vegana para gatos es una solución ética, pero ¿es justo alimentar a un carnívoro con una dieta basada en plantas?
En lugar de recurrir al argumento trillado de que la comida vegana para gatos es abusiva, decidí dar una respuesta mejor. Quería saber la verdad sobre la comida vegana para gatos.
Para responder a las preguntas que se hacen los dueños de gatos veganos, traté de entender su forma de pensar. Vi What the Health, pasé horas leyendo hilos de comentarios en sitios veganos, hablé por teléfono con un representante de Evolution, intercambié correos electrónicos con veganos éticos que tienen gatos y estudié el conjunto de investigaciones sobre alimentos veganos y vegetarianos para mascotas.
Esto es lo que aprendí.
Cada año se matan más de 70 mil millones de animales terrestres para obtener alimentos, es decir, más de nueve animales por cada ser humano del planeta. Esa cifra no incluye los miles de millones de peces que se capturan en los océanos y granjas del planeta. En Estados Unidos, los perros y gatos representan aproximadamente el 25 % de la producción animal del país, lo que contribuye al uso de tierra, combustible y agua del país, al mismo tiempo que contribuyen al aumento en las emisiones de dióxido de carbono.
Para algunos dueños de gatos, esto significa que cada comida tradicional a base de carne para gatos entraña un dilema moral. Los gatos son carnívoros naturales, pero ser un carnívoro domesticado significa contribuir a la matanza industrial masiva. Sin embargo, quitarle a un carnívoro la capacidad de comer carne también es opresivo.
¿Pueden los gatos ser veganos o vegetarianos?
Hasta que el primer gato decida rechazar su naturaleza carnívora, no. Los gatos no pueden ser veganos.
Y aunque los gatos pueden prosperar con dietas vegetales adecuadamente suplementadas, y de hecho lo hacen, eso no cambia el hecho de que son carnívoros.
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La evidencia de la necesidad felina de carne es evidente en casi todos los aspectos de su fisiología.
Las mandíbulas de los gatos están optimizadas para carne y huesos, no para plantas.
En lugar de mover sus mandíbulas hacia arriba, hacia abajo y de lado a lado, los gatos solo pueden hacer un movimiento de arriba hacia abajo. Sus poderosas mandíbulas y afilados dientes son perfectos para desgarrar carne y triturar huesos, pero no están diseñados para los alimentos que requieren ser masticados.
Además, los gatos no producen amilasa salival, una enzima digestiva secretada en la saliva y utilizada para descomponer los almidones.
En comparación con los no carnívoros, los gatos tienen una proporción cuerpo-tracto digestivo baja.
Como la vegetación es difícil de digerir, los animales herbívoros tienen procesos digestivos complejos, impulsados por la fermentación. En cambio, los carnívoros tienen sistemas digestivos cortos y simples. Los alimentos se desplazan rápidamente por el tracto gastrointestinal de un carnívoro y, debido a su bajo contenido de fibra, sufren una fermentación mínima.
El tracto digestivo de una vaca es aproximadamente 30 veces más largo que su cuerpo. El de un ser humano es aproximadamente 10 veces más largo que su cuerpo. El tracto digestivo de un perro es aproximadamente seis veces más largo que su cuerpo. La proporción entre el cuerpo y el tracto digestivo de un gato es de aproximadamente 1:4, una de las más bajas del mundo animal y acorde con su condición de verdaderos carnívoros.
Los gatos necesitan ciertos nutrientes que sólo se encuentran de forma natural en la carne cruda.
Taurina
En comparación con los animales no carnívoros, los gatos tienen un alto requerimiento de proteínas. Como bien sabe cualquier vegano, la carne está lejos de ser la única fuente de proteínas. Pero recuerda que no todas las proteínas son iguales. Las proteínas están compuestas de aminoácidos, cada uno de los cuales tiene características únicas y se metabolizan de manera diferente.
Los gatos necesitan una variedad de aminoácidos, incluido el ácido sulfónico taurina. A diferencia de los perros y las personas, que pueden sintetizar taurina a partir del aminoácido de origen vegetal cisteína, los gatos necesitan taurina preformada. En la naturaleza, la taurina se encuentra en la carne cruda, especialmente en los órganos crudos.
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Debido a que parte de la taurina se destruye durante la cocción, los alimentos para gatos a base de carne se complementan con taurina, pero los alimentos a base de plantas dependen completamente de versiones sintéticas del aminoácido.
Ácido araquidónico
Los gatos necesitan grandes cantidades de ácido araquidónico, un ácido graso que solo está presente en la grasa animal. Este ácido graso favorece el sistema inmunitario, la piel, el pelaje, la digestión y la salud reproductiva. Las plantas simplemente no producen ácido araquidónico. En cambio, los alimentos veganos deben contener una variedad sintética de ácido araquidónico.
EPA y DHA
Tanto las plantas como los animales contienen ácidos grasos omega-3, un grupo de grasas con la capacidad de reducir los triglicéridos, mejorar la salud de las articulaciones, reducir la inflamación y ayudar al desarrollo del cerebro y los ojos.
Aunque tanto las plantas como los animales contienen omega-3, las plantas contienen principalmente ALA (ácido alfa-linolénico), que los gatos no pueden utilizar. Las fuentes de ALA incluyen semillas de lino, aceite de soja, semillas de chía y tofu. Debido a que sus cuerpos carecen de las vías metabólicas para convertir ALA en EPA y DHA, los gatos los necesitan en su estado preformado. El EPA y el DHA preformados están presentes en el salmón, la lubina, el krill y otros animales marinos, además de algunas variedades de algas.
Vitamina A
Mientras que los animales omnívoros y herbívoros pueden biosintetizar la vitamina A a partir de los carotenoides presentes en las plantas, los gatos necesitan vitamina A preformada procedente de la carne animal. Si no pueden obtenerla de ingredientes animales, es necesaria una forma sintética de vitamina A.
El metabolismo felino está optimizado para la gluconeogénesis.
Aunque los gatos pueden metabolizar los carbohidratos, tienen ciertas limitaciones metabólicas como carnívoros obligados. Metabólicamente, un gato sano es un poco como una persona con diabetes. Los gatos carecen de la vía de la glucoquinasa hepática, lo que provocaría diabetes en un animal no carnívoro. Los gatos sanos también muestran cierta resistencia a la insulina, un factor de riesgo de diabetes en animales no carnívoros.
En lugar de utilizar carbohidratos, los gatos sintetizan principalmente glucosa a partir de proteínas mediante la gluconeogénesis hepática. Si no satisfacen sus elevadas necesidades proteicas (aproximadamente dos o tres veces superiores a las de un perro normal), los gatos utilizarán los aminoácidos de sus propios músculos.
Para evitar el desgaste muscular y el deterioro general, los gatos necesitan al menos 2.3 gramos de proteína por cada libra de peso corporal. Si bien pueden obtener esta proteína de fuentes vegetales, estas no les proporcionarán el perfil de aminoácidos que necesitan.
¿Es segura la comida vegana para gatos?
Después de haber aprendido todo lo anterior sobre las necesidades dietéticas de los felinos, queda claro que la comida vegana para gatos no es natural. Pero, ¿es segura? Repasemos las investigaciones.
Un estudio realizado en 2015 concluyó que, de 24 alimentos vegetarianos enlatados y secos para perros y gatos, el 25 % no cumplía con los requisitos nutricionales mínimos de la AAFCO para alimentos para mascotas. Cuando se les preguntó si podían proporcionar evidencia que verificara la idoneidad nutricional de sus productos, cinco de las doce empresas no respondieron.
Los encuestados que sí lo hicieron dieron respuestas variadas. Si bien todos dijeron que la integridad nutricional de sus alimentos había sido verificada mediante pruebas independientes, ninguno de ellos proporcionó detalles ni los resultados de esas pruebas de laboratorio independientes.
Estudios de alimentación
En un estudio, un grupo de quince gatos comió dietas veganas durante períodos que iban desde seis meses hasta más de seis años. Según los análisis de sangre y los exámenes clínicos, casi todos parecían saludables y felices, aunque algunos estaban asustados o agresivos. Eso es de esperar: a algunos gatos simplemente no les gusta ir al veterinario.
Los resultados de los análisis de sangre fueron normales en la mayoría de las áreas, pero los gatos tenían valores de ácido fólico significativamente más bajos en comparación con los gatos que consumían una dieta carnívora. Ninguno de ellos tenía niveles de proteína, hierro o vitamina B12 por debajo de lo normal.
Otro estudio realizado en 2006 siguió la salud de 34 gatos alimentados con alimentos vegetarianos durante al menos un año. Los investigadores midieron los niveles de taurina y vitamina B12 en sangre de 17 de los gatos vegetarianos y descubrieron que la mayoría de los gatos tenían niveles normales de ambas. Los tres gatos con niveles anormales se habían mantenido parcialmente a base de restos de comida además de su dieta basada en plantas.
La comida vegana para gatos tiende a ser alcalina, lo que aumenta el riesgo de que tu gato sufra enfermedades del tracto urinario.
En comparación con la carne, las plantas son alcalinas, lo que contribuye a que el pH del tracto urinario sea excesivamente alto. Un entorno alcalino favorece la proliferación de bacterias, lo que aumenta las posibilidades de que tu gato desarrolle infecciones del tracto urinario. Un pH urinario alcalino también favorece el desarrollo de cristales de estruvita.
Aunque parezca nutricionalmente completo y equilibrado, alimentar a tu gato con comida vegana exige una gran fe en la capacidad humana para analizar la nutrición.
Cuanto más nos alejamos de la dieta natural de un gato, más tenemos que confiar en la inteligencia humana para que la comida sea nutricionalmente completa y equilibrada. Una dieta a base de musarañas, ratones, pájaros, lagartijas e insectos prácticamente no requiere ningún suplemento nutricional. Las dietas caseras crudas necesitan un pequeño refuerzo de aditivos sintéticos. La mayoría de los alimentos cocinados requieren una cantidad moderada. La comida vegana para gatos obtiene su adecuación nutricional casi por completo de aditivos sintéticos.
La comida vegana para gatos está tan alejada de la dieta apropiada para un carnívoro que es como si vivieras a base de lechuga espolvoreada con vitaminas, minerales y aminoácidos sintéticos.
La Dra. Jennifer Coates afirma: “Si bien es posible que un nutricionista veterinario diseñe una receta “vegana” para gatos que no provoque enfermedades, tendría que contener grandes cantidades de suplementos nutricionales, algunos de los cuales probablemente tendrían origen animal, lo que plantea la cuestión de si esa dieta sería verdaderamente vegana. Aún más importante, el objetivo de alimentar a las mascotas no es simplemente evitar enfermedades relacionadas con la dieta, sino promover una salud y un bienestar óptimos. Sinceramente, dudo que esto sea posible con la comida vegana para gatos”.
Incluso si crees que las personas son capaces de reproducir los matices de la comida natural, la selección actual de alimentos veganos es muy variada y difícil de evaluar. Cada dieta vegana es ligeramente diferente (algunas no contienen nutrientes esenciales) y hay pocas investigaciones sobre cada uno de estos productos.
¿Una dieta basada en plantas versus una dieta de carne, órganos y huesos?
Si dejaran suelto a tu gato en un campo de maíz, soja y zanahorias, ¿saldría corriendo y empezaría a sacar zanahorias de la tierra y a usar sus poderosas mandíbulas para arrancar los granos de maíz de la mazorca? Ahora imagina que ese campo estuviera lleno de ratones, topillos y pájaros. ¿Crees que tu gato mostraría un poco más de interés?
En un artículo publicado en el blog Food Revolution Network, Ocean Robbins comparte una anécdota sobre su intento de convertir a sus gatos de la infancia, Brownie y Princess, a una dieta basada en plantas. Después de tres días de rechazar comidas preparadas con garbanzos, calabacín, arroz y levadura tostada, los gatitos tomaron cartas en el asunto y atraparon un conejo para desayunar.
Ocean concluye: “Nos rendimos. Los gatos ganaron. Y desde ese día hasta el final de sus más de 15 años de vida, cada uno recibió su ración de comida orgánica para gatos a base de carne”.
En conclusión, puedes alimentar a tu gato con una dieta vegana, pero con un coste.
La historia de Ocean me hace recordar un punto que no dejaba de resonar en mi cabeza mientras investigaba el mundo de la comida vegana para gatos. La comida vegana para gatos no es natural. No es normal. Los gatos siempre querrán matar y comer a otros animales. Y, sin embargo, nuestros gatos no son naturales.
No hay nada en su existencia que lo sea. Los gatos domésticos viven en hogares humanos, obtienen ventajas creadas por los humanos sobre otros animales y contribuyen a un sistema de explotación creado por los humanos. Y no, la comida común y corriente para gatos no vegana no es mucho más natural que una dieta basada en plantas.
Los gatos no comen carne de res, pollo, pavo ni atún en la naturaleza, pero son la base de la mayoría de los alimentos para gatos. Así como los alimentos veganos requieren una gran cantidad de suplementos para proporcionar la nutrición que necesitan los gatos, también lo hacen los alimentos cocidos para gatos. Y la mayoría de los alimentos secos no veganos están repletos de maíz, trigo y soja.
Si eres alguien que quiere hacer lo mejor para los animales (todos los animales, incluidas las mascotas carnívoras), entonces tienes que encontrar un punto medio.
No es perfecto, pero la comida casera para gatos puede ser una alternativa ética tanto a la comida vegana para gatos como a la comida comercial tradicional. Si lo haces bien, es posible que puedas preparar tu propia comida para gatos sin contribuir a la industria de la carne y los productos lácteos.
Es más fácil controlar el abastecimiento y garantizar que los ingredientes cárnicos sean de origen ético si tú mismo te encargas de la obtención de los alimentos y elaboras tu propia comida para gatos. Según tu postura sobre el consumo de carne, el abastecimiento ético de carne puede implicar compartirla con cazadores, recuperar carne que de otro modo se desperdiciaría o incluso permitir que tu gato cace por su cuenta.
Por supuesto, esto no es una solución completa al dilema del dueño de gatos vegano. Durante mi investigación, se hizo evidente que la única manera moralmente coherente de resolver este problema es poner fin a la institución de la tenencia de gatos. Pero eso no es realista. Si tienes un gato en tu casa ahora mismo, tendrás que tomar una decisión.
Sólo tienes dos opciones. Una es faltarle el respeto a las necesidades y deseos de tu gato alimentándolo con una dieta que solo tiene sentido moral para ti y quizás para otros animales, pero que es totalmente antinatural para un carnívoro. La otra es, aunque sea de manera indirecta, matar a Peter el pollo para alimentar a Paul el gato.
