Amantadina para gatos: dosis, seguridad y efectos secundarios

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Gato mirando el envase de la medicina

La amantadina es un fármaco que a veces se emplea como complemento para controlar el dolor en perros y gatos. Aquí descubrirás cómo actúa, en qué situaciones se utiliza con mayor frecuencia en medicina veterinaria, qué efectos secundarios podrían presentarse y algunas preguntas comunes que suelen surgir.

Descripción general de la amantadina para gatos

Tipo de medicamento:
Analgésicos antagonistas de NMDA
Forma:
Comprimidos y solución oral
¿Se requiere receta médica?:
¿Aprobado por la FDA?:
No
Nombres de marca:
Simetría
Nombres comunes:
Amantadina
Dosis disponibles:
Nota: Las dosis disponibles de amantadina en comprimidos son demasiado grandes para los gatos y el líquido no es agradable al paladar. Las formas de liberación prolongada no se han estudiado en pacientes animales. Lo más habitual es que este medicamento se prepare de forma que la dosificación sea segura y agradable al paladar. Comprimidos y cápsulas: 100 mg. Solución oral/jarabe: 10 mg/ml en 480 ml.

Acerca de la amantadina para gatos

La amantadina se clasifica como un antiviral y en algunos casos se usa con ese propósito, pero en medicina veterinaria su función principal es como complemento para apoyar el control del dolor, gracias a su acción como antagonista de los receptores NMDA.

Por sí sola, no resulta especialmente eficaz para aliviar el dolor. Suele administrarse junto con analgésicos principales, como opioides o antiinflamatorios, ya sean esteroides o no esteroideos (AINEs).

Su utilidad se ha observado sobre todo en casos de dolor crónico, más que en episodios agudos. Algunos ejemplos incluyen molestias persistentes por osteoartritis, enfermedades de los discos intervertebrales (dolor en la espalda o médula espinal) o trastornos relacionados con dolor neuropático continuo.

¿Qué hace la amantadina en los gatos?

La amantadina tiene la capacidad de unirse a un receptor del organismo llamado NMDA (N-metil-D-aspartato). Cuando neurotransmisores como el glutamato o el aspartato se fijan a este receptor, pueden intensificar o prolongar el dolor crónico. Al ocupar ese sitio, la amantadina impide que dichos transmisores mantengan activa la señal del dolor, lo que contribuye a disminuir su persistencia.

Existen muchos otros receptores involucrados en la percepción del dolor, y hay medicamentos más eficaces para tratarlo de forma inicial, sobre todo cuando es agudo o de corta duración. Por eso, la amantadina se considera principalmente como apoyo, en combinación con otras terapias más directas.

En cuanto a su función antiviral, sus aplicaciones son bastante limitadas y no tiene efecto sobre los virus que suelen afectar a los gatos, por lo que rara vez se emplea con ese fin en medicina veterinaria.

Efectos secundarios de la amantadina en gatos

Gato sentado con los ojos cerrados, siendo acariciado

Los efectos secundarios suelen presentarse al inicio del tratamiento y tienden a disminuir con el tiempo. Si notas que los signos se intensifican o no desaparecen, consulta al veterinario.

Algunos efectos secundarios leves y comunes pueden aparecer cuando se administra amantadina bajo prescripción en gatos. Entre ellos se encuentran molestias gastrointestinales (heces blandas o diarrea) y cambios en el comportamiento, como agitación o ansiedad. Estos signos suelen manifestarse al inicio del tratamiento y tienden a disminuir con el tiempo. Si se intensifican o persisten más allá de una o dos semanas, es importante hablar con el veterinario para evaluar si se debe continuar con el medicamento.

En casos de sobredosis, pueden presentarse efectos más graves, como temblores, ansiedad intensa, ataxia (falta de coordinación al moverse), inquietud, sequedad bucal, salivación excesiva o vómito. En humanos se han reportado arritmias, convulsiones, insuficiencia renal y dificultad respiratoria ante una sobredosis.

La amantadina tiene un margen de dosificación muy estrecho en animales, por lo que debe administrarse con extrema precisión. Una dosis tóxica para un gato promedio de 4.5 kg puede alcanzarse con unos 130 mg, y podrían observarse cambios de comportamiento con solo la mitad. Es decir, la ingestión accidental de una sola cápsula o tableta de 100 mg podría causar síntomas preocupantes que requieran atención veterinaria inmediata.

Por este riesgo y debido a los efectos graves que puede provocar si no se usa correctamente, ante cualquier sospecha de sobredosis o reacción adversa es recomendable contactar a un toxicólogo veterinario a través del ASPCA Animal Poison Control (1-888-426-4435) o del Pet Poison Helpline (1-855-764-7661). Se cobra una tarifa, pero tu veterinario probablemente necesitará el apoyo del toxicólogo para definir el tratamiento adecuado.

Dosis de amantadina para gatos

Dado que la amantadina tiene un margen de dosificación muy reducido, solo debe ser recetada y dosificada por el veterinario, según lo considere adecuado.

Las cápsulas de 100 mg utilizadas en humanos suelen ser demasiado grandes para administrarse de forma segura en animales. Aunque la solución oral genérica permite ajustar mejor la dosis, se sabe que tiene un sabor sumamente desagradable, lo que complica mucho su administración en gatos y, por lo tanto, reduce su eficacia.

Por estas razones, lo más habitual es que la amantadina se solicite a través de una farmacia de formulación personalizada. Esto permite ajustar la dosis con mayor precisión y seguridad, además de añadir saborizantes que facilitan su aceptación.

Conclusión

Gato mordiéndose el dedo

A veces, los gatos muerden o muestran conductas agresivas porque sienten dolor.

La amantadina puede desempeñar un papel importante en el manejo de ciertas condiciones de dolor crónico en gatos. Aun así, no suele ser la mejor opción inicial ni debe utilizarse como único tratamiento. Debido a su margen tan estrecho de dosificación y seguridad, solo debe administrarse bajo supervisión y prescripción directa del veterinario.

Si crees que tu gato presenta signos de dolor crónico o dolor que reaparece pese al tratamiento, habla con el veterinario para valorar si la amantadina podría ser una alternativa adecuada.

Aviso sobre la dosificación de medicamentos: Solo podemos proporcionar información de dosis para medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para uso en gatos, y únicamente siguiendo las indicaciones de la etiqueta. En el caso de medicamentos de uso extralabel, únicamente ofrecemos información general sobre su uso y seguridad. La dosificación segura y adecuada de estos fármacos solo puede establecerla un veterinario de atención primaria.

Te recomendamos trabajar siempre de la mano con tu veterinario para decidir si un medicamento es apropiado para tu gato. Ajustar o modificar una dosis por cuenta propia implica riesgos. No se debe administrar a los animales ningún medicamento formulado para humanos sin antes consultar con el veterinario.

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Dr. Chris Vanderhoof, DVM, MPH

El Dr. Chris Vanderhoof se graduó en 2013 de la Facultad de Medicina Veterinaria de Virginia-Maryland (VMCVM) en Virginia Tech, donde también obtuvo una Maestría en Salud Pública. Completó una pasantía rotativa en el Hospital Veterinario Red Bank en Nueva Jersey y ahora trabaja como médico general en el área de Washington DC. El Dr. Vanderhoof también es redactor especializado en el campo de la salud animal y fundador de Paramount Animal Health Writing Solutions, que se puede encontrar en www.animalhealthcopywriter.com. El Dr. Vanderhoof vive en el área del norte de Virginia con su familia, incluidos 3 gatos.