¡Así es! Al igual que los perros y las personas, los gatos pueden desarrollar la enfermedad de Alzheimer (una forma de demencia). Técnicamente, se conoce como trastorno cognitivo o disfunción cognitiva, pero clínicamente, es el mismo problema que se observa en los seres humanos.
Generalmente, la enfermedad de Alzheimer en gatos afecta a los felinos de mediana edad y mayores (a menudo llamados seniors o geriátricos), y rara vez se presenta en gatos menores de 10 a 12 años.
¿Qué es el trastorno cognitivo?
El trastorno cognitivo es una condición en la que los centros cognitivos del cerebro reducen su funcionamiento normal debido a la acumulación de placas de beta-amiloide. La causa exacta se desconoce, pero sin duda, la inflamación crónica contribuye al desarrollo de este problema.
Síntomas del Alzheimer en los gatos
Existen varios signos de trastorno cognitivo. No todos los gatos afectados mostrarán todos estos síntomas, pero cualquiera de ellos en un gato mayor podría indicar un deterioro cognitivo.
Además, como estos signos pueden asociarse con otras condiciones más graves, es recomendable consultar al veterinario si tu gato presenta alguno de estos síntomas.
Algunos de los signos y síntomas que pueden observarse incluyen:
- Desorientación
- Falta de interés en jugar con su dueño o con otros animales
- Sueño excesivo (esto puede ser normal en gatos mayores o aquellos con poca interacción humana)
- Ciclos alterados de sueño-vigilia
- Quedarse mirando fijamente al vacío o a las paredes, así como quedarse atrapado en una esquina, habitación o armario y no poder salir
- Orinar o defecar fuera de la caja de arena (también puede ser un indicio de problemas gastrointestinales, urinarios o musculoesqueléticos)
- Episodios de vocalizaciones fuertes, a menudo durante la noche
¿Cómo se diagnostica el Alzheimer en los gatos?
Al igual que en personas y perros, no existe una prueba específica para el trastorno cognitivo en gatos. En cambio, se considera un diagnóstico de exclusión. Esto significa que es necesario realizar pruebas para descartar otras enfermedades que pueden desarrollarse en gatos mayores y que pueden imitar el trastorno cognitivo.
Además, dado que los gatos con trastorno cognitivo son mayores y tienen más probabilidades de presentar otros problemas médicos, es importante identificar si un gato diagnosticado con trastorno cognitivo también tiene otros problemas subyacentes, especialmente si son asintomáticos, que deben tratarse junto con el trastorno cognitivo.
En mi práctica de medicina holística/funcional, realizo las siguientes pruebas para ayudar a establecer el diagnóstico de trastorno cognitivo y determinar si existen otros problemas subyacentes que requieren atención.
Historial y examen exhaustivos

El examen puede revelar un gato que parece “perdido” o “senil”
La primera pista que me hace sospechar un diagnóstico de trastorno cognitivo es preguntar al dueño y examinar al gato. El dueño suele mencionar varios o muchos de los signos clínicos mencionados anteriormente.
El examen puede revelar un gato que parece “perdido” o “senil” por la forma en que interactúa conmigo y se mueve por la sala de examen. A veces, los gatos con trastorno cognitivo se ven bastante normales durante la visita, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad.
Si el dueño menciona que los signos clínicos son comunes en casa pero no se presentan durante el examen, le pediré que grabe al gato y me envíe la grabación para revisarla.
ECG
Los gatos mayores pueden tener enfermedades cardíacas y, en aquellos casos en los que no se detectan durante el examen físico, el ECG puede proporcionar evidencia adicional de una posible enfermedad cardíaca.
Análisis de sangre y orina
Esta prueba es fundamental para todos los gatos y es algo que hago al menos una vez al año y, preferiblemente, dos veces al año en mis pacientes.
Los análisis de sangre y orina permitirán detectar afecciones que pueden presentarse con signos cognitivos, como diabetes, enfermedad hepática e hipertiroidismo.
Estas afecciones deben abordarse. Una vez corregidas, los signos de trastorno cognitivo desaparecerán si una de estas (u otras) afecciones médicas fueron la causa de los síntomas que se asemejaban al trastorno cognitivo.
¿Cómo se trata el Alzheimer en los gatos?
Se han recomendado varias terapias naturales para tratar el trastorno cognitivo en las mascotas, incluidos los ácidos grasos Omega-3 (aceite de pescado), antioxidantes (vitamina C y E, resveratrol), hierbas (como el ginkgo biloba) y suplementos nutricionales (incluidos SAMe, fosfatidilserina y fosfatidilcolina).
Dado que está más allá del alcance de este artículo analizar en profundidad cada terapia, me centraré en dos que han sido bien investigadas.
SAM (Novifit, Virbac)

Se ha sugerido que las personas mayores y las mascotas comienzan a perder receptores colinérgicos y tienen niveles disminuidos de acetilcolina.
La SAMe se forma en el organismo y no se aporta a través de la dieta. La SAMe funciona como donante de metilo en la formación de diversos compuestos (neurotransmisores, proteínas, fosfolípidos de membrana, ácidos nucleicos, colina, etc.) y aumenta los niveles de serotonina y metabolitos de dopamina, mejora la fluidez de la membrana neuronal y potencia la unión de los neurotransmisores a los receptores.
Los niveles de SAMe disminuyen drásticamente después del nacimiento y continúan disminuyendo como parte del proceso de envejecimiento; la disminución de SAMe puede contribuir al deterioro cognitivo en los gatos.
Se deben probar sesenta días de uso de Novifit para evaluar la eficacia.
Fosfatidilcolina (Cholodin, MVP Laboratories)
La colina es un componente de varios fosfolípidos importantes (incluidos la fosfatidilcolina y la esfingomielina) que son fundamentales para la estructura y el funcionamiento normales de la membrana celular.
El cuerpo utiliza la colina por muchas razones, incluida la producción de acetilcolina, un neurotransmisor. La administración de colina en forma de suplemento puede aumentar la producción de acetilcolina en mascotas mayores y revertir los signos clínicos del trastorno cognitivo.
La suplementación con colina es muy segura.
Se ha sugerido que las personas mayores y las mascotas comienzan a perder receptores colinérgicos y tienen niveles disminuidos de acetilcolina.
Dado que la administración oral de colina aumenta los niveles plasmáticos de colina, y dado que los niveles cerebrales de acetilcolina aumentan a medida que aumentan los niveles plasmáticos de colina, la administración de colina puede mejorar los trastornos neurológicos que resultan de la disminución de acetilcolina.
Se ha demostrado en estudios realizados en mi hospital que la colina, específicamente el producto patentado Cholodin (MVP Laboratories), revierte los signos clínicos del trastorno cognitivo tanto en perros como en gatos.
Al finalizar el estudio (dos meses después del tratamiento), se pidió a los propietarios que evaluaran la mejoría en los signos clínicos: el 82 % de los perros mostraron mejoría, al igual que el 77 % de los gatos.
En mi práctica, debido a que el trastorno cognitivo tiende a diagnosticarse antes que en el estudio que realicé con mascotas en el área del norte de Texas, mi respuesta es una mejora de más del 95 %.
Además, debido a nuestros programas de bienestar preventivo, tendemos a no ver tantas enfermedades crónicas como el trastorno cognitivo con tanta frecuencia como se ve en la población general de mascotas que no frecuentan médicos holísticos.
Anipryl (selegilina)
Anipryl (selegilina) es una terapia farmacéutica (medicamento) que está indicada para el control de los signos asociados con el síndrome de disfunción cognitiva canina (SDC) y el control del hiperadrenocorticismo dependiente de la hipófisis no complicado (PDH, enfermedad de Cushing).
Anipryl es un inhibidor selectivo de la monoaminooxidasa B. Puede mejorar la actividad de las neuronas catecolaminas y aumentar los niveles de dopamina en los perros, mejorando así los signos cognitivos. No está aprobado para su uso en gatos, pero puede ser útil si las terapias naturales no logran los resultados deseados.
Nunca he tenido que usarlo en mi práctica.
Estimulación mental

El trastorno cognitivo es el trastorno neurológico crónico y progresivo más común en los gatos mayores.
Finalmente, no olvides la importancia de la interacción continua y la estimulación mental para tu gato, manteniendo una rutina estable y tiempos de juego regulares.
Independientemente del tratamiento elegido, el diagnóstico temprano y la intervención son claves para minimizar la incidencia de trastorno cognitivo en las mascotas. Los chequeos regulares para “mascotas geriátricas”, que incluyan un examen físico completo, perfil sanguíneo, análisis de orina y análisis microscópico de heces, idealmente cada seis a doce meses para los gatos de cinco años o más, facilitan la comunicación y permiten un diagnóstico temprano.
En mi práctica, suelo preferir la suplementación con colina, ácidos grasos y antioxidantes para el tratamiento; también se pueden probar otras hierbas y/o homeopáticos. Dado que cada gato es un individuo, el tratamiento debe adaptarse a sus necesidades particulares. Además, ofrecer una dieta saludable y minimizar toxinas, como las vacunas excesivas, también es importante.
Conclusión
El trastorno cognitivo es el trastorno neurológico crónico y progresivo más común en los gatos mayores. Se puede prevenir reduciendo la inflamación y proporcionando suplementos de colina. El tratamiento se realiza después de descartar otras causas e implica la administración de suplementos de colina, hierbas y homeopatía; el tratamiento varía según cada gato.