Atopica para gatos es una marca específica del medicamento ciclosporina, aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para su uso en felinos. Aquí descubrirás para qué sirve, cuándo se recomienda, sus efectos secundarios, posibles interacciones con otros fármacos y respuestas a las dudas más comunes.
Descripción general de Atopica para gatos
¿Qué es Atopica para gatos?
Atopica es el nombre comercial de la ciclosporina, un inmunosupresor sistémico clasificado como inhibidor de la calcineurina. Este tipo de medicamento se utiliza para tratar enfermedades en las que el propio sistema inmunológico del gato ataca directamente algún sistema del cuerpo o se activa de forma exagerada, lo que desencadena afecciones igual de graves, aunque de manera más indirecta. A este conjunto de padecimientos se les conoce como enfermedades inmunomediadas.
La versión de Atopica para gatos es una solución líquida específica de ciclosporina, aprobada por la FDA para tratar la dermatitis alérgica, una afección cutánea provocada por la reacción del sistema inmunológico ante ciertos alérgenos. Además, un veterinario puede recetarla en otros casos de enfermedades inmunomediadas, aunque no estén indicadas en la etiqueta.
¿Qué hace Atopica en los gatos?
Atopica para gatos está indicada para el tratamiento de la dermatitis alérgica, también conocida como dermatitis atópica. Esta afección, comúnmente llamada alergia cutánea, puede manifestarse de distintas formas: picazón generalizada, rascado constante, costras, caída de pelo e incluso lesiones ulcerativas rojas conocidas como placas eosinofílicas.
La ciclosporina actúa sobre un componente específico de la respuesta inmunitaria: la inmunidad celular. A diferencia de la producción de anticuerpos, esta parte del sistema inmune se basa en la generación directa de células T, encargadas de atacar elementos externos como los alérgenos.
Además de los problemas cutáneos, un veterinario puede decidir usar ciclosporina en otras enfermedades inmunomediadas que afectan a distintos órganos. Entre ellas se encuentran trastornos en las células sanguíneas como la aplasia pura de células rojas y la trombocitopenia inmunomediada, afecciones del aparato digestivo como la enfermedad inflamatoria intestinal, o inflamaciones crónicas en la boca, como la estomatitis.
Efectos secundarios de Atopica en gatos
Siempre que se contempla el uso de un inmunosupresor sistémico, es fundamental evaluar los beneficios frente a los riesgos. Antes de iniciar un tratamiento con ciclosporina, hay varios aspectos que debes tener en cuenta.
Malestar digestivo
Al utilizar ciclosporina en gatos, es común que durante el primer mes de tratamiento aparezcan molestias digestivas. Según la información del propio producto, alrededor del 35 % de los gatos presentó vómito, arcadas o regurgitación. También se observó pérdida de peso en aproximadamente el 20 % de los casos.
La buena noticia es que estos efectos suelen desaparecer tras un par de semanas de tratamiento continuo. Otros síntomas como falta de apetito, salivación excesiva o letargo se reportan con mucha menor frecuencia.
Efectos de la supresión del sistema inmunológico

Si un gato portador de toxoplasmosis recibe un inmunosupresor como la ciclosporina, el parásito en estado inactivo puede reactivarse y desencadenar la enfermedad.
Dado que la ciclosporina suprime el sistema inmunológico, su uso debe evaluarse con sumo cuidado considerando cualquier otra condición de salud que tenga tu gato. Aunque en ocasiones puede generar complicaciones, el sistema inmune es clave para el bienestar general y esencial para mantener ciertas enfermedades bajo control.
El virus de la leucemia felina (FeLV) y el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV) son dos infecciones comunes en gatos que debilitan sus defensas, incluso mientras el cuerpo intenta contenerlas. Suprimir aún más el sistema inmune con ciclosporina puede agravar estas infecciones virales y aumentar la vulnerabilidad del gato frente a otras enfermedades bacterianas o virales que un felino sano normalmente superaría sin dificultad. Por eso, antes de iniciar un tratamiento prolongado con Atopica, suele recomendarse hacer o repetir pruebas de FeLV y FIV.
Lo mismo aplica para gatos mayores o con defensas bajas por otras causas, quienes presentan un riesgo mucho mayor de sufrir infecciones secundarias.
También hay que tener en cuenta la toxoplasmosis. Algunos gatos son portadores y, al recibir ciclosporina, el parásito puede reactivarse y provocar síntomas. El Toxoplasma es un protozoo que los gatos adquieren al cazar aves o roedores, o al entrar en contacto con quistes presentes en el ambiente. Una vez infectados, la mayoría solo elimina el parásito por unos pocos días a través de las heces.
Después de esa fase, desarrollan inmunidad y el parásito queda inactivo en los tejidos del cuerpo. En ese estado puede permanecer durante años, incluso toda la vida del gato, sin causar problemas. Pero si se administra un inmunosupresor como la ciclosporina, ese parásito latente puede reactivarse y provocar enfermedad.
Esto representa un riesgo no solo para el gato, sino también para su familia humana. La toxoplasmosis es la infección que deben evitar las mujeres embarazadas, ya que puede transmitirse tanto a personas como al feto. Por esta razón, durante el embarazo se recomienda no manipular la caja de arena del gato.
Aunque se trata de un caso extremadamente raro, existe un reporte de toxoplasmosis activa en un gato luego de iniciar tratamiento con Atopica. Es posible realizar pruebas para detectar exposición a toxoplasma; en gatos que viven exclusivamente dentro de casa, no suele ser necesario, pero tu veterinario podría recomendarlo según el historial y estilo de vida del gato.
Además, la inmunidad celular —la misma que suprime la ciclosporina— cumple un papel fundamental en la capacidad del cuerpo para combatir ciertos tipos de cáncer.
Interacciones con medicamentos
Por último, la ciclosporina puede interactuar con varios otros medicamentos, por lo que es fundamental que tu veterinario conozca todas las medicinas que tu gato esté tomando para evitar efectos adversos.
Aunque no siempre sea necesario durante el tratamiento de enfermedades de la piel, en casos de otras afecciones inmunomediadas, tu veterinario podría recomendar análisis de laboratorio para monitorear el estado de tu mascota.
Si en algún momento sospechas que tu gato presenta efectos secundarios por la ciclosporina o crees que pudo haber ocurrido una sobredosis, contacta de inmediato a alguno de los siguientes recursos para recibir orientación:
- Tu veterinario
- Centro de Control de Envenenamientos de la ASPCA (1-888-426-4435)
- Pet Poison Helpline (1-855-764-7661)
Dosis de Atopica para gatos

La dosis de Atopica para gatos es de 7 mg por kilo de peso corporal, administrada diariamente.
La dosis indicada para Atopica en gatos es de 7 miligramos por kilo de peso al día, o 3.2 miligramos por libra al día, y debe mantenerse por al menos 4 a 6 semanas para evaluar su efectividad.
Después de ese periodo, tu veterinario normalmente reducirá la frecuencia de administración, un proceso llamado reducción gradual o “tapering”, hasta encontrar la mínima frecuencia que siga brindando los mejores resultados. Por ejemplo, algunos gatos pueden mantener la mejoría con dosis cada dos días o incluso un par de veces por semana. Es fundamental ajustar la dosis o frecuencia únicamente bajo la supervisión de tu veterinario.
Aunque la ciclosporina puede encontrarse en varias presentaciones, Atopica para gatos viene únicamente en una solución oral específica de 100 mg/ml. Debido a que la ciclosporina puede representar un riesgo para las personas que la manipulan (tema que veremos en la siguiente sección), el sistema de dispensación del frasco y la jeringa para dosificar oralmente están diseñados para minimizar el contacto con la piel.
Es importante armar correctamente el sistema de dispensación siguiendo las instrucciones del inserto que viene en el empaque y las indicaciones de tu veterinario.
¿Cómo manipular adecuadamente los productos de ciclosporina?
Aunque es un medicamento muy beneficioso, los efectos inmunosupresores de la ciclosporina requieren que quienes la administren a los gatos manejen el medicamento con mucha precaución.
El sistema de dosificación del frasco y la jeringa de Atopica para gatos está diseñado para minimizar el contacto de la piel con el líquido, pero se recomienda usar guantes al aplicar la dosis, especialmente si se administra directamente en la boca del gato en lugar de mezclarlo con la comida.
El fabricante aconseja lavarse las manos después de la aplicación, pero recomienda no lavar ni enjuagar la jeringa oral para limitar la exposición al medicamento.
Sin duda, también es importante usar guantes al manejar otras presentaciones de ciclosporina, ya sean líquidos o cápsulas.
Ciclosporina modificada versus no modificada: ¿cuál es la diferencia?

Tu veterinario te explicará los beneficios y riesgos específicos del uso de Atopica para tu gato, considerando otros medicamentos que pueda estar tomando o cualquier problema de salud que tenga.
Existen dos formas generales de ciclosporina: modificada y no modificada. La ciclosporina no modificada es su forma original, pero tiene mucha menos biodisponibilidad y el cuerpo no la aprovecha igual de bien.
La forma modificada resulta mucho más efectiva, especialmente en gatos y perros. Es fundamental entender esto, porque la dosis de la ciclosporina no modificada, como la marca Sandimmune, no equivale a la de las formas modificadas como Atopica o Neoral.
Esto cobra aún más importancia al considerar versiones genéricas de ciclosporina o cuando se requiere una formulación compuesta del medicamento.
Conclusión
La ciclosporina en forma de Atopica para gatos es un medicamento muy útil. No obstante, al suprimir el sistema inmunológico, su uso requiere una serie de precauciones que deben tomarse en cuenta.
Tu veterinario te explicará los beneficios y riesgos específicos de Atopica para tu gato, considerando otros medicamentos que pueda estar tomando o cualquier problema de salud que presente.
Aviso sobre dosificación: Solo proporcionamos dosis para medicamentos aprobados por la FDA para gatos y siempre según las indicaciones del etiquetado. Para tratamientos fuera de etiqueta, ofrecemos únicamente pautas y recomendaciones de seguridad. La dosificación segura y adecuada en estos casos debe determinarla un veterinario de confianza.
Te recomendamos trabajar de la mano con tu veterinario para decidir si un medicamento es apropiado para tu gato. Modificar o cambiar la dosis sin consultar puede ser riesgoso. Tampoco recomendamos usar medicamentos prescritos para humanos en mascotas sin la supervisión directa de un veterinario.