El término conjuntivitis se refiere a una forma de referirse a la inflamación del tejido delgado y húmedo que recubre los ojos y los párpados internos.
Hay muchas causas diferentes que pueden provocar conjuntivitis en los gatos, pero las infecciones son las más comunes. El tratamiento y el pronóstico dependen de la causa de la conjuntivitis y se recomienda atención veterinaria independientemente de la causa para proteger el ojo de posibles daños.
Aquí analizaremos qué buscar, las posibles causas, las pruebas de diagnóstico y los tratamientos comunes.
¿Qué es la conjuntivitis en los gatos?
La “conjuntivitis” no es una sola enfermedad. “Ojo rojo” es un síntoma, no un diagnóstico, y describe la irritación, enrojecimiento e hinchazón que se presentan alrededor del ojo.
¿Y qué es la conjuntivitis?
La “conjuntiva” es una membrana delgada, de tono transparente o rosado, que recubre el globo ocular y la parte interna de los párpados. Su función es producir mucosa para que los párpados se deslicen con suavidad sobre el ojo.
Cuando esta membrana se inflama, se habla de conjuntivitis. Puede presentarse en un solo ojo o en ambos, y tiene distintas causas. Esta inflamación genera molestias, enrojecimiento, secreción ocular e hinchazón en la zona afectada.
Es la afección ocular más frecuente en gatos. De hecho, muchos llegan a presentarla al menos una vez en su vida.
Síntomas de la conjuntivitis
Cuando la conjuntiva está inflamada, los párpados se ven rojos, hinchados o incluso inflamados.
Esto puede ir acompañado de lagrimeo excesivo (epífora), secreción viscosa o mucoide del ojo, entrecerrar los ojos, elevación del tercer párpado (una membrana ubicada en la esquina interna de cada ojo) o sensibilidad a la luz.
Algunos o todos estos síntomas pueden presentarse en uno o ambos ojos. Y no se limitan a la conjuntivitis, sino que también pueden presentarse con otros problemas oculares, como una úlcera corneal (un rasguño o abrasión en la superficie del ojo).
No importa cuál sea la causa, es importante buscar atención veterinaria para que el problema ocular no empeore.
Si una infección es lo que provocó la conjuntivitis, es posible que se observen otros síntomas, como fiebre, pérdida de apetito, sibilancia, estornudos, secreción nasal o úlceras en la boca y babeo.
Causas del ojo rosado

Infecciones como el calicivirus, el herpesvirus y otros, son la causa más común de la conjuntivitis.
En los gatos, las infecciones son la causa más común de conjuntivitis.
Estas son algunas infecciones que pueden provocar conjuntivitis en los gatos:
- Rinotraqueítis viral felina (FVR), también conocida como herpesvirus felino: esta infección de las vías respiratorias superiores también puede causar úlceras oculares. Es muy común en los gatos: la mayoría de los felinos están expuestos durante la etapa de gatitos y muchos gatos son portadores del virus durante toda su vida en un estado latente sin síntomas. Luego, si el gato experimenta estrés (por ejemplo, debido a un cambio en el hogar o a una enfermedad), el virus se reactiva y causa síntomas.
- Otros virus, como el calicivirus felino.
- Las infecciones bacterianas como Chlamydophila felis o Mycoplasma pueden causar conjuntivitis en los gatos.
- También pueden ocurrir infecciones bacterianas secundarias a cualquier causa de conjuntivitis, empeorando los síntomas.
La conjuntivitis también puede deberse a causas no infecciosas. A continuación, se ofrecen algunos ejemplos:
- Irritantes, como material extraño como polvo o arena que se queda atrapado debajo del párpado, o exposición a sustancias químicas.
- Alergias estacionales o ambientales.
- Tumores o cánceres del ojo.
- Ojo seco crónico.
- Un conducto lagrimal bloqueado.
¿La conjuntivitis en los gatos es contagiosa?
¡La conjuntivitis infecciosa se transmite con facilidad entre gatos!
Si tienes un gato con esta condición, lo ideal es mantenerlo aislado en una habitación pequeña para evitar que contagie a los demás.
Cuando lo atiendas, usa una bata o prenda que puedas quitarte fácilmente. Después, lávate bien las manos antes de acariciar o alimentar a otros gatos en casa.
Por suerte, los virus suelen ser específicos de cada especie. Así que ni tú ni tu perro pueden contagiarse del herpesvirus felino. Aun así, hay algunas bacterias que sí pueden pasar a otras especies, incluidos los humanos.
Aunque el contagio de conjuntivitis bacteriana de gatos a personas no es común, conviene tomar precauciones y lavarte las manos cada vez que acaricies o apliques tratamiento a un gato con ojo rojo.
¿Cómo se diagnostica la conjuntivitis en los gatos?
Como el ojo rojo es un síntoma y no una enfermedad en sí, el veterinario puede identificarlo con solo hacer una revisión física.
Aun así, es clave saber qué lo está provocando y descartar otros problemas, como una úlcera ocular. Este tipo de lesiones puede dejar cicatrices permanentes en la córnea —la parte central y transparente del ojo—, e incluso causar ceguera o la pérdida del ojo si no se trata a tiempo.
Además del examen físico, el veterinario puede evaluar la producción de lágrimas, medir la presión interna del ojo y aplicar un tinte especial para detectar úlceras o alteraciones en la superficie ocular.
Cuando la afección es grave o tiende a repetirse, conviene hacer estudios adicionales: análisis de sangre, biopsias o pruebas para detectar enfermedades infecciosas son algunos de los pasos siguientes.
Tratamiento para la conjuntivitis

Los problemas oculares pueden empeorar en poco tiempo, así que sigue al pie de la letra las indicaciones del veterinario. No te saltes la cita de seguimiento, ¡es fundamental!
El tratamiento varía según lo que necesite tu gato, pero los más comunes para la conjuntivitis incluyen:
- Antibióticos en gotas, ungüentos o vía oral. Incluso si la causa es viral, pueden recetarse para evitar infecciones bacterianas secundarias.
- Antiinflamatorios o analgésicos, ya sea en forma de gotas, pomadas o pastillas, para aliviar molestias y reducir la inflamación.
- Antivirales, en casos más graves o cuando el veterinario lo considere necesario.
- Collar isabelino, para evitar que el gato se rasque el ojo y provoque una lesión.
- Suplemento de L-lisina, que ayuda al sistema inmune a enfrentar infecciones virales. Si el gato sufre brotes recurrentes por herpesvirus felino, el veterinario puede sugerir su uso de por vida.
- Aislamiento del gato afectado, para reducir el riesgo de contagio a otros felinos en casa.
- Derivación a un especialista (oftalmólogo veterinario) si el caso es complicado, severo o no mejora con el tratamiento inicial.
Tip: Si no sabes cómo aplicar el ungüento o las gotas, pídele al equipo veterinario que te muestre cómo hacerlo correctamente.
Importante: Usar el medicamento equivocado puede empeorar el problema. No apliques tratamientos de venta libre ni reutilices medicamentos antiguos sin consultarlo antes con tu veterinario.
Recuerda: la conjuntivitis es una afección muy común en gatos. Involucra inflamación, enrojecimiento e irritación de los tejidos que rodean el ojo y el interior de los párpados. Aunque la causa más frecuente es una infección, existen muchos factores posibles.
La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, mejora rápidamente con el tratamiento adecuado. Lo más importante es acudir al veterinario lo antes posible y seguir todas sus indicaciones para evitar complicaciones o daños en el ojo.