Para quienes tienen gatos, este sonido es muy familiar: el roce de la arena para gatos, las uñas raspando la tierra, luego el roce contra el plástico y el polvo de arena esparciéndose por el suelo. Las cajas de arena forman parte del día a día de cuidar a un gato, aunque no sean la parte más atractiva. ¿Y si escuchas esto con demasiada frecuencia? ¿Qué pasa si tu gato usa la caja constantemente?
Si tu felino entra y sale del arenero cada hora, cada media hora o incluso más seguido, es normal que te preocupe, y con razón. Sigue leyendo para descubrir qué puede estar causando este comportamiento y cómo solucionarlo.
Aumento de la frecuencia de micción
Existen varias causas posibles para que un gato utilice la caja de arena con frecuencia:
1. Cistitis por estrés o cistitis idiopática felina (CIF)

La salud de la vejiga de tu gato es muy importante. Si usa la caja de arena con frecuencia, tal vez sea hora de visitar al veterinario.
Sabes que los gatos son seres con emociones muy complejas. En algunos, el estrés intenso ante ciertas situaciones se manifiesta como cistitis, una inflamación de la vejiga. En felinos menores de 10 años, generalmente se trata de cistitis “estéril”, es decir, sin infección bacteriana.
Esta inflamación provoca mucho malestar, y genera la necesidad de orinar pequeñas cantidades con frecuencia. Por eso, notarás que tu gato usa la caja más seguido de lo normal. En ocasiones, la orina puede verse oscura o con sangre, y tu minino podría esforzarse para expulsarla.
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2. Infecciones del tracto urinario o ITU

El uso frecuente de la caja de arena puede significar que tu gato está sufriendo una infección urinaria.
Algunos gatos, especialmente los que tienen más de 10 años, pueden desarrollar infecciones en la vejiga, conocidas como cistitis bacteriana. Los síntomas son muy parecidos a los de la cistitis idiopática felina (CIF): orinar pequeñas cantidades con frecuencia y orina que puede estar descolorida.
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3. Cálculos en la vejiga

Los cálculos en la vejiga son dolorosos y es posible que escuches a tu gato vocalizar cuando intenta orinar.
Al igual que en las personas, los gatos pueden desarrollar cálculos urinarios o piedras en la vejiga. Esto suele estar relacionado con una alimentación deficiente, aunque también influyen la deshidratación y la predisposición genética. Normalmente, el pH de la orina se altera, lo que provoca que los minerales se cristalicen.
Estas pequeñas cristales pueden unirse con el moco inflamado de la pared de la vejiga y formar piedras duras, como rocas. No es de extrañar que esto cause mucho malestar y que el gato afectado use la caja de arena con mayor frecuencia.
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4. Tumores de vejiga

No todos los viajes a la caja de arena significan que tu gato no se encuentra bien, pero es importante estar atento a la situación.
Aunque pensar que tu gato podría tener un tumor asusta, recuerda que es solo una de muchas razones por las que puede presentar problemas urinarios.
Los tumores pueden alterar la mucosa de la vejiga, causando inflamación y, por tanto, dificultad al orinar. En casos graves, disminuyen el espacio en la vejiga, lo que hace que tu gato quiera usar la caja con más frecuencia.
Todas estas causas tienen síntomas similares y se agrupan bajo el término enfermedad del tracto urinario inferior felino (FLUTD, por sus siglas en inglés). Este nombre abarca los problemas médicos que afectan la vejiga y la uretra en los gatos.
5. Poliuria y polidipsia, o PUPD

A veces, beber y orinar con frecuencia es un signo de un problema médico más profundo.
Poliuria y polidipsia (PUPD) se refiere a cuando un gato bebe y orina en exceso. Aunque algunos pueden tener infecciones urinarias como la cistitis por E. coli, este comportamiento no siempre indica un problema en el tracto urinario; puede estar relacionado con otras enfermedades.
Por ejemplo, la insuficiencia renal o problemas de tiroides pueden hacer que un gato beba y orine más de lo normal. A diferencia de los gatos con enfermedad del tracto trinario inferior felino (FLUTD), estos expulsan grandes cantidades de orina diluida, sin olor y sin esfuerzo.
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6. Incapacidad para orinar

Los gatos machos son más susceptibles a la obstrucción de la uretra, una afección dolorosa que dificulta el paso de la orina.
Este es el peor escenario en problemas de vejiga: un gato que intenta orinar pero no puede. Estos felinos, con enfermedad del tracto urinario inferior felino, suelen llamarse “gatos bloqueados” porque tienen una obstrucción en la uretra, el conducto por donde sale la orina. La causa más común es un cálculo o acumulación de cristales que impide el paso del líquido. Debido a su anatomía, casi siempre son machos.
Cuando ocurre esta obstrucción, la vejiga se llena hasta un punto crítico, causando un dolor extremo y una emergencia médica que puede poner en riesgo la vida. El reflujo puede provocar insuficiencia renal y desequilibrios electrolíticos si no se atiende rápido.
Los gatos con bloqueo uretral suelen mostrar mucho estrés y hacen esfuerzos intensos en la caja de arena. A veces vocalizan y maúllan fuerte, frustrados por no poder vaciar su vejiga.
Existen varios factores que aumentan el riesgo de esta condición tan grave:
- Gatos con sobrepeso u obesidad
- Gatos que viven en hogares con varios felinos
- Gatos alimentados con comida de baja calidad
- Gatos con vida sedentaria
- Gatos que solo viven en interiores
Sin importar la hora, si crees que tu gato puede tener una obstrucción uretral, acude al veterinario de inmediato.
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Tratamiento y prevención de problemas de vejiga en gatos

Un análisis de orina en el veterinario puede ayudar a diagnosticar algunos problemas con la vejiga y el tracto urinario de un gato.
Aunque los problemas de vejiga pueden ser complicados, existen tratamientos efectivos y, afortunadamente, muchas maneras de prevenirlos desde el inicio. El primer paso siempre es que un veterinario haga un examen completo para confirmar que se trate de un problema urinario y no de estreñimiento o poliuria y polidipsia (PUPD).
Si la causa está en la vejiga, se recogerá una muestra de orina para analizar qué tipo de enfermedad urinaria está presente. Además del análisis de orina, probablemente se tome una muestra de sangre y se realice un ultrasonido para revisar posibles causas subyacentes.
1. Tratamientos farmacéuticos

A menudo se recetan antibióticos para ayudar a un gato que lucha contra una infección urinaria.
Lo más común es que se administren antiinflamatorios para reducir la inflamación de la vejiga en gatos con problemas urinarios. Es fundamental tener precaución con estos medicamentos, especialmente en animales enfermos o deshidratados, así que nunca mediques a tu gato sin consultar antes con un veterinario.
También pueden usarse analgésicos como opioides, junto con relajantes musculares para facilitar la evacuación de la vejiga. Si en el análisis de orina se detectan bacterias o glóbulos blancos que combaten infecciones, se prescriben antibióticos para eliminar la infección.
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2. Modificaciones dietéticas

A veces es necesario un cambio en la dieta para mantener el tracto urinario y la vejiga de tu gato funcionales y saludables.
Cambiar la alimentación es una de las mejores formas de tratar y prevenir enfermedades del tracto urinario en gatos. Los alimentos especiales con receta pueden equilibrar el pH de la orina, fortalecer la salud de la vejiga e incluso disolver algunos cristales y cálculos.
Muchas de estas dietas son seguras para usarse a largo plazo y se recomiendan especialmente para gatos que han sufrido episodios de enfermedad del tracto urinario inferior felino (FLUTD). Además de elegir el alimento adecuado, dar la porción correcta para mantener un peso saludable ayuda a evitar problemas urinarios.
3. Cambios ambientales

Los gatos son animales sensibles y pueden reaccionar a los cambios ambientales y al estrés yendo al baño con mayor frecuencia.
Como se mencionó, los factores de estrés ambientales son una de las causas conocidas de FLUTD. Estos pueden incluir:
- Gatos callejeros o intrusivos del vecindario
- Competencia excesiva por los recursos dentro de un hogar
- Cambios en los compañeros humanos dentro de un hogar
- Obras de construcción o alteración del territorio central
- Mudanza
Aunque eliminar todos los factores de estrés en la vida de nuestros gatos es imposible, podemos esforzarnos por mantener sus rutinas estables y asegurarles fácil acceso a sus recursos. Esto es especialmente importante para los felinos nerviosos o ansiosos. Como dueños, podemos:
- Ofrecer suficientes cajas de arena en casa (idealmente una por gato, más una extra).
- Minimizar la competencia por recursos como comida, cama y atención.
- Usar difusores y sprays de feromonas para reducir la tensión y calmar a nuestros compañeros.
- Jugar con tu gato para aliviar el estrés, mejorar su salud mental y mantenerlo activo.
4. Tratamiento de las obstrucciones uretrales

Tratar a tu gato en el veterinario por problemas de vejiga no solo es una buena idea, sino que es absolutamente necesario.
Debido a lo grave que puede ser una vejiga bloqueada, su tratamiento es intensivo y suele ser costoso. Además de los análisis de sangre y orina y el ultrasonido, se requiere anestesia y un procedimiento para “desbloquear” la vejiga.
Este procedimiento consiste en colocar un catéter urinario en el pene, a lo largo de la uretra y hasta la vejiga, para permitir que la orina atrapada salga. A veces, es necesario repetir varias veces el lavado de la uretra para desalojar sedimentos y cálculos.
Una vez colocado el catéter, se vacía la vejiga y se lava abundantemente para eliminar restos y cristales. Este catéter permanece entre 12 y 48 horas, según cada caso. Durante este tiempo se inicia el tratamiento para la causa de la FLUTD y se administran líquidos por vía intravenosa.
El objetivo es apoyar la función renal, eliminar toxinas y aliviar la vejiga. Si el tratamiento funciona, al retirar el catéter el gato podrá orinar normalmente y continuar su recuperación en casa.
En algunos casos desafortunados, el gato sigue sin poder orinar o el catéter se bloquea. Entonces, puede ser necesario repetir el procedimiento. Aunque muchos casos se resuelven, los gatos que han tenido una obstrucción urinaria son más propensos a que vuelva a ocurrir. Como en tantos problemas de salud felina, prevenir siempre es mejor que curar.
Uso frecuente de la caja de arena: consideraciones finales

No dudes en llevar a tu gato al veterinario si tiene problemas para orinar después de frecuentes viajes a la caja de arena.
Las dos razones más comunes por las que un gato usa la caja de arena con tanta frecuencia son: cuando orina con demasiada regularidad y cuando intenta orinar repetidamente pero no logra hacerlo.
Puede que tu gato esté en la caja para hacer sus necesidades sólidas y esté sufriendo diarrea o estreñimiento. Sin embargo, lo más habitual es que se trate de un problema urinario. Aunque la incapacidad para orinar es la situación más grave y una emergencia médica, todas las causas que llevan a visitas constantes a la caja merecen atención veterinaria rápida.
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