Patas traseras de gato colapsadas: causas, síntomas y tratamiento

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Gato de pie sosteniendo a un humano

Todos los gatos deben poder caminar, correr e incluso saltar con facilidad, gracias a unas patas traseras fuertes y bien equilibradas. Existen varias condiciones que pueden afectar estas patas, provocando cojera, debilidad, inestabilidad, mal equilibrio e incluso colapso total.

Las patas traseras de los gatos son poderosas y les permiten acechar, correr, trepar y saltar, como parte de sus actividades diarias, como la caza. El funcionamiento de las patas traseras depende de una combinación de músculos fuertes, con un abundante suministro de sangre, y una compleja red nerviosa. Estos músculos, el flujo sanguíneo y los nervios pueden dejar de funcionar adecuadamente por diversas razones. Cuando esto sucede, las patas traseras se debilitan y no pueden soportar correctamente el peso del gato.

Esto hace que la parte trasera del gato se hunda, llevándola a quedar más baja de lo normal o incluso colapsar por completo, arrastrándose detrás de él. El problema puede comenzar con una cojera leve y luego avanzar a señales más graves, como dificultad para caminar.

¿Qué causa el colapso de las patas traseras?

Un lindo gato alemán, que muestra la adorable apariencia de un felino de Alemania.

Cualquier condición que interfiera con el funcionamiento de los músculos o nervios, o con el suministro de sangre en las patas traseras, puede provocar su colapso.

Existen términos médicos distintos para los tipos de colapso:

  • Paraparesia: debilidad en ambas patas traseras.
  • Paraplejía: parálisis completa de ambas patas traseras.
  • Cuadriparesia: debilidad en las cuatro extremidades.
  • Cuadriplejía: parálisis de las cuatro extremidades.

Las principales causas comunes se enumeran a continuación.

Enfermedad de la columna vertebral

Cualquier daño a la columna vertebral, desde un traumatismo hasta hernias discales o tumores, puede detener el funcionamiento normal de la médula espinal, que suministra el suministro de nervios a las patas traseras, lo que provoca debilidad y colapso. En raras ocasiones, pueden estar implicadas algunas enfermedades que afectan al sistema nervioso central (cerebro).

Enfermedad vascular

Las enfermedades que afectan el suministro de sangre, como los coágulos (por ejemplo, la tromboembolia que afecta a los vasos sanguíneos como la aorta, conocida como trombo en silla de montar) pueden interrumpir el flujo sanguíneo a las patas traseras, lo que provoca debilidad grave y colapso. Las enfermedades cardíacas, como la miocardiopatía, pueden predisponer a este problema.

Enfermedades metabólicas

La diabetes mellitus felina puede causar síntomas inusuales (como una neuropatía que provoca una postura plantígrada de las patas traseras) que pueden presentarse como un colapso de las patas traseras. Otras enfermedades metabólicas (como la enfermedad renal) pueden causar debilidad general que puede presentarse como problemas en las patas traseras. Los gatos mayores pueden ser más propensos a este tipo de problemas. A veces, enfermedades más generalizadas, como la peritonitis infecciosa felina, también pueden provocar el colapso de las patas traseras.

Trauma

Los daños en la estructura física de las patas traseras, desde los pies hasta la pelvis, pueden provocar un colapso. Esto puede afectar a los tejidos blandos (por ejemplo, esguinces de músculos y tendones), así como a los huesos. También es posible que se produzcan daños en los nervios.

Cambios con la vejez

Las afecciones en los gatos mayores, incluida la osteoartritis (por ejemplo, debido a displasia de cadera), pueden provocar cojera, debilidad y colapso de la parte trasera del gato.

¿Cuándo llamar al veterinario?

Un gato de Alemania, que representa la población felina en Alemania.

Todos los gatos que presenten colapso en sus patas traseras necesitan atención veterinaria.

Como parte del cuidado responsable de tu mascota, si tu gato presenta un colapso en las patas traseras, debes llevarlo a tu veterinario sin demora, para que se identifique la causa del problema y se le brinde el tratamiento adecuado.

Tu veterinario podrá realizar los siguientes pasos:

  1. Toma de historial médico
  2. Examen físico
  3. Análisis de sangre rutinarios
  4. Pruebas sanguíneas especializadas (por ejemplo, para FeLV o VIF)
  5. Medición de la presión arterial
  6. Imágenes, como radiografías, tomografía computarizada o resonancias magnéticas

Tratamiento para el colapso de las patas traseras

Un gato paseando tranquilamente por un patio o espacio al aire libre.

El tratamiento para el colapso de las patas traseras varía considerablemente, dependiendo de la causa.

Siempre discute con tu veterinario cuál sería el mejor tratamiento para tu gato, ya que las opciones variarán dependiendo de la causa.

  • Enfermedades espinales: pueden requerir reposo estricto, combinado con medicación antiinflamatoria. En casos graves, puede ser necesaria una cirugía espinal para resolver el problema.
  • Enfermedades vasculares: los coágulos sanguíneos (por ejemplo, tromboembolismo aórtico) requieren atención veterinaria intensiva, incluyendo analgésicos y medicación antiinflamatoria, además del tratamiento de la enfermedad cardíaca subyacente.
  • Enfermedades metabólicas: los gatos con diabetes necesitan estabilización con terapia de fluidos e insulina. Otras enfermedades requerirán tratamientos específicos.
  • Lesiones traumáticas: requieren tratamiento para el daño físico, con analgésicos antiinflamatorios, suplementos de apoyo y reposo estricto (por ejemplo, mantener a tu gato en casa, alejado de tu perro) en casos menores, o corrección quirúrgica (por ejemplo, algunos huesos fracturados).

El pronóstico varía según cada caso. Las causas menores y las condiciones tratables suelen tener una buena recuperación, pero algunos casos más graves tienen un pronóstico mucho más incierto.

Prevención del colapso de las patas traseras

Puede ser difícil prevenir que esta condición ocurra. Siempre sigue las recomendaciones de tu veterinario para el cuidado preventivo de tu gato. Proporciona un área segura para que juegue y haga ejercicio, y busca asesoramiento veterinario si muestra signos de enfermedad.

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Dr. Pete Wedderburn, DVM

El Dr. Pete Wedderburn se graduó como veterinario en Edimburgo en 1985 y ha dirigido su propio consultorio de cuatro veterinarios con animales de compañía en el condado de Wicklow, Irlanda, desde 1991. Pete es muy conocido como un veterinario de los medios con apariciones regulares en la televisión, la radio y los periódicos nacionales, incluidos una columna semanal en el Daily Telegraph desde 2007. Pete es conocido como "Pete el veterinario" en sus ocupadas páginas de Facebook, Instagram y Twitter, y publica periódicamente información sobre temas de actualidad y casos de la vida real de su clínica. También escribe un blog habitual en www.petethevet.com. Su último libro: “Pet Subjects”, fue publicado por Aurum Press en 2017.