Toda persona que ha tenido la oportunidad y el privilegio de crecer con un gato recuerda sobre todo esos maravillosos mimos y momentos de juego. Y aunque siempre es divertido e interesante ver a tu hijo jugar y pasar tiempo con su compañero felino, esa combinación de un niño pequeño y un gato voluntarioso a veces puede convertirse en un desastre.
Para mantener seguros tanto a su hijo como a su mascota, es importante establecer algunas reglas y enseñar a su hijo cómo comportarse con los animales porque no solo criará a un adulto responsable y amante de los animales, sino que también terminará teniendo mascotas muy felices.
Enseñe a su hijo a acariciar al gato
Todos los dueños de gatos saben que los gatos no son las criaturas más tolerantes, por lo que es importante enseñarle a su hijo cómo acariciar a un gato de una manera que sea agradable. Mi hija ya estaba acostumbrada a nuestra gata mayor, Nini, y sabía que solo debía acariciarla en la espalda, los hombros, el cuello y la parte superior de la cabeza.
Sin embargo, cuando le presentamos a un nuevo gatito, Lila, cuando tenía tres años, todavía tuve que supervisar sus interacciones al principio y asegurarme de que mi hija no se rasguñara si tiraba de la cola del gatito o simplemente lo molestaba pinchándolo y tirando de su pelaje, como solo pueden hacer los niños pequeños. Asegúrese de enseñarle a su hijo a usar caricias suaves y delicadas con las manos abiertas y enséñele a evitar la panza, la cola o las patas del gato. Los consejos para padres son particularmente importantes cuando le enseña a su niño pequeño a jugar de forma segura con los gatos.
Mantenga el juego tranquilo y suave
Los gatos son extremadamente sensibles al ruido y al movimiento, por lo que los niños demasiado excitados suelen asustarlos. Mi hija tardó un tiempo en darse cuenta de que a nuestro gato de 8 años no le gustan los gritos y los alaridos, así que cuando llegó Lila, mi hija ya sabía que cuando quiere jugar con sus amigos peludos necesita calmarse un poco.
Lo curioso es que, en estos días, cuando mi hija de 4 años quiere estar sola, va a su cómoda tienda infantil, donde Lila se reúne con ella muy a menudo para acurrucarse juntas o jugar tranquilamente en su lugar seguro y tranquilo. Además, asegúrese de que su hijo sepa que no debe usar su mano como juguete para evitar arañazos y mordeduras accidentales.
Permítale al gato pasar un tiempo a solas
Los gatos disfrutan mucho de estar solos, así que asegúrese de que su hijo lo sepa y, si el gato se esconde debajo de algo o está en algún lugar alto, no lo moleste. Si su hijo acorrala o tira del gato, solo puede provocar que lo arañe o muerda.
Mi hija sabe que cuando los gatos están debajo del sofá es la hora de la siesta y que debe esperar a que salgan solos. Si realmente quiere jugar con ellos, usa juguetes o golosinas para convencerlos de que salgan y jueguen.
Además, para asegurarse de que su gato viva una vida libre de estrés en su hogar, asegúrese de que tenga un lugar donde pueda pasar un tiempo privado donde nadie pueda molestarlo.
Establezca algunas reglas básicas
Para evitar definitivamente cualquier desastre como arañazos, mordeduras, lágrimas o silbidos, maullidos fuertes y arrancamientos de pelo, asegúrese de que sus hijos tengan algunas reglas básicas como no tirar de la cola, los bigotes o las orejas del gato, o perseguirlo y molestarlo mientras duerme. Por ejemplo, en nuestra casa, no se debe tocar a los gatos en la cocina, porque es allí donde pueden comer y hacer sus necesidades en paz.
Si bien jugar juntos puede ser muy divertido y gratificante tanto para tu hijo como para tu gatito, es muy importante que pasen este tiempo de forma segura y en armonía. Si le enseñas a tu hijo cómo comportarse con los gatos, no solo se divertirá mucho, sino que también harás que la vida de tu gato sea agradable.