La azatioprina es un medicamento empleado para suprimir el sistema inmunológico y tratar enfermedades autoinmunes. Entre sus marcas más conocidas están Imuran y Azasan. Aunque su uso en gatos es poco común, puede ser necesario en ciertas situaciones. En este artículo descubrirás qué es la azatioprina, por qué representa un mayor riesgo para los gatos, qué efectos secundarios debes vigilar y algunas preguntas frecuentes.
Descripción general de la azatioprina para gatos
Acerca de la azatioprina para gatos
La azatioprina es un medicamento que reduce la actividad del sistema inmunológico. Se utiliza cuando este sistema ataca alguna parte del cuerpo, causando enfermedades. Algunas afecciones de este tipo incluyen la enfermedad inflamatoria intestinal, la anemia inmunomediada y otras más.
En medicina veterinaria, la azatioprina se emplea con muy poca frecuencia en gatos para tratar enfermedades inmunomediadas, ya que en ellos los efectos secundarios suelen ser más graves que en humanos y perros. Antes de recurrir a la azatioprina, se prefieren otros inmunosupresores, como la ciclosporina o dosis elevadas de esteroides, por ejemplo, la prednisolona.
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¿Qué hace la azatioprina en los gatos?
La azatioprina se usa poco en gatos debido al riesgo mucho mayor de efectos secundarios. El más preocupante es la mielosupresión, que ocurre cuando el medicamento inhibe la producción de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas en la médula ósea.
La mielosupresión puede causar anemia por la falta de glóbulos rojos, infecciones oportunistas por la disminución de glóbulos blancos y hemorragias o moretones espontáneos por la escasez de plaquetas. Si no se detectan a tiempo, estos efectos pueden poner en peligro la vida. En perros y humanos, estos problemas son menos frecuentes o tardan meses en aparecer, pero en gatos surgen de forma más rápida y severa.
Esto se debe a una enzima llamada tiopurina metiltransferasa (TPMT), que el cuerpo utiliza para metabolizar la azatioprina. En perros y personas, la actividad de TPMT varía, por lo que algunos presentan mielosupresión y otros no. En gatos, la actividad de esta enzima es consistentemente baja, lo que provoca la supresión de la médula ósea en casi todos los casos.
Aunque el uso de este medicamento en gatos implica un riesgo alto, en situaciones excepcionales puede ser necesario cuando otros inmunosupresores no han funcionado. En estos casos se aplican protocolos específicos y se realiza una vigilancia estricta para detectar cualquier signo de mielosupresión cuanto antes.
Cuando se utiliza azatioprina, suelen pasar varias semanas antes de que se note alguna mejoría en la enfermedad inmunomediada.
Efectos secundarios de la azatioprina en gatos

La fatiga es uno de los efectos secundarios que puede aparecer con el uso de azatioprina.
Los efectos secundarios de la azatioprina se dividen en varias categorías. La primera incluye los relacionados con la supresión de la médula ósea. Entre estos síntomas se encuentran fiebre, fatiga, aparición de moretones (en cualquier parte del cuerpo, incluso en la boca), sangrado, encías pálidas, vómitos y falta de apetito.
Los problemas gastrointestinales son frecuentes con este medicamento. Pueden manifestarse como vómitos, pérdida de apetito, diarrea y exceso de saliva (hipersalivación). En perros se ha reportado pancreatitis como efecto adverso, y en gatos esta puede presentarse solo como una pérdida aguda del apetito, fatiga y a veces signos de malestar abdominal.
La azatioprina también puede causar toxicidad que derive en enfermedad hepática. Los síntomas incluyen coloración amarillenta en la parte blanca de los ojos, piel y encías (ictericia), además de los efectos mencionados anteriormente.
Si sospechas que tu gato presenta efectos secundarios mientras toma azatioprina, o crees que hubo una sobredosis, contacta de inmediato al veterinario que prescribió el medicamento, al Centro de Control de Envenenamientos de la ASPCA (1-888-426-4435) o a Pet Poison Helpline (1-855-764-7661) para recibir orientación.
Es fundamental usar guantes al manipular azatioprina y evitar por completo que personas embarazadas tengan contacto con el medicamento.
Este fármaco puede interactuar con varios otros medicamentos, por lo que es indispensable que tu veterinario conozca cualquier otro tratamiento o suplemento que tu gato esté recibiendo antes de iniciar el uso de azatioprina.
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Dosis de azatioprina para gatos
Las tabletas de azatioprina cuentan con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para uso en humanos, pero en gatos y perros se utilizan fuera de etiqueta. Es mucho más común su uso en perros. En gatos, debido a que se emplea con poca frecuencia y a que sus efectos secundarios son más marcados, no existe información clara sobre la dosificación.
Si tu veterinario te ha recetado azatioprina, es porque hay una razón sólida para hacerlo. Ante cualquier duda sobre el motivo del tratamiento o si notas efectos secundarios en tu gato, es fundamental que consultes con el veterinario antes de suspender el medicamento.
Debido a la supresión de la médula ósea que puede causar este fármaco, es vital realizar análisis de sangre regularmente mientras tu mascota lo esté tomando. En gatos, por el mayor riesgo, estas pruebas pueden ser necesarias con más frecuencia que en perros, incluso cada una o dos semanas, o al menos una vez al mes.
Reflexiones finales

Con un seguimiento riguroso y cuidados adecuados, un gato puede beneficiarse de la azatioprina cuando otros medicamentos más seguros no han funcionado.
La azatioprina es un medicamento inmunosupresor que se utiliza muy poco en gatos debido al alto riesgo de supresión de la médula ósea. Además, existen otras opciones con menor probabilidad de efectos adversos, lo que hace que esta no sea la primera elección.
Aun así, en casos excepcionales y para ciertas enfermedades, puede ser necesaria su administración, siempre bajo una vigilancia estricta y comunicación constante con el veterinario que la prescribe.
Aviso sobre dosis: Solo podemos brindar información de dosis para medicamentos aprobados por la FDA para uso en gatos, siguiendo las indicaciones de la etiqueta. Para medicamentos usados fuera de etiqueta, solo ofrecemos pautas y datos sobre seguridad. La dosis adecuada y segura para estos casos debe determinarla un veterinario de confianza.
Te recomendamos trabajar junto a tu veterinario para evaluar si un medicamento es adecuado para tu gato. Modificar o ajustar la dosis por cuenta propia sin supervisión profesional implica riesgos. Tampoco recomendamos el uso de medicamentos para humanos en mascotas sin antes consultar con un veterinario.