El objetivo de este artículo es proporcionar una explicación sencilla y clara para ayudar a los dueños de gatos a comprender todo sobre las infecciones por hongos en los gatos.
¿Qué son las infecciones por hongos?
Varios patógenos diferentes (agentes causantes de enfermedades) pueden provocar enfermedades infecciosas en los gatos:
- Parásitos
- Virus
- Bacteria
- Hongos
Este artículo se centra en los hongos, que causan infecciones fúngicas.
Cuando un gato se ve afectado por una infección fúngica, el hongo coloniza alguna parte del cuerpo del gato, ataca su sistema inmunológico y provoca síntomas de enfermedad. Los detalles dependen de qué hongo en particular se trate y de qué parte del cuerpo del gato se trate.
¿Qué tipos de infecciones por hongos pueden afectar a los gatos?
Existe una amplia variedad de infecciones por hongos posibles: aquí hay una lista completa de los que pueden afectar a los gatos domésticos.
- Tiña o dermatofitosis (que significa infección fúngica de la piel, el pelo y las uñas). Estas infecciones de la piel pueden ser causadas por varios tipos diferentes de hongos, incluido el microsporum canis. Consulta nuestro artículo específico sobre la tiña en gatos para obtener más detalles sobre esta afección específica.
- Candidiasis, una infección micótica que puede afectar el tracto gastrointestinal (GI), respiratorio o urogenital.
- Blastomicosis, una enfermedad sistémica causada por el hongo de la especie Blastomyces.
- La esporotricosis es una enfermedad fúngica cutánea o sistémica causada por la especie de hongo Sporothrix.
- La criptococosis es una infección fúngica del sistema respiratorio causada por Cryptococcus.
- Neoformans u otras especies de este hongo. Estas esporas fúngicas se encuentran con mayor frecuencia en los excrementos de las aves, especialmente las heces de las palomas, pero también pueden encontrarse en la vegetación en descomposición.
- Aspergilosis nasal, una infección fúngica de los conductos nasales, causada por el hongo Aspergillus.
- Feohifomicosis, una infección fúngica específica que causa enfermedades cutáneas, subcutáneas y/o del sistema nervioso central (SNC).
- Hialohifomicosis, que es principalmente una infección fúngica rara de la piel, así como de otras partes del cuerpo.
- Histoplasmosis, una infección fúngica sistémica poco frecuente.
- Coccidioidomicosis, una infección fúngica sistémica poco frecuente.
- La queratomicosis, o queratitis fúngica, es una infección fúngica de la superficie del ojo.
- Cistitis fúngica.
- Meningitis fúngica.
¿Qué tan comunes son las infecciones por hongos en los gatos?

El tratamiento adecuado para la pérdida de pelo de tu gato dependerá de la causa subyacente.
- La tiña, o dermatofitosis, es una enfermedad muy común y de distribución mundial.
- Los otros tipos de infecciones fúngicas se observan en raras ocasiones. Son más comunes en algunas partes del mundo, pero en general son diagnósticos poco frecuentes que los veterinarios tendrán en cuenta al investigar casos que presentan presentaciones inusuales que no responden a tratamientos simples.
¿Cómo contraen infecciones por hongos los gatos?
En general, las infecciones por hongos tienden a propagarse a través de las esporas (como huevos diminutos) que producen los organismos fúngicos. Estas esporas tienden a permanecer en el ambiente y se propagan por fómites (es decir, un gato portador del hongo dejará esporas en un objeto y otro gato contraerá la infección fúngica después del contacto directo con ese objeto).
Síntomas de infecciones fúngicas en gatos

Algunas infecciones fúngicas provocan que los gatos pierdan pelo y presenten lesiones en la piel, a veces circulares, a veces con escamas, áreas engrosadas y pigmentadas.
Los signos clínicos de las infecciones por hongos varían según la parte del cuerpo afectada.
- La tiña o dermatofitosis produce pérdida de cabello y lesiones en la piel, a veces circulares, a veces con escamas, zonas engrosadas, pigmentación y otros cambios.
- La candidiasis, que afecta el tracto gastrointestinal, biliar, respiratorio superior o urogenital, tiende a causar inflamación de estas áreas y pueden observarse placas fúngicas grises.
- La blastomicosis sistémica provoca síntomas generales que incluyen embotamiento, pérdida de peso, letargo e inapetencia.
- La esporotricosis tiende a producir lesiones en la piel que inicialmente pueden confundirse con heridas de pelea de gatos. La versión sistémica tiende a producir signos respiratorios (estornudos, tos, dificultad para respirar) o signos generales como pérdida de peso, embotamiento, etc.
- La criptococosis puede causar una variedad de signos, desde signos cutáneos y subcutáneos hasta signos sistémicos de enfermedad y signos neurológicos, dependiendo del foco de la infección.
- La aspergilosis nasal provoca estornudos, secreción nasal, hinchazón alrededor de las fosas nasales y los senos paranasales y, a veces, signos secundarios como problemas oculares o ganglios linfáticos agrandados.
- La feohifomicosis produce lesiones en la piel cuando ésta es la zona afectada, o alteración del comportamiento, convulsiones u otros signos neurológicos cuando está afectado el sistema nervioso central (SNC).
- La hialohifomicosis, la histoplasmosis y la coccidioidomicosis causan una amplia gama de síntomas, dependiendo de qué partes del cuerpo estén afectadas.
- La queratomicosis, o queratitis fúngica, se presenta como dolor en el ojo, con secreción, malestar y enrojecimiento.
- La cistitis fúngica tiende a causar el mismo tipo de signos que la cistitis bacteriana, con aumento de la urgencia y frecuencia urinaria y, a veces, sangre en la orina.
- La meningitis fúngica tiende a causar signos de inflamación del sistema nervioso central, como alteración del comportamiento, convulsiones , etc.
Diagnóstico de infecciones fúngicas
Si tu veterinario sospecha que tu gato tiene una infección fúngica, se seguirán los siguientes pasos de acuerdo con los principios básicos de la medicina veterinaria.
1. Toma de historia clínica detallada
Tu veterinario analizará todos los aspectos relacionados con la condición de tu gato y su salud en general. Existen otras causas que pueden generar los mismos síntomas que las infecciones fúngicas, por lo que esta información será clave para diferenciar las posibles causas.
Se incluirán preguntas sobre los contactos que tu gato haya tenido con otros gatos infectados o con ambientes frecuentados por animales infectados (como gatos salvajes al aire libre). Además, el lugar donde vive tu gato también formará parte de este historial, ya que en algunas zonas de Norteamérica la prevalencia de ciertas infecciones fúngicas es mayor que en otras.
2. Examen físico
Tu veterinario examinará a tu gato con detalle, buscando cualquier signo de infección fúngica mencionado anteriormente. Se revisará la piel minuciosamente, prestando atención a áreas sin pelo, nódulos o secreciones.
También realizará una auscultación del pecho de tu gato (escuchando con un estetoscopio), evaluando tanto los pulmones como el ritmo y los sonidos del corazón. Se llevará a cabo una palpación cuidadosa de la cavidad abdominal. Este examen clínico general es fundamental para evaluar de manera completa la salud de tu gato.
3. Análisis de sangre de rutina
Es muy probable que tu veterinario realice análisis de sangre de rutina, incluyendo los exámenes diagnósticos habituales, como hematología (hemograma completo) y perfiles bioquímicos. Estos exámenes no están diseñados específicamente para identificar enfermedades fúngicas, sino que son una evaluación general para revisar la salud de tu gato. No obstante, pueden mostrar alteraciones si tu gato padece algún tipo de infección fúngica sistémica en particular.
4. Análisis de sangre especializados
Tu veterinario podría recomendar análisis de sangre específicos para algunas infecciones virales, como FeLV y FIV, ya que pueden tener implicaciones importantes en cuanto a infecciones fúngicas si tu gato resulta positivo en alguno de estos, dado que pueden tener un efecto inmunosupresor en él.
5. Diagnóstico por imágenes
- Se pueden tomar radiografías si tu gato muestra signos respiratorios: en el caso de la aspergilosis, habrá cambios en el cráneo y las cámaras nasales.
- Se puede recomendar una ecografía para visualizar las estructuras internas si hay signos sistémicos.
- Las exploraciones por tomografía computarizada o resonancia magnética pueden estar indicadas para algunas infecciones fúngicas internas sospechadas.
6. Otras pruebas de laboratorio
- Se examinarán raspaduras de piel y pelos arrancados si hay signos de enfermedad cutánea. Estos pueden examinarse en el laboratorio interno de la clínica o pueden enviarse a un laboratorio externo para un análisis detallado. Las pruebas incluyen un examen microscópico para detectar esporas de hongos y un cultivo de hongos.
- Se pueden recolectar otras muestras de tejido o una biopsia para su examen, cultivo y quizás citología e histopatología.
- Se puede recomendar un análisis de orina si hay signos urinarios.
- Se pueden analizar las heces si se sospechan ciertas infecciones fúngicas gastrointestinales.
7. Otras pruebas
Tu veterinario puede utilizar una lámpara ultravioleta (conocida como «lámpara de Wood») para buscar una fluorescencia verde en la piel y el pelaje de tu gato, lo cual a veces puede indicar una infección por tiña.
Tu veterinario te indicará qué investigaciones detalladas son necesarias.
Tratamiento para infecciones por hongos

Las soluciones para tratar las infecciones fúngicas en los gatos incluyen ungüentos para la piel que contienen medicamentos antimicóticos, champús antimicóticos y medicamentos orales.
El tratamiento principal de las infecciones por hongos es la medicación antimicótica. Existe una amplia variedad de medicamentos antimicóticos y la elección correcta depende del tipo de infección y de la parte del cuerpo afectada.
La tiña, la infección micótica más común, se trata de la siguiente manera:
- Ungüentos para la piel que contienen medicamentos antimicóticos.
- Champús que contienen medicación antimicótica
- Medicamentos orales como itraconazol.
Seguimiento y pronóstico
Las infecciones fúngicas pueden tardar semanas o meses en resolverse, por lo que deberás seguir en contacto con tu veterinario hasta que esté completamente seguro de que el problema se ha solucionado. Las recaídas son comunes.
Conclusión
Existen muchos tipos de infecciones fúngicas en los gatos, que afectan diferentes partes del cuerpo. Las infecciones fúngicas en la piel (conocidas como «tiña») son las más comunes. Mantener una estrecha comunicación con tu veterinario es la mejor manera de abordar cualquier infección fúngica sospechosa.