Metimazol para gatos: descripción general, dosis y efectos secundarios

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El metimazol, conocido en marcas como Felimazole y Tapazole, es un medicamento oral muy utilizado en veterinaria para tratar el hipertiroidismo en gatos. En este artículo descubrirás qué es el metimazol, cómo actúa, los efectos secundarios que debes vigilar y respuestas a las dudas más comunes.

Descripción general del metimazol para gatos

Tipo de medicamento:
Medicación antitiroidea
Forma:
Comprimidos orales
¿Se requiere receta médica?:
¿Aprobado por la FDA?:
Nombres de marca:
Felimazole, Tapazol
Nombres comunes:
Metimazol
Dosis disponibles:
Comprimidos de felimazol: 2.5 y 5 mg; genéricos: 5 mg y 10 mg
Rango de vencimiento:
Los productos deben utilizarse antes de la fecha de caducidad indicada en el envase. Las tabletas deben conservarse a temperatura ambiente y protegidas de la humedad.

Acerca del metimazol para gatos

Hipertiroidismo en gatos

El metimazol se clasifica como un medicamento antitiroideo. Básicamente, detiene la producción de la hormona tiroidea que secretan las glándulas tiroides.

Este medicamento es muy común y efectivo para tratar gatos con hipertiroidismo, una condición en la que las glándulas producen exceso de hormona tiroidea (T4), causando efectos crónicos que afectan gravemente al organismo.

Felimazole, una marca de metimazol fabricada por Dechra Pharmaceuticals, cuenta con aprobación de la FDA para uso en gatos. Tapazole, una marca para humanos, se utiliza con frecuencia en gatos fuera de indicación. También existen múltiples versiones genéricas del metimazol.

Aunque existen otras alternativas para tratar el hipertiroidismo, como el yodo 131, la cirugía para eliminar la glándula tiroidea hiperactiva y dietas especiales con receta, la principal ventaja del metimazol es que permite controlar la enfermedad rápido y a bajo costo.

¿Qué hace el metimazol en los gatos?

El hipertiroidismo felino es una enfermedad muy frecuente en gatos mayores y se considera el trastorno endocrino más común en esta etapa de la vida.

Las enfermedades endocrinas afectan las glándulas internas que producen hormonas. En el hipertiroidismo, estas glándulas generan en exceso las hormonas tiroideas T4 y T3.

El impacto de estas hormonas en el organismo varía según el gato, pero por lo general afecta múltiples sistemas. Los niveles elevados aceleran el metabolismo, poniendo el cuerpo del gato en un estado de sobreactividad constante.

Por lo general, los gatos con hipertiroidismo tienen al menos 10 años o más, y presentan un apetito voraz junto con pérdida de peso.

La causa más frecuente del hipertiroidismo es un tumor benigno llamado adenoma en las glándulas tiroideas. Afortunadamente, los tumores malignos en esta glándula son muy poco comunes, lo que hace que el manejo médico sea una opción viable.

El metimazol actúa bloqueando la producción y liberación de la hormona tiroidea, controlando así el exceso y sus efectos. La cantidad de hormona que se reduce depende de la dosis y de cada gato en particular. Por eso, este medicamento solo permite controlar la enfermedad, no eliminarla.

Efectos secundarios del metimazol en gatos

Cuando los gatos presentan efectos secundarios por el metimazol, estos suelen manifestarse durante los primeros tres meses de tratamiento.

Muchos gatos toleran bien el metimazol, pero existen algunos efectos secundarios, tanto comunes como menos frecuentes, que debes conocer. La mayoría aparecen durante los primeros tres meses de tratamiento. Los más habituales son vómitos, pérdida de apetito y cansancio excesivo.

Alrededor del 10 % de los gatos pueden presentar molestias gastrointestinales. En algunos casos, esto se debe al sabor amargo de la pastilla, por lo que esconderla en la comida o en un premio puede ayudar.

Otros efectos más graves se presentan con menor frecuencia. Alteraciones en la sangre, como problemas de coagulación, hemorragias o conteos bajos de células, ocurren en aproximadamente un 4 % de los casos.

El picor intenso en el rostro, conocido como prurito, afecta al 2-3 % de los gatos y suele aparecer rápido, en las primeras tres semanas.

Entre los efectos raros pero serios están enfermedades hepáticas y trastornos inmunitarios, que se registran en menos del 2 % de los pacientes.

Aún con menor frecuencia se ha observado un trastorno neuromuscular llamado miastenia gravis.

Dado que el hipertiroidismo afecta principalmente a gatos mayores, es común que tengan otras enfermedades que pueden complicar el tratamiento. La más frecuente es la enfermedad renal. Cuando hay hipertiroidismo, la filtración en los riñones aumenta, lo que puede ocultar problemas renales subyacentes.

Este daño renal puede detectarse solo después de iniciar el tratamiento, ya que la filtración disminuye conforme se normaliza el metabolismo. Por eso, es fundamental realizar análisis de control periódicos para monitorear la función de los órganos.

En gatos con enfermedad renal moderada o grave, cualquier terapia para el hipertiroidismo debe evaluarse con cuidado, pues puede empeorar la función renal. Según la experiencia del autor, incluso en gatos con enfermedad renal leve y diagnóstico reciente, el tratamiento debe abordarse con precaución.

El metimazol también puede complicar condiciones preexistentes como diabetes, enfermedades hepáticas o trastornos sanguíneos e inmunitarios.

Varios medicamentos pueden interactuar con el metimazol, así que siempre informa a tu veterinario sobre cualquier fármaco o suplemento que esté tomando tu gato antes de iniciar el tratamiento.

Las sobredosis suelen causar temporalmente los efectos más comunes, como problemas digestivos y cansancio. También pueden afectar el hígado y causar anemia o disminución de plaquetas. La gravedad depende de la dosis y de otras enfermedades que tenga el gato.

Si notas cualquier signo preocupante o sospechas una sobredosis, contacta de inmediato a tu veterinario o a centros especializados como el ASPCA Animal Poison Control Center (1-888-426-4435) o Pet Poison Helpline (1-855-764-7661).

En humanos, el metimazol es teratógeno, lo que significa que puede provocar malformaciones en fetos en desarrollo. Por eso, mujeres embarazadas o en etapa de concepción deben usar guantes al manipular el medicamento, así como la arena sanitaria o fluidos corporales (orina o vómito) de gatos tratados.

Si tu gato presenta molestias digestivas por el metimazol, cambiar a la forma tópica transdérmica puede ser una solución, ya que evita la irritación estomacal causada por la pastilla. Si surgen efectos graves que obliguen a suspender el tratamiento, será necesario recurrir a otras opciones, como yodo-131, cirugía o dietas especiales para controlar el hipertiroidismo.

Dosis de metimazol para gatos

El producto de marca aprobado por la FDA, Felimazole (metimazol), es una tableta que se administra por vía oral.

Según la etiqueta del producto aprobado por la FDA, Felimazole para gatos, la dosis inicial de metimazol es de 2.5 miligramos por gato cada 12 horas. Después, se ajusta la dosis según los resultados de los análisis de control que se realizan a las tres semanas. Cada ajuste debe hacerse en incrementos de 2.5 miligramos.

La dosis máxima diaria de Felimazole es de 20 miligramos, dividida en dos tomas cada 12 horas, sin superar los 10 miligramos por dosis.

Muchos gatos con hipertiroidismo se mantienen estables con 2.5 miligramos dos veces al día, aunque puede ser necesario modificar la dosis, por eso los controles periódicos son fundamentales, especialmente al iniciar el tratamiento.

En los casos donde los gatos no toleran las tabletas, ya sea por problemas digestivos o porque sus dueños tienen dificultad para administrarlas, existen presentaciones líquidas orales y tópicas transdérmicas que pueden prepararse en farmacias magistrales.

Aunque son más fáciles de aplicar, la forma transdérmica suele ser menos efectiva y tarda más en controlar la enfermedad, además de requerir dosis más altas.

Esta presentación siempre debe ser aplicada por una persona que use guantes para evitar la absorción accidental del medicamento a través de la piel.

Para quienes consideran tratamientos más definitivos, como la cirugía para retirar la glándula hiperactiva o la terapia con yodo-131, generalmente se prescribe metimazol por un corto periodo para controlar los síntomas antes del procedimiento. También ayuda a asegurar que el control de la enfermedad es posible y a prevenir que aparezca una enfermedad renal secundaria cuando la función tiroidea vuelve a la normalidad.

Conclusión

El metimazol es un medicamento muy comúnmente recetado para gatos con hipertiroidismo. Su principal ventaja es que controla los síntomas en tan solo un par de semanas y, además, es muy accesible en costo.

Los efectos secundarios son poco frecuentes, pero están bien documentados y pueden presentarse. Aun así, dado que otros tratamientos pueden ser menos confiables (como la dieta prescrita) o demasiado costosos (cirugía y tratamiento con yodo-131), el metimazol sigue siendo la opción más usada para manejar esta condición tan habitual.

Aviso sobre dosis de medicamentos: Solo podemos proporcionar dosis de medicamentos aprobados por la FDA para gatos y siempre siguiendo las indicaciones oficiales. Para medicamentos usados fuera de etiqueta, solo ofrecemos pautas y recomendaciones de seguridad. La dosis segura y adecuada para estos casos solo puede determinarla un veterinario de atención primaria.

Te recomendamos trabajar de la mano con tu veterinario para evaluar si un medicamento es adecuado para tu gato. Modificar o ajustar la dosis sin supervisión veterinaria puede ser riesgoso. No alentamos el uso de medicamentos para humanos en mascotas sin antes consultar con un profesional veterinario.

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Dr. Chris Vanderhoof, DVM, MPH

El Dr. Chris Vanderhoof se graduó en 2013 de la Facultad de Medicina Veterinaria de Virginia-Maryland (VMCVM) en Virginia Tech, donde también obtuvo una Maestría en Salud Pública. Completó una pasantía rotativa en el Hospital Veterinario Red Bank en Nueva Jersey y ahora trabaja como médico general en el área de Washington DC. El Dr. Vanderhoof también es redactor especializado en el campo de la salud animal y fundador de Paramount Animal Health Writing Solutions, que se puede encontrar en www.animalhealthcopywriter.com. El Dr. Vanderhoof vive en el área del norte de Virginia con su familia, incluidos 3 gatos.