Las narices de los gatos son tan particulares como fascinantes, y al igual que las almohadillas de sus patas, pueden cambiar con el tiempo. Si notas que el tono de la nariz de tu gato varía, es normal que te preguntes qué está pasando. Entonces, ¿a qué se debe ese cambio y qué significa?
Cada gato tiene un tono único en su nariz, que generalmente está relacionado con el color de su pelaje, ya que los mismos pigmentos influyen en ambos. A medida que envejecen, es común que aparezcan hiperpigmentación y lentigo, lo que puede modificar el color de esta zona.
Según el color habitual de la nariz de tu gato, detectar variaciones puede ser sencillo o un poco más complicado. Estos cambios pueden deberse a factores ambientales o de salud. En algunos casos, el cambio de color es algo que debe llamar tu atención, pero otras veces es completamente natural.
Razones por las que la nariz de tu gato cambia de color
1. Cambios de temperatura
La piel de la nariz del gato está llena de pequeños vasos sanguíneos. Cuando hace mucho frío, estos se contraen —un proceso llamado vasoconstricción— para reducir el flujo de sangre y evitar la pérdida de calor en las extremidades expuestas, desviando la sangre hacia los órganos vitales. Por eso, la nariz se ve más pálida.
Esto protege al cuerpo de perder calor por una zona sin pelaje que sirva de aislamiento. Al contrario, cuando hace calor, los vasos se dilatan —vasodilatación— para facilitar la salida del calor, y la nariz se torna más oscura o rosada.
Si el cambio en el color de la nariz se debe a la temperatura, al subir o bajar la temperatura, verás cómo vuelve a su tono habitual, y podrás estar tranquilo, porque no hay motivo de preocupación.
2. Cambios de humor
El estado de ánimo de tu gato también influye en el color de su nariz, gracias al mismo mecanismo que reacciona ante la temperatura. Cuando está emocionado, juguetón o molesto, los vasos sanguíneos se dilatan, haciendo que la nariz se vea más oscura o rosada.
Además, el tono puede variar un poco mientras come, duerme o recibe caricias. Según el color base de su nariz, esos cambios serán muy visibles en algunos gatos y casi imperceptibles en otros.
Al igual que con las variaciones por temperatura, no hay motivo para alarmarse; la nariz recuperará su color habitual cuando cambie su ánimo.
3. Falta de oxígeno

Una nariz azulada es una emergencia médica, ya que esto indica que tu gato no está recibiendo suficiente oxígeno.
El motivo más grave por el que la nariz de un gato puede cambiar de color es la falta de oxígeno, y esto es una emergencia. Si ves que la nariz de tu gato se ha puesto azul, llévalo de inmediato al veterinario. Esto puede estar relacionado con problemas cardíacos o respiratorios, algún trauma o la ingestión de una toxina.
En estas situaciones, es común que las encías o las almohadillas de sus patas también presenten un color similar.
4. Anemia
La anemia ocurre cuando no hay suficiente sangre roja circulando en el organismo del gato. Puede deberse a diversas causas, como hemorragias internas o externas, trastornos de coagulación, parásitos, enfermedades renales, problemas en la médula ósea o ciertos tipos de cáncer. El signo más común y fácil de detectar es una nariz pálida o blanca, junto con encías descoloridas.
Aunque la nariz de tu gato pueda verse pálida temporalmente por el frío, si esa palidez persiste, es fundamental llevarlo al veterinario para que lo revise y realice análisis de sangre que confirmen la anemia y determinen su origen.
5. Deshidratación
La deshidratación es una de las causas más frecuentes de nariz pálida en los gatos. Si no ingieren suficiente líquido, pueden deshidratarse rápidamente. No obstante, para que la nariz se vuelva blanca, la deshidratación debe ser grave. En casos leves o moderados, el cambio de color puede ser imperceptible o solo un leve aclaramiento.
Además, la nariz puede sentirse seca si tu gato está deshidratado. Si sospechas que esto está ocurriendo, es importante que un veterinario lo evalúe, ya que podría necesitar líquidos o sueros para recuperarse.
6. Diabetes

Los gatos con diabetes no controlada pueden tener narices pálidas además de otros síntomas.
Los gatos diabéticos son muy propensos a deshidratarse, ya que, si no se controla bien la enfermedad, suelen tener mucha sed y orinar con más frecuencia de lo habitual. Una nariz pálida es un signo común, junto con aumento de peso, letargo y esos cambios en la sed y la micción.
Si sospechas que tu gato puede tener diabetes o notas que su control no es el adecuado, consulta con el veterinario. Con análisis de sangre y orina se puede confirmar o descartar la enfermedad y evaluar si el tratamiento actual está funcionando correctamente.
7. Virus de la leucemia felina
El virus de la leucemia felina (FeLV) es una enfermedad grave y mortal que puede afectar a los gatos, provocando distintos síntomas a lo largo de su vida. Afortunadamente, la mayoría están vacunados, por lo que es poco común.
Una nariz pálida puede ser una señal temprana de esta infección. Los gatos con FeLV sangran con mayor facilidad y son más propensos a desarrollar anemia debido a la reducción de glóbulos rojos. Consulta con tu veterinario para recibir orientación sobre cómo manejar esta enfermedad y asegúrate de que las vacunas de tu gato estén al día.
8. Hipotermia o congelación
Hablamos de cómo cambia el color de la nariz de un gato con el frío, pero cuando el frío es extremo, la situación se vuelve más delicada. Con bajas temperaturas intensas o exposición prolongada, los vasos sanguíneos se contraen drásticamente y la circulación disminuye, ya que el cuerpo prioriza mantener funcionando los órganos vitales. Si no logra calentarse, el gato puede sufrir hipotermia.
La congelación puede provocar cambios llamativos y poco comunes en el color de la nariz, que varían según su tono habitual: puede tornarse roja, gris o incluso azul. Si crees que tu gato tiene congelación o hipotermia, llévalo de inmediato al veterinario; es una emergencia.
9. Cáncer de piel
Uno de los mayores motivos de preocupación cuando notas un cambio en el color de la nariz de tu gato es el cáncer de piel. Generalmente, el cáncer no hace que la nariz se aclare, pero ciertos tipos pueden desarrollarse ahí y alterar su color o apariencia.
Los gatos de pelaje claro, especialmente los blancos, son más vulnerables porque su piel sufre más daño por la exposición al sol. Melanomas y carcinomas de células escamosas son tumores que pueden aparecer en la nariz, junto con otras formas de cáncer cutáneo. Si detectas alguna protuberancia o cambio extraño en esa zona, lleva a tu gato al veterinario cuanto antes.
Reflexiones finales

Los cambios breves en el color de la nariz generalmente no son motivo de preocupación, pero si duran, conviene que un veterinario los revise.
Las narices de los gatos son sensibles y fascinantes; reflejan tanto lo que sucede en el entorno como en el interior de su cuerpo. Según el color base de la nariz, puede ser complicado notar variaciones en el tono.
Los cambios breves que regresan al color habitual suelen no ser preocupantes y están vinculados al clima o al estado de ánimo de tu gato. Pero si las alteraciones son frecuentes o prolongadas, podrían indicar un problema de salud serio, así que habla con tu veterinario ante cualquier cambio en la piel o nariz de tu mascota.
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