Si tu gato ha sufrido un golpe en la cabeza, es posible que te estés preguntando cómo se manifiestan las conmociones cerebrales en los gatos. En este artículo, veremos por qué los gatos pueden desarrollar conmociones, cómo identificarlas y qué hacer para ayudarles.
¿Qué son las conmociones cerebrales en los gatos?
Una conmoción cerebral es el tipo más leve de lesión cerebral traumática (LCT). La palabra «conmoción» proviene del latín «concutere», que significa «sacudir violentamente».
Las conmociones cerebrales en gatos son causadas por un trauma en la cabeza, como un golpe o un impacto directo, o por un traumatismo en el cuerpo que provoca que la cabeza y el cerebro se muevan repentinamente en direcciones opuestas, lo que hace que el cerebro se sacuda dentro del cráneo.
Esto causa compresión y torsión del tejido cerebral, estirando y dañando las células cerebrales. Como resultado, se produce una interrupción temporal de la función cerebral y, en algunos casos, hinchazón del cerebro. No hay daño físico perceptible en las células cerebrales. Al microscopio, el tejido cerebral parece normal.
Las lesiones cerebrales traumáticas más graves incluyen:
- Contusión o hematoma: daño físico que provoca hemorragia dentro del tejido cerebral.
- Laceración: daño físico (equivalente a un corte con cuchillo) en el tejido cerebral.
Con las conmociones cerebrales, existe cierta confusión sobre la terminología precisa, especialmente sobre la diferencia entre el singular («conmoción») y el plural («conmociones»).
Un solo incidente se conoce como «una conmoción» y se puede decir que un gato sufre de «conmoción» o «una conmoción».
Los incidentes repetidos o múltiples se conocen como «conmociones» y, en ese caso, se puede decir que un gato sufre de «conmociones».
¿Cuáles son los signos de conmoción cerebral en los gatos?
Las conmociones cerebrales en gatos no son mortales por sí solas, pero los efectos de una conmoción pueden variar desde leves hasta graves.
- En un caso leve, hay una breve pérdida de conciencia, tras la cual el gato vuelve a su estado normal.
- En un caso más grave, los gatos afectados por una conmoción experimentan una función cerebral alterada, lo que lleva a un estado modificado de alerta mental. Como los gatos no pueden comunicarnos cómo se sienten, debemos ser nosotros quienes los observemos detenidamente para detectar que han sufrido una conmoción.
¿Cómo saber si un gato sufre una conmoción cerebral?
Si has visto a un gato sufrir algún tipo de traumatismo (como un accidente de tráfico, una caída desde una altura o el ataque de un perro), debes tener en cuenta el riesgo de sufrir una conmoción cerebral. Si su cabeza o cuello se vieron afectados, o si fue sacudido o lanzado de un lado a otro, es muy probable que sufra una conmoción cerebral.
Síntomas de conmoción cerebral en gatos
Los síntomas de una conmoción cerebral incluyen falta de respuesta, somnolencia, letargo, falta de alerta normal, caminar con un paso anormal, dificultad para caminar, saltar hacia arriba o hacia abajo y dificultad para subir escaleras.
Los gatos pueden sufrir mareos, tambalearse, caminar en círculos, balancearse o simplemente querer quedarse quietos y dormir más de lo normal. En ocasiones, un gato afectado puede sufrir convulsiones.
Otros posibles efectos pueden incluir pupilas de diferentes tamaños, vómitos y movimientos bruscos de los ojos de un lado a otro («nistagmo»).
¿Qué tan comunes son las conmociones cerebrales en los gatos?

Si bien los gatos que viven al aire libre son los más afectados por conmociones cerebrales, esto podría sucederle a cualquier gato.
Las conmociones cerebrales son comunes en gatos de todas las edades y pueden tener varias causas. El problema se observa con mayor frecuencia en gatos que viven al aire libre, ya que tienen más probabilidades de sufrir traumatismos.
¿Qué hacer si sospechas que tu gato tiene una conmoción cerebral?
Las conmociones cerebrales pueden ocurrir tras cualquier tipo de trauma en la cabeza, pero también pueden producirse lesiones cerebrales más graves. Estas lesiones pueden manifestarse de manera similar a una conmoción, pero con un grado de alteración más severo. Las conmociones son temporales, pero las lesiones más graves derivadas de un trauma en la cabeza pueden causar daños cerebrales permanentes. Por eso es tan importante tomar las conmociones con seriedad.
Cualquier gato que presente síntomas sospechosos de conmoción debe ser llevado urgentemente al veterinario para que el problema sea identificado y evaluado, y para que se le administre el tratamiento adecuado.
Si la conmoción es muy leve y tu gato se ha recuperado rápidamente tras el incidente traumático, puedes optar por vigilarlo en casa. Sin embargo, en general, tras cualquier trauma lo suficientemente grave como para causar una conmoción, lo más seguro es llevar a tu gato al servicio veterinario de urgencias si tu veterinario de confianza no está disponible.
Tu veterinario podría seguir los siguientes pasos.
1. Toma de historia clínica detallada
Tu veterinario discutirá todos los aspectos de la condición de tu gato y revisará su salud en general. Muchos factores son importantes en este historial, como el tiempo que tu gato pasa afuera, si vives cerca de una carretera y si alguien fue testigo del incidente traumático.
Los dueños de gatos deben observar cuidadosamente el comportamiento de su mascota en la caja de arena, para asegurarse de que esté orinando y defecando con normalidad. Junto con la evaluación de la función cerebral de tu gato, el veterinario también revisará si hay algún otro daño físico que pudiera haberse producido en el cuerpo de tu gato al mismo tiempo.
Puede ser útil si tomas un video que muestre evidencia de la conmoción de tu gato, como tropiezos, caminar de manera extraña, etc.
2. Examen físico
Tu veterinario revisará cuidadosamente el cuerpo de tu gato en busca de cualquier anomalía. Normalmente, esto incluirá tomarle la temperatura, escuchar su pecho con un estetoscopio y pesarlo.
El veterinario generalmente realizará un examen neurológico completo, que incluye revisar los músculos, nervios y reflejos en todo el cuerpo de tu gato, examinar sus ojos y analizar el impacto de la conmoción. Es posible que le permita moverse por la sala de consulta, observando cómo camina, salta y trepa, con el fin de evaluar el grado de la conmoción.
3. Análisis de sangre y orina de rutina
Es muy probable que tu veterinario realice análisis de sangre, que incluirán el panel de pruebas diagnósticas habituales, como hematología (conteo sanguíneo) y perfiles bioquímicos (incluyendo electrolitos). También podrían realizarse pruebas simples de análisis de orina.
Este tipo de examen se conoce como “la base de datos mínima” y se lleva a cabo para evaluar a la mayoría de los gatos enfermos, sin importar los signos de la enfermedad. Proporciona información importante sobre la salud de tu gato, incluyendo la evaluación de posibles complicaciones, como hemorragias internas continuas.
4. Pruebas adicionales
Es posible que tu veterinario recomiende radiografías (rayos X) y exámenes de ultrasonido para verificar si hay fracturas evidentes en el cráneo o cualquier otro daño. Estos estudios pueden incluir otras partes del cuerpo de tu gato que pudieran haberse dañado al mismo tiempo que la conmoción.
Para obtener una imagen más detallada, pueden recomendarse técnicas de diagnóstico por imágenes como la Tomografía Computarizada (TC) o las Resonancias Magnéticas (RM), que permiten visualizar detalles internos del cerebro y detectar otros daños.
También es común medir la presión arterial, ya que la hipertensión puede contribuir a hemorragias cerebrales que se asemejan a las conmociones.
¿Se puede tratar la conmoción cerebral?

El tratamiento de la conmoción cerebral en gatos variará, dependiendo de cada caso individual y de la gravedad del mismo.
El tratamiento para una conmoción cerebral depende de la gravedad. Los casos leves no requieren tratamiento, mientras que los casos más graves pueden necesitar una intervención médica significativa.
Tratamiento de la conmoción cerebral
Tu veterinario puede recomendar cuidados de apoyo para tu gato tras el trauma asociado con la conmoción cerebral. Esto puede incluir suplementación de oxígeno, medicamentos para el dolor, líquidos intravenosos y cuidados intensivos. Si tu gato parece angustiado o desarrolla convulsiones, puede ser necesario sedarlo.
En teoría, si las pruebas muestran que el gato está sufriendo de hinchazón cerebral grave y posible hemorragia cerebral, y si hubo un deterioro de la conmoción hacia una lesión cerebral más grave, entonces se podría considerar la cirugía. Sin embargo, esto es raro en gatos.
La gestión continua del dolor suele ser necesaria una vez que el gato se ha recuperado de la conmoción, y es crucial un manejo cuidadoso en casa. Esto significa no permitir que tu gato suba a superficies elevadas, por si aún no ha recuperado su plena capacidad de equilibrio.
¿Cuánto cuesta tratar a un gato con conmoción cerebral?
El costo del tratamiento para una conmoción cerebral en gatos depende completamente de la gravedad de la conmoción. También debe considerarse cualquier otro daño al cuerpo causado por el trauma que resultó en la conmoción. Puede ser inferior a $ 150 USD si el gato tiene una conmoción leve, o superar los $ 3,000 si el gato tiene una conmoción grave con complicaciones que requieren análisis y tratamiento intensivos.
Seguimiento y pronóstico

Si la conmoción cerebral de tu gato es grave, puede ser necesario realizar más procedimientos para su cuidado posterior.
El grado de monitoreo necesario en el caso de conmociones cerebrales en gatos depende de cada individuo. En general, los gatos con conmociones leves pueden recuperarse rápidamente sin necesidad de revisiones adicionales. Las conmociones graves pueden requerir chequeos frecuentes por parte de un veterinario hasta que se haya recuperado completamente.
El pronóstico depende completamente del caso en particular, la gravedad de las conmociones y los daños adicionales en el resto del cuerpo causados por el trauma. Tu veterinario será quien mejor pueda ofrecerte una respuesta específica a esta pregunta.
Conclusión
La conmoción cerebral en gatos es el tipo más leve de lesión cerebral, que ocurre comúnmente después de un trauma que afecta su cabeza y cuello. Los gatos afectados deben ser llevados al veterinario para una evaluación detallada.
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