Se sabe que algunos grandes felinos, como los tigres, disfrutan de darse un chapuzón en el agua para refrescarse o cazar presas. Pero la mayoría de los gatos domésticos, a pesar de su fascinación por los grifos que gotean, parecen evitar mojarse a toda costa. Esto podría deberse a que evolucionaron a partir de gatos del desierto, que habrían tenido muy poca exposición al agua. O tal vez simplemente no les gusta la sensación de un pelaje húmedo y pesado que los agobie.
Probablemente nunca sabremos con certeza de dónde proviene exactamente el miedo de los gatos al agua, pero este artículo explorará las teorías sobre por qué tienen miedo al agua, qué razas son una excepción a esa regla y si es posible enseñar a los gatos a amar el agua.
5 razones por las que los gatos odian el agua
No todos los gatos odian el agua. Algunos disfrutan persiguiendo un chorro de agua por la acera o metiendo la pata en un acuario. El agua en movimiento puede ser una fuente de fascinación para muchos felinos. Esto dicho, como regla general, casi todos los gatos domésticos detestan mojarse. Entonces, ¿por qué nuestros gatos son tan diferentes a sus primos los tigres?
1. Sus antepasados, los gatos salvajes, vivían en el desierto
Los antepasados de tu gato vivían en tierras secas y desérticas donde habrían tenido muy poco contacto con el agua. Por eso, incluso miles de años después, tu gato se las arregla tan bien con el calor y no necesita beber mucho en comparación con otras mascotas.
Los expertos creen que esto también podría explicar por qué muestran tanta aversión a mojarse. Sus antepasados tenían poca necesidad (u oportunidad) de entrar en el agua, por lo que tu gato simplemente no ha evolucionado para ser una criatura acuática. ¡Probablemente sean mucho más felices tomando el sol en un día agradable y cálido!
2. Los pelajes mojados son incómodos
Los gatos no han evolucionado para pasar tiempo en el agua, por lo que su pelaje tampoco. Cuando los gatos se mojan, su pelaje absorbe el agua y se vuelve pesado, un poco como si caminaran con un abrigo mojado. Como a los gatos les encanta ser ágiles y pasan mucho tiempo acicalándose, un pelaje mojado puede resultar muy incómodo y restrictivo. Además, tardan mucho tiempo en secarse.
En definitiva, tu gato preferiría permanecer seco.
3. Mojarse elimina su olor natural

La humedad hace que el pelaje de los gatos se vuelva pesado y elimina los olores familiares.
Los gatos tienen glándulas odoríferas por todo el cuerpo. Estas glándulas secretan feromonas que son exclusivas de tu gato y que indican distintas cosas. Por ejemplo, cuando tu gato se frota contra ti, se está enviando un mensaje a sí mismo: eres un amigo.
Estas feromonas son importantes para tu gato y desempeñan un papel fundamental en su comunicación con el mundo que lo rodea. Sumergirlo en agua puede eliminar estos olores especiales que tanto tiempo esparcen y que pueden desorientarlo y confundirlo.
4. Su sensible sentido del olfato
Además de producir una gran variedad de olores a través de feromonas, los gatos también son muy buenos para detectarlos. Tienen aproximadamente cuarenta veces más receptores de olores en la nariz que nosotros. Esto significa que pueden detectar todo tipo de productos químicos y sustancias disueltas en el agua del grifo que nosotros no podríamos detectar, lo que puede resultar desagradable para nuestros quisquillosos felinos. Se cree que su sensible nariz es otra razón por la que los gatos parecen odiar tanto el agua.
5. Experiencias negativas
Además de heredar rasgos de sus antepasados que vivían en el desierto, los gatos se ven afectados por las experiencias que han vivido en su propia vida. Quizá tu gato odie el agua porque en el pasado sufrió una descarga eléctrica al caerse en la bañera o al recibir un chorro de agua de una pistola. Por supuesto, no todos los gatos a los que no les gusta el agua han tenido una mala experiencia.
Y no todos los gatos odian el agua…
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¿Qué razas de gatos aman el agua?
Hay algunas razas de gatos que rompen las reglas en lo que se refiere al agua, y no me refiero a los tigres. Algunas de estas razas tienen una afinidad inusual con el agua porque son conocidos por su personalidad extrovertida e inquisitiva, como los gatos de Bengala. Otros (como el van turco) tienen pelajes especiales resistentes al agua que hacen que mojarse sea más agradable.
Estas razas aman más el agua que el gato doméstico promedio:
Esto dicho, cada gato es diferente. Incluso la mayoría de los gatos van turcos (apodados «El gato nadador» debido a su inusual amor por la natación) no suelen disfrutar del baño.
¿Se puede enseñar a un gato a amar el agua?

Muchos gatos son curiosos e inquisitivos cerca del agua, pero a la mayoría no le gusta mojarse por completo.
Algunos gatos parecen tener una fascinación por el agua, especialmente cuando está en movimiento. En este caso, puedes estimular su curiosidad natural con algunos juegos de agua sencillos. Por ejemplo, prueba a poner algunas de sus golosinas favoritas en un recipiente con agua para que las saquen. Las tapas de botellas, las pelotas de ping pong y los juguetes de plástico para gatos también funcionan bien si no les gustan tanto los premios empapados. ¡A muchos gatos también les divierte un grifo que gotea!
No obstante, aunque a algunos gatos les puede gustar jugar con agua, es muy poco probable que entren voluntariamente (a menos que sean de una raza conocida por nadar). Es importante no forzar la situación, ya que presionar a los gatos para que entren al agua puede asustarlos o estresarlos. Hay formas mucho más gratificantes de pasar tiempo con tu gato que intentar enseñarle a amar el agua. Simplemente, los gatos no son así.
Si necesitas bañar a tu gato, ya sea por recomendación del veterinario para tratar una afección en la piel o para eliminar alguna sustancia nociva, hay formas de ayudarlo a mantenerse tranquilo durante el proceso. Usa una tina pequeña con una alfombrilla antideslizante en lugar de una bañera grande, mantén el agua tibia y poco profunda, y sécalo con una toalla lo mejor posible para evitar que quede frío y mojado.
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