Nuestras mascotas pueden ser portadoras de diversos parásitos intestinales, entre los que se incluyen lombrices intestinales, anquilostomas, tenias y tricocéfalos. Estos parásitos pueden afectar la salud y el bienestar general de nuestros animales de compañía. Las infecciones por tricocéfalos pueden ser especialmente complicadas. Son más difíciles de diagnosticar y tratar y sus huevos son mucho más abundantes que los de otros parásitos intestinales.
Tipos de tricocéfalos
Existen dos especies de tricocéfalos que pueden infectar a los gatos: Trichuris serrata, que se encuentra en América del Norte, y Trichuris campanula, que se encuentra en Europa. Los tricocéfalos son específicos de cada especie y Trichuris vulpis no sobrevive en los gatos.
Causas y mecanismos de transmisión
No verá tricocéfalos adultos en las heces de un gato infectado. Para realizar este diagnóstico, se identifican los huevos microscópicos de tricocéfalos en una muestra de heces especialmente tratada del gato infectado, generalmente mediante flotación fecal. Por eso, su veterinario le recomienda que lleve una muestra de heces junto con el chequeo anual de su gato.
Los gusanos adultos viven en el ciego, una porción en forma de C del intestino grueso donde el intestino delgado se une al intestino grueso. En infecciones graves, también pueden vivir en el íleon, que es la porción final del intestino delgado y el colon, donde liberan larvas.
La cabeza se introduce en el tejido mucoso del intestino y absorbe sangre y nutrientes. La cola del gusano está libre en el lumen del intestino, liberando huevos que se eliminan a través de las heces. La cola se mueve hacia adelante y hacia atrás a medida que la ingesta se desplaza a través del intestino grueso, lo que le da al parásito el nombre común de "tricocéfalo".
¿Cómo se contagian los gatos de tricocéfalos?
Los huevos pasan a través de las heces y se depositan en el medio ambiente. Una vez fuera del cuerpo, se formará un embrión dentro del huevo. El huevo se vuelve infeccioso después de que se haya formado un embrión en su interior, un proceso que suele tardar entre dos y cuatro semanas.
Un gato ingiere un huevo embrionado y se convierte en huésped del tricocéfalo. El huevo embrionado eclosiona en el intestino delgado del gato, donde vive durante aproximadamente una semana antes de pasar al intestino grueso y al ciego. El tricocéfalo se alimentará durante unos tres meses antes de comenzar a producir huevos.
Síntomas de la tricocéfalo
Los signos clínicos de la infestación por tricocéfalos varían según la cantidad de gusanos que tenga el gato. Si solo hay unos pocos gusanos, muchos gatos no presentarán ningún síntoma. Los gatos con una mayor cantidad de gusanos pueden desarrollar diarrea sanguinolenta con esfuerzo y evacuaciones intestinales frecuentes y urgentes.
Los signos clínicos comunes incluyen:
- Diarrea (que a menudo contiene sangre o moco)
- Pérdida de peso
- Letargo
- Anemia (encías pálidas)
- Deshidración
- Mala condición del pelaje
- Arrastrar o arrastrar el trasero por el suelo
La diarrea suele ser acuosa y puede contener sangre fresca y mucosidad. Si la carga de lombrices es muy pesada, el gatito puede perder grandes cantidades de proteínas a través del tracto intestinal, lo que provoca pérdida de peso, letargo, anemia y un aspecto abultado debido a la acumulación de líquido en el abdomen.
Una gran cantidad de tricocéfalos pueden causar obstrucción intestinal o intususcepción cecocólica, una penetración del intestino en el ciego, ambas afecciones potencialmente mortales.
Cómo tratar una infección por tricocéfalos
Las infecciones por tricocéfalos pueden ser difíciles de eliminar por un par de razones. Los huevos infecciosos pueden sobrevivir en el suelo hasta cinco años. A diferencia de otros parásitos, sus huevos no mueren a causa de las temperaturas gélidas o las condiciones secas. Esto puede provocar reinfecciones recurrentes en el entorno de la mascota, como la caja de arena.
Además de la resistencia de los huevos, las infecciones por tricocéfalos pueden ser difíciles de diagnosticar. Los parásitos generalmente se identifican al encontrar los huevos en una muestra de heces. Los tricocéfalos no producen una cantidad tan grande de huevos como otros parásitos. Además, pueden pasar hasta tres meses antes de que liberen huevos en las heces. Ambos factores hacen que sea más difícil diagnosticar una infección por tricocéfalos.
El tratamiento para los tricocéfalos felinos consiste en la desparasitación con fenbendazol o febantel diariamente durante tres días consecutivos. Debido al ciclo de vida del tricocéfalo, el tratamiento debe repetirse tres semanas después del tratamiento inicial y nuevamente tres meses después.
Preguntas frecuentes
¿Cómo se contagia un gato de tricocéfalos?
La transmisión de los tricocéfalos se produce de la heces a la boca. El huevo pasa a través de las heces de un gato infectado. Otro gato lo ingiere, donde eclosiona y pasa al intestino grueso. Los gatos pueden volver a infectarse contaminando su entorno con huevos de tricocéfalos. Los huevos pueden vivir en el suelo hasta cinco años.
¿Qué mata a los tricocéfalos en los gatos?
El fenbendazol y el febantel son antiparasitarios que matan a los tricocéfalos. Deben administrarse diariamente durante tres días consecutivos. También se recomienda repetir la desparasitación tres semanas después y nuevamente a los tres meses debido al ciclo de vida de los tricocéfalos. La milbamicina es otro medicamento alternativo que puede administrarse mensualmente en áreas donde el medio ambiente está contaminado.
¿Cómo se manifiesta la infección por tricocéfalos en los gatos?
Algunos gatos pueden tener tricocéfalos y no mostrar ningún síntoma, especialmente si solo tienen unos pocos gusanos en el tracto gastrointestinal. Otros gatos pueden tener diarrea acuosa, flatulencia y sangre o moco en las heces. Algunos gatos pueden tener una pérdida de peso significativa o acumulación de líquido en el abdomen.
¿Cómo se contagió mi gato de interior de tricocéfalos?
Tu gato ingirió un huevo de tricocéfalo infeccioso en algún momento. Es posible que haya sido antes de que viniera a vivir contigo o que se haya infectado de otro gato de la casa. Los estudios también han demostrado que la tierra para macetas puede contener huevos de parásitos. Por eso es muy importante que le hagas a tu gato una prueba de parásitos fecales al menos una vez al año.