Las enzimas digestivas son esenciales para que los gatos digieran su comida y se utilizan cada vez que tu gato come. Sin ellas, no pueden descomponer su comida en una forma digerible y no absorben los nutrientes vitales que contiene.
Como puedes imaginar, la falta de enzimas digestivas puede causar muchos problemas de salud a los gatos y mucha preocupación a los dueños de mascotas. En este artículo, cubriremos todo lo que necesitas saber.
¿Qué son exactamente las enzimas digestivas?
En primer lugar, debemos hablar de qué son realmente las enzimas. Las enzimas son proteínas que están presentes en casi todas las células del cuerpo. Crean reacciones químicas en el cuerpo que ayudan a realizar funciones importantes, como la digestión, el desarrollo muscular y la destrucción de toxinas.
Como ya hemos mencionado, las enzimas cumplen distintas funciones en el organismo, pero nos centraremos en las enzimas que ayudan a los gatos a digerir su comida. Las enzimas digestivas descomponen los alimentos en moléculas más pequeñas que el organismo puede digerir y absorber.
Existen tres enzimas digestivas principales: la amilasa, la lipasa y la proteasa. Cada una de ellas cumple su propia función en la digestión de los alimentos. La proteasa descompone las proteínas en aminoácidos, la lipasa descompone las grasas en glicerol y ácidos grasos, y la amilasa descompone los carbohidratos en azúcares simples.
¿Cómo obtienen los gatos las enzimas digestivas?

La falta de enzimas digestivas en los gatos puede provocar problemas graves, entre los que destacan el pelaje seco y de mala calidad.
Los gatos tienen sus propias enzimas digestivas incorporadas que se producen naturalmente en el páncreas y comienzan a funcionar inmediatamente cuando el gato comienza a comer.
El páncreas los libera y los excreta en el intestino delgado después de que tu gato ingiere una comida. Son vitales para la absorción de nutrientes y para garantizar que tu gato obtenga todos los beneficios de su comida.
¿Qué sucede cuando los gatos no producen suficientes enzimas?
Normalmente, los gatos producen naturalmente suficientes enzimas para realizar esta función, pero no siempre funciona así. Algunos gatos no producen suficientes enzimas digestivas y esto puede provocar una variedad de signos clínicos que hacen que tu gatito se sienta mal, incluidos, entre otros:
- Diarrea (puede ser crónica o intermitente)
- Hinchazón
- Aumento del apetito
- Pelaje seco y de mala calidad
- Pérdida de peso
- Vómitos
- Letargo
Básicamente, si puedes imaginarte comiendo alimentos pero no absorbiendo ninguno de los nutrientes o bondades, obtendrás un gato que no prosperará y no lucirá saludable.
¿Qué puede provocar que tu gato no produzca estas enzimas? Pues bien, algunas afecciones médicas pueden provocarlo. En particular, afecciones que provocan daños en el páncreas (que, como ya sabemos, produce las enzimas digestivas).
Estos pueden incluir:
- Problemas congénitos
- Cáncer
- Trematodos
- Obstrucción de conductos
- Pancreatitis
De todas ellas, la pancreatitis crónica es, con diferencia, la causa más frecuente de daño pancreático. Puede provocar daños en la parte exocrina del páncreas, lo que puede provocar una afección denominada «insuficiencia pancreática exocrina» o, más comúnmente, IPE.
Esto ocurre cuando las células que producen enzimas pancreáticas sufren daños permanentes, lo que da como resultado una reducción o ausencia total de la producción de enzimas digestivas.
Los síntomas de EPI pueden incluir:
- Vómitos
- Diarrea
- Cambio de color de las heces
- Pérdida de peso
- Apetito variable, a veces aumentado
- Mala calidad del pelaje
- Letargo
Si crees que tu gato presenta síntomas de EPI, vale la pena agendar una cita con tu veterinario. Se puede diagnosticar mediante un análisis de sangre llamado prueba de inmunoreactividad a la tripsina (TLI). Tu veterinario también puede realizar análisis de sangre de rutina y verificar los niveles de folato y cobalamina (vitamina B12), ya que a veces es necesario suplementarlos en gatos con EPI.
Además del páncreas, condiciones que afectan el tracto digestivo (como la enfermedad inflamatoria intestinal, el pH alterado del estómago, etc.) también pueden provocar una falta de enzimas digestivas, aunque, en general, el páncreas es la causa más común.
Existen algunas teorías que sugieren que ciertos alimentos para mascotas pueden provocar una falta de enzimas. La idea es que el proceso de calentamiento utilizado en la fabricación de algunos alimentos para mascotas puede dañar o desnaturalizar las enzimas contenidas en la comida.
Se dice que esto resulta en una disminución de la ingesta de enzimas en la dieta, lo que lleva a depender más del páncreas para producir enzimas. No obstante, se necesita más investigación y evidencia en este ámbito, pero he incluido esta información en mi artículo para reconocer que es una creencia popular.
Teóricamente, un gato que produce suficientes enzimas por sí mismo no debería necesitar suplementación en su dieta, pero es importante que consuma alimentos de buena calidad. Si tienes dudas sobre si tu gato está produciendo o recibiendo suficientes enzimas, consulta con tu veterinario sobre las opciones disponibles.
¿Qué hacemos cuando los gatos no producen suficientes enzimas propias?

Complementar la nutrición del gato con suplementos que incluyan enzimas como amilasa, lipasa y proteasa es una forma eficaz de aumentar la producción de enzimas digestivas del propio gato.
Cuando los gatos no producen suficiente cantidad de sus propias enzimas naturales, se las agregamos a su dieta. Las enzimas disponibles comercialmente suelen venir en forma de polvo o cápsulas e incluyen las tres enzimas principales: amilasa, lipasa y proteasa.
Algunos suplementos también incluyen una enzima llamada celulasa, que descompone la fibra (heno, hojas) y que no es necesaria para los gatos. Está presente en algunos suplementos derivados de fuentes vegetales.
Muchos suplementos también contienen probióticos, que son bacterias vivas beneficiosas «buenas». Hay muchas bacterias en los intestinos normales de un gato, buenas y malas; en conjunto, estas se denominan microbioma.
Cuando hay un desequilibrio en el microbioma, puede provocar problemas digestivos en el gato. De esta manera, la adición de probióticos puede ayudar con el malestar digestivo y también puede reforzar el sistema inmunológico en algunos casos.
No deben confundirse con los prebióticos, que son fibras no digeribles que promueven el crecimiento o «alimentan» a las bacterias buenas del intestino. Hay menos investigaciones sobre los prebióticos que sobre los probióticos, pero se cree que tienen muchos beneficios.
¿Deberías darle suplementos enzimáticos a tus gatos?
En términos simples, si tu gato parece saludable y no tiene problemas digestivos, no hay razón para suplementar su dieta con enzimas digestivas. Si sospechas que tu gato carece de enzimas digestivas, vale la pena visitar a tu veterinario antes de agregar suplementos a su dieta.
Tu veterinario examinará a fondo a tu gato y tomará su historial. También puede realizar análisis de sangre y llevar a cabo investigaciones adicionales para determinar la causa de los problemas que presenta tu gato.
Si comienzas a suplementar la dieta de tu gato sin una evaluación veterinaria, podrías pasar por alto otra enfermedad. Algunos suplementos también pueden tener efectos secundarios, como vómitos, diarrea o úlceras bucales. Por estas razones, es mejor descartar otras causas primero.
Si necesitas comenzar a darle enzimas a tu gato, ten en cuenta que hay muchos productos en el mercado que no han pasado necesariamente pruebas de seguridad y calidad. Al comprar un producto, asegúrate de que sea de buena calidad y provenga de una fuente confiable.
Lo ideal es obtenerlo de tu veterinario o siguiendo su recomendación. Además, considera que algunos suplementos provienen de fuentes animales, lo que podría afectar a tu gato si tiene alergias o sensibilidades a ciertas proteínas. Por ejemplo, un gato con sensibilidad alimentaria al cerdo podría reaccionar a un suplemento que contenga enzimas de cerdos.
De manera similar, los probióticos y prebióticos no son necesarios si tu gato parece saludable y feliz. Si tu gato presenta problemas digestivos o tiene un sistema inmunológico dañado, pueden ser beneficiosos.
En general, los prebióticos y probióticos son bastante seguros y rara vez causan efectos secundarios. Sin embargo, es mejor consultar a tu veterinario antes de agregar prebióticos o probióticos a la dieta de tu gato, ya que hay muchas opciones disponibles.
Conclusión
En resumen, los gatos necesitan enzimas digestivas para funcionar correctamente y procesar su alimento. Si les faltan estas enzimas, puede ocasionar problemas de salud graves.
La principal condición que puede surgir es la EPI, que puede ser perjudicial si no se trata. La buena noticia es que la EPI es relativamente poco común en gatos y se pueden suplementar las enzimas en la dieta si se diagnostica.
Si te preocupa que tu gato deba recibir suplementos dietéticos, ¡no lo hagas! Siempre que tu gato parezca saludable y no presente síntomas, no hay indicaciones para suplementar su dieta. Asegúrate de que tu gato esté en una dieta de alimentos para mascotas de buena calidad y reciba atención veterinaria adecuada para mantenerlo en excelente estado.
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