La mastitis en los gatos se produce cuando una glándula mamaria (tejido mamario) se agranda e inflama. Los gatos tienen ocho glándulas mamarias, y la mastitis puede afectar una o varias a la vez.
Es una condición dolorosa que provoca inflamación severa, infección y daño en las glándulas. No todos los gatos están en riesgo de desarrollar mastitis, y existen medidas preventivas para evitar que ocurra. En este artículo, hablaré sobre las causas más comunes de la mastitis, sus síntomas y tratamientos.
Causas de mastitis en gatos
La mastitis es la inflamación de una o varias glándulas mamarias. Suele ocurrir con mayor frecuencia en gatas no esterilizadas, ya que sus glándulas mamarias experimentan cambios durante el embarazo y la lactancia que pueden desencadenar la mastitis. No obstante, cualquier gato puede estar en riesgo de padecerla.
Las causas más comunes de la mastitis en los gatos son:
Alimentación de gatitos
Las gatas que están amamantando a sus crías tienen mayor riesgo de desarrollar mastitis. Esta condición puede surgir si una glándula no se vacía completamente durante la lactancia y se acumula leche. Esto provoca inflamación en la glándula, lo que genera dolor y, potencialmente, una infección bacteriana. El periodo de destete o la interrupción repentina de la lactancia (como en el caso de la muerte de una cría) pueden ser factores desencadenantes.
Infección del medio ambiente
Las glándulas mamarias están cerca del suelo cuando un gato está de pie o acostado. Pueden infectarse cuando las bacterias del entorno ascienden por el pezón hasta la glándula. Esto es más común en ambientes antihigiénicos y húmedos, así como en gatas que están amamantando a sus crías.
Pezón dañado
Si un pezón se daña o traumatiza (por ejemplo, debido a la succión de las crías o una lesión no relacionada), esto puede permitir que las bacterias entren en la glándula y causen una infección. Los pezones dañados también pueden tener dificultades para vaciarse y acumular leche, lo que puede llevar a la mastitis.
Daño a la glándula
Si la glándula mamaria se daña (por ejemplo, por una caída o trauma contundente) e inflama, puede causar mastitis, incluso sin la presencia de infección o crías.
Hiperplasia mamaria
El agrandamiento de las glándulas mamarias debido a influencias hormonales o neoplasia mamaria (cáncer) a veces puede parecer mastitis. Ambos causan glándulas agrandadas, y puede haber dolor, cambio en el color de la piel o secreción de la glándula.
Síntomas de mastitis en gatos
Ahora que sabes qué causa la mastitis, es crucial que puedas reconocer sus signos. La mastitis es dolorosa y puede causar daños graves a las glándulas mamarias. Cuanto antes tu gato reciba tratamiento, mejores serán las posibilidades de recuperación.
Los signos comunes de la mastitis incluyen:
- Glándula mamaria agrandada
- Glándula enrojecida
- Calor alrededor de la glándula
- Secreción del pezón, que puede contener sangre o pus
- Leche con sangre o pus
- Cambio en el color de la piel (morado o rojo)
- Dolor al tocar la glándula
- Herida abierta o absceso en la glándula
Además de estos signos específicos en las glándulas mamarias, también pueden aparecer otros síntomas en las etapas más avanzadas que indican que tu gato no se encuentra bien:
- Pérdida de apetito
- Disminución en la ingesta de agua
- Fiebre
- Letargo
Complicaciones de la mastitis

La mastitis es dolorosa y puede afectar la producción de leche, por lo que se debe tener especial cuidado si hay crías pequeñas que dependen de la madre gata para alimentarse.
Además de causar molestias a la gata, la mastitis puede generar complicaciones si está amamantando a sus crías. Las gatas afectadas por mastitis pueden no querer que las crías se acerquen a las glándulas afectadas o, incluso si permiten que las crías se alimenten, estas pueden no obtener leche si la glándula no puede vaciarse. Esto puede hacer que las crías no ganen peso o no se desarrollen correctamente. Si tienes una gata madre y crías, y notas algún problema con las crías, asegúrate de revisar las glándulas mamarias de la madre.
Diagnóstico de mastitis en gatos
Si crees que tu gato presenta alguno de los signos de mastitis mencionados anteriormente, debes contactar a tu veterinario de inmediato. La mastitis es una condición muy dolorosa, pero afortunadamente tu veterinario podrá recetar medicación.
Es probable que tu veterinario diagnostique mastitis en base al historial que le proporciones y al examen físico de tu gato. Si la mastitis es grave o complicada, tu veterinario podría tomar una muestra de leche de la glándula. Con esta muestra, podrá verificar si hay bacterias presentes en la glándula, y en caso afirmativo, podrá identificar qué bacteria está creciendo y qué antibiótico es el más adecuado para tratar la infección.
En los gatos que están muy enfermos, el veterinario también puede realizar análisis de sangre y orina de rutina para verificar el funcionamiento de los órganos.
Tratamiento de la mastitis en gatos
Tras el diagnóstico, el tratamiento de la mastitis generalmente se centrará en antibióticos y un adecuado alivio del dolor. Esto puede incluir antiinflamatorios y analgésicos. Tu veterinario puede recetar antibióticos según el cultivo de la leche.
En casos donde los gatos están muy enfermos, es posible que la infección de la glándula se haya propagado por todo el cuerpo. Estos casos pueden requerir hospitalización para administrar líquidos intravenosos y antibióticos de amplio espectro por vía intravenosa. Algunas glándulas con mastitis pueden desarrollar un absceso o presentar tejido necrótico en descomposición, en estos casos, el veterinario podría necesitar realizar una cirugía para eliminar la glándula.
Es posible que tu veterinario recomiende que la glándula sea ordeñada manualmente cada 6 horas aproximadamente. Esto vaciará la glándula, lo que ayudará a aliviar el dolor y también facilitará el drenaje de las bacterias. Las glándulas congestionadas son una causa común de mastitis, y si bien no siempre son la causa principal en ciertos casos, sin duda empeorarán el problema.
Consejos para el cuidado de los gatos

Los gatos con mastitis suelen sentirse mal y pueden necesitar ayuda con cuidados básicos, como comer y beber.
La mayoría de los casos de mastitis se tratan en casa. En este caso, necesitarás cuidar a tu gato y monitorear su progreso. Aquí tienes algunos consejos para ayudarte a cuidar a tu gato con mastitis:
- Cumple con el horario de la medicación: asegurarte de que tu gato reciba todos los antibióticos y analgésicos a tiempo ayudará a acelerar su recuperación. Las dosis olvidadas o a medias dificultarán su progreso. Si tienes dificultades para administrar la medicación, consulta a tu veterinario para explorar otras opciones y recibir consejos.
- Compresas frías o calientes: tu veterinario puede recomendar compresas frías o calientes para ayudar a que la glándula se recupere. También se utilizan comúnmente hojas de repollo, que se colocan o aseguran contra la glándula.
- Mucho cariño y cuidado: tu gato necesitará mucha atención y cuidados cuando no se sienta bien. Puede que necesite ayuda para comer y beber si le duele moverse, en ese caso, tal vez debas llevarle los recipientes. Ten en cuenta que tu gato está enfermo y con dolor, por lo que necesitará ayuda para realizar pequeñas tareas en casa.
Siempre llama a tu veterinario si te preocupa que tu gato no esté mejorando o no esté avanzando como esperabas.
Prevención de la mastitis en los gatos
Dado que la mastitis se presenta con mayor frecuencia en gatas preñadas o que están amamantando, la esterilización es una de las principales formas de prevenirla. Habla con tu veterinario sobre esto, ya que puede ser necesario esperar a que tu gata se recupere por completo antes de realizar la cirugía.
Si tu gata ha tenido crías, obsérvalas de cerca para asegurarte de que se estén alimentando con regularidad y que usen todas las glándulas mamarias. Esto ayuda a evitar la congestión, que es uno de los factores de riesgo más comunes en casos de mastitis.
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