La picazón intensa y el rascado constante suelen estar relacionados con una inflamación en la piel. A veces comienza como un acicalamiento excesivo, pero a medida que la irritación avanza, la comezón empeora. La inflamación se manifiesta con enrojecimiento, molestia (como picor), calor, hinchazón y alteraciones en el funcionamiento normal de la zona, signos presentes en casos de dermatitis.
La picazón inicial lleva al gato a rascarse, lamerse y morderse las zonas afectadas, lo que intensifica aún más la molestia. Entra así en un círculo vicioso: mientras más se rasca, más se irrita. Ese comportamiento, sumado al lamido excesivo, agrava la inflamación y aumenta la comezón.
Sigue leyendo para descubrir qué causa la picazón en los gatos y por qué comienzan a rascarse.
¿Por qué causa picazón en la piel en los gatos?
Muchas condiciones pueden provocar picazón en la piel de los gatos. Lo más común es que todo empiece con algo que irrita la piel directamente (la llamada causa primaria), lo que genera dermatitis, es decir, inflamación cutánea. A esta picazón también se le llama prurito. Las zonas inflamadas suelen causar esa sensación intensa de rascarse.
Estas son algunas de las causas más frecuentes de enfermedades cutáneas con picazón en gatos:
- Picaduras de pulgas, las infestaciones por pulgas son la causa más habitual. Cerca del 70 % de los gatos con picazón que son atendidos por especialistas en piel mejoran por completo con un buen plan de control de pulgas, incluso si no se han visto pulgas a simple vista. Esto demuestra que no verlas no significa que no estén causando el problema. Un gato puede tener pulgas sin rascarse, pero si desarrolla una alergia a su saliva, el sistema inmunológico reacciona de forma exagerada y la picazón se vuelve intensa.
- Alergia alimentaria, también conocida como reacción cutánea adversa a alimentos (CAFR, por sus siglas en inglés): en un estudio se encontró que entre el 12 % y el 21 % de los casos de piel con picazón se debían a esta causa. En ocasiones hay otros signos, como vómito o regurgitación de alimento (que a veces se confunde con bolas de pelo).
- Atopía o alergias ambientales, como al polvo doméstico o al polen: otro estudio señaló que este tipo de alergias explicaba el 12.5 % de los casos de gatos con picazón.
- Picaduras de insectos (como los ácaros de la cosecha), pueden provocar molestia, sobre todo en verano.
- Ácaros del oído y otros parásitos cutáneos, especialmente frecuentes en gatitos, suelen causar picazón en las orejas y, a veces, en otras zonas del cuerpo.
- Infecciones bacterianas, como el acné felino o los abscesos, en algunos casos generan picazón y cambios notables en la apariencia de la piel. También pueden aparecer infecciones por levaduras.
- Infecciones por hongos (tiña), aunque no suele causar picazón, sí provoca caída del pelo o zonas sin pelaje (alopecia). En casos graves, también puede generar molestia.
¿Cómo se diagnostica la picazón en la piel en los gatos?
El veterinario siempre te preguntará todo el contexto relacionado con la picazón. ¿Tu gato vive solo dentro de casa o también sale al exterior? ¿Cuándo comenzó la molestia? ¿La irritación en la piel fue evidente desde el inicio o apareció después? ¿Pudo haber estado expuesto a picaduras de insectos? También querrá saber cómo está tu gato en general, por si hay otros factores que estén influyendo.
Cualquier revisión empieza con un examen físico detallado y cuidadoso. Un gato con la piel irritada podría mostrar otros signos de enfermedad, y es esencial descartar problemas de salud subyacentes y asegurarse de que su estado general sea bueno.
Además, es fundamental observar con atención en qué zonas aparece la picazón y qué tipo de alteraciones presenta la piel o el pelaje: costras, resequedad, caspa o exceso de grasa.
En algunos casos, es posible identificar la causa a simple vista (como pulgas, excrementos de pulga o ácaros de la cosecha). Para revisar los conductos auditivos y buscar ácaros en las orejas, el veterinario puede usar un otoscopio.
Pruebas especializadas

En ciertos casos, el veterinario podría sugerir un raspado de piel, una biopsia u otras pruebas más específicas.
El veterinario puede utilizar una lámpara de Wood (luz ultravioleta) para detectar fluorescencia, lo que podría indicar la presencia de tiña.
También podría tomar muestras de pelo y hacer raspados cutáneos con el borde de una hoja de bisturí para analizarlos en el laboratorio (ya sea en la misma clínica o en uno externo) y así identificar la causa del problema, como parásitos o infecciones por hongos.
En ciertos casos, puede recomendar una biopsia de piel. Este procedimiento consiste en extraer quirúrgicamente una pequeña porción de tejido, generalmente bajo anestesia general, y enviarla a un laboratorio especializado, donde un patólogo la examinará al microscopio con todo detalle.
Este tipo de análisis permite observar a fondo las distintas estructuras de la piel, incluidos folículos pilosos, úlceras, granulomas, pústulas y otras alteraciones. Con esto, a veces se logra identificar la causa exacta de la picazón.
Prueba dietética
La herramienta más eficaz para detectar una alergia alimentaria es hacer una prueba dietética. Durante un periodo de seis a ocho semanas, tu gato debe consumir exclusivamente un alimento que nunca haya probado antes.
Puedes optar por una dieta casera supervisada o un alimento hipoalergénico de prescripción veterinaria. Es fundamental que no coma absolutamente nada más durante este tiempo, lo cual puede ser complicado si tienes más de un gato en casa o si algún vecino acostumbra darle comida.
Si la picazón desaparece mientras sigue esta dieta especial, todo indica que algún componente de su alimentación anterior estaba causando la reacción. En ese caso, se debe mantener el alimento hipoalergénico a largo plazo, o bien probar otras dietas con ingredientes limitados para identificar con más precisión cuál es el responsable del problema.
Revisión de alergias ambientales o irritantes
El veterinario podría sugerirte revisar el entorno de tu gato para detectar posibles alérgenos o irritantes ambientales que estén provocando la picazón, como productos de limpieza, aerosoles o alfombras nuevas.
La atopía —una reacción alérgica al polvo o al polen— no se comprende tan bien en gatos como en humanos o perros. Su diagnóstico no es sencillo, ya que los gatos no reaccionan de forma tan predecible a las pruebas cutáneas o de sangre que se utilizan en otras especies. Por eso, muchas veces se llega a esta conclusión por descarte: si se han eliminado todas las demás causas y la piel responde bien a medicamentos antiinflamatorios, se puede considerar que se trata de una reacción alérgica de este tipo.
Tratamiento de prueba

En algunos casos, probar ciertos medicamentos puede ayudar tanto a calmar la picazón como a identificar su causa.
Aunque aún no se tenga un diagnóstico confirmado, los veterinarios a veces prueban un tratamiento para observar la reacción del gato, lo que puede orientar hacia un diagnóstico probable. Por ejemplo, si la picazón aparece durante el verano, el especialista podría sospechar atopía (alergia al polen) y administrar un tratamiento de prueba, como una inyección de corticosteroides que dura entre tres y cuatro semanas.
Si el tratamiento funciona, se considera un indicio fuerte que confirma esa sospecha, y se puede planear el manejo futuro tomando esto en cuenta si la picazón reaparece. Siempre hay que tener presente que cualquier tratamiento puede generar efectos secundarios, por lo que se evalúa cuidadosamente antes de iniciar estas pruebas.
Remisión a un especialista
Tu veterinario habitual podría sugerirte acudir a un dermatólogo veterinario, un especialista en enfermedades de la piel. Esto se recomienda principalmente en casos de picazón que resultan especialmente difíciles o poco comunes.
Opciones de tratamiento para la picazón en la piel de los gatos
El tratamiento para gatos con picazón depende de la causa del problema. Algunas de las causas más comunes y sus respectivos tratamientos son:
- Pulgas: es necesario tratar al gato, a cualquier otro animal con el que conviva y su entorno, para eliminar pulgas y huevos.
- Alergia o intolerancia alimentaria: el gato debe mantenerse con una dieta especial que no provoque reacción alérgica.
- Atopía (alergia a ácaros del polvo o al polen): se requiere medicación antiinflamatoria a largo plazo para controlar la hipersensibilidad. En casos estacionales, puede administrarse solo durante ciertas épocas del año; cuando el alérgeno está presente todo el año, el tratamiento será continuo.
- Picaduras de insectos (como ácaros de la cosecha): además de evitar el contacto con los insectos, suele ser necesaria la medicación antiinflamatoria.
- Ácaros de las orejas y otros parásitos: se debe tratar al parásito específico; la medicación antiinflamatoria puede mantenerse hasta que la picazón desaparezca por completo.
- Infecciones bacterianas en la piel (como el acné felino): pueden requerir cursos de antibióticos junto con tratamientos tópicos.
- Infecciones por hongos (tiña): se recomienda el uso de antifúngicos tópicos y sistémicos, según el caso.
Medicamentos para la picazón en la piel de los gatos

Tu veterinario puede recomendar baños con un shampoo especial para aliviar la picazón en la piel de tu gato.
Como mencionamos antes, varias causas de picazón en gatos —especialmente las alergias cutáneas— pueden requerir medicación. Los tratamientos más comunes incluyen:
- Medicamentos antiinflamatorios, que pueden administrarse en tabletas (como prednisolona), líquidos orales (como ciclosporinas) o inyecciones de depósito que duran de tres a cuatro semanas. Estos fármacos son de prescripción exclusiva y deben usarse bajo estricta supervisión veterinaria.
- Antifúngicos y/o antibacterianos, aplicados tópicamente o por vía oral.
- Antihistamínicos, que a veces se sugieren, aunque su eficacia suele ser limitada.
- Shampoos especiales, recomendados para tratar distintas enfermedades de la piel.
- Suplementos dietéticos con ácidos grasos esenciales omega-3 y omega-6, que ayudan a mejorar la salud general de la piel y fortalecen su barrera natural.
La picazón es común en gatos, pero su diagnóstico y tratamiento pueden resultar complejos. Por eso, es fundamental colaborar con tu veterinario para identificar la causa y aplicar la terapia más adecuada.
Leer también: Urticaria en gatos: causas, síntomas y tratamiento
Olivry T., Mueller R. S. (2017). "Critically appraised topic on adverse food reactions of companion animals (9): time to flare of cutaneous signs after a dietary challenge in dogs and cats with food allergies." BMC Vet Res, 13(1), 51.
Ravens, Philippa A., Xu, Bei J., Vogelnest, Linda J. (2014). "Feline atopic dermatitis: a retrospective study of 45 cases (2001-2012)." Vet Dermatology, 25(2):95-102, e27-8.