Enfermedad de Addison en gatos: causas, síntomas y tratamiento

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Gato pelirrojo delgado, acostado de lado

21MARCH/ Shutterstock.com

La enfermedad de Addison es una afección poco común en gatos que ocurre cuando las glándulas suprarrenales sufren daño o enfermedad. Técnicamente se llama “hipoadrenocorticismo,” que significa que la corteza suprarrenal —la parte externa encargada de producir hormonas— funciona por debajo de lo normal.

Los síntomas suelen aparecer y desaparecer; por ejemplo, el gato puede mostrar signos de la enfermedad y luego mejorar por sí solo. Entre las señales más comunes están la falta de apetito, el decaimiento, vómitos y diarrea. En ocasiones, los gatos pueden sufrir una “crisis addisoniana,” que se caracteriza por síntomas más graves como colapso y debilidad extrema.

Ahora, vamos a profundizar en las causas, signos y opciones de tratamiento para esta enfermedad.

Causas de la enfermedad de Addison

Los síntomas de la enfermedad de Addison se deben a la disminución en la producción de ciertas hormonas que normalmente fabrican las glándulas suprarrenales, dos pequeñas estructuras ubicadas a cada lado de los riñones. Existen dos tipos de esta enfermedad.

Hipoadrenocorticismo primario

La enfermedad de Addison primaria ocurre cuando la corteza suprarrenal está dañada o enferma, lo que reduce la producción de sus hormonas. Es la forma más común en gatos, y generalmente se desconoce la causa; se considera una enfermedad autoinmune. En raras ocasiones, el daño puede deberse a la invasión de células cancerosas, como en el caso del linfoma.

Hipoadrenocorticismo secundario

La enfermedad de Addison secundaria se produce cuando una afección en otra parte del cuerpo afecta de forma indirecta a la corteza suprarrenal, disminuyendo la producción de sus hormonas. La causa más frecuente está relacionada con problemas en la glándula pituitaria, ubicada en el cráneo, que pueden deberse a inflamación, infección, tumores, traumatismos, coágulos sanguíneos, hemorragias o causas idiopáticas, es decir, cuando no se identifica un motivo específico.

Síntomas de la enfermedad de Addison

La enfermedad de Addison se presenta con mayor frecuencia en gatos jóvenes adultos (menores de cinco años) y no existe una raza que sea más susceptible. Los síntomas aparecen debido a la baja producción de las hormonas que normalmente genera la corteza suprarrenal. Al inicio, los signos suelen ser vagos e intermitentes, lo que dificulta tanto a los dueños como al veterinario identificar la causa en las primeras etapas.

Hay dos grupos principales de hormonas que se ven afectadas: los glucocorticoides y los mineralocorticoides. Los glucocorticoides, como el cortisol, intervienen en múltiples procesos metabólicos, especialmente en el manejo de nutrientes y en la respuesta del cuerpo al estrés. Los mineralocorticoides, como la aldosterona, regulan los niveles de sodio y potasio en el organismo.

La deficiencia de glucocorticoides suele provocar:

  • Letargo y falta de energía
  • Debilidad muscular generalizada
  • Pérdida de apetito o anorexia
  • Aumento de la sed
  • Vómitos y diarrea que pueden llevar a deshidratación, hipotermia y colapso
  • Pérdida de peso y masa muscular

Por otro lado, la falta de mineralocorticoides se manifiesta con:

  • Bradicardia (ritmo cardíaco lento) o taquicardia (ritmo rápido)
  • Arritmias (latidos irregulares)
  • Pulso débil
  • Debilidad y abatimiento

En la enfermedad de Addison, ambas hormonas están bajas, por lo que los síntomas combinan estas manifestaciones.

Diagnóstico de la enfermedad de Addison

Si tu gato presenta signos que podrían indicar enfermedad de Addison, el veterinario seguirá estos pasos:

1. Historial médico detallado

El veterinario te preguntará sobre el estado general de salud de tu gato, su estilo de vida (si es un gato de interior o exterior, su rutina de alimentación, hábitos en la caja de arena, etc.) y si ha estado expuesto a toxinas como productos de jardinería, plantas venenosas, medicamentos o tratamientos antipulgas.

La enfermedad de Addison suele ser una afección crónica y prolongada, por lo que el veterinario intentará establecer una línea de tiempo sobre la evolución del cuadro, remontándose semanas o incluso meses atrás. Por ejemplo, si tu gato ha estado vomitando, querrá saber desde cuándo comenzó este síntoma.

2. Examen físico

Luego, el veterinario realizará un examen físico completo, midiendo la temperatura corporal y el ritmo cardíaco, además de auscultar el corazón y los pulmones con un estetoscopio.

3. Pruebas de laboratorio de rutina

Tu veterinario podrá ordenar análisis de sangre, incluyendo un hemograma completo y un perfil bioquímico que evalúe función hepática, renal y otros parámetros. Es común encontrar niveles elevados de potasio (hiperpotasemia) junto con disminución de sodio (hiponatremia), cloro bajo (hipocloremia) y, en ocasiones, baja concentración de azúcar en sangre (hipoglucemia). También suele realizarse un análisis de orina, donde es frecuente detectar orina muy diluida (baja densidad específica).

Además, puede recomendar pruebas para detectar infecciones virales comunes como leucemia felina (FeLV) e inmunodeficiencia felina (VIF) como parte de una evaluación general de salud.

4. Análisis de sangre especializados

La sospecha de enfermedad de Addison puede surgir a partir del historial clínico, el examen físico y los análisis de sangre generales, pero para confirmar el diagnóstico es necesario un examen específico llamado prueba de estimulación con ACTH. Primero se mide el nivel basal de cortisol, luego se administra una inyección de hormona adrenocorticotrópica (ACTH) y, finalmente, se vuelve a medir el cortisol en sangre.

En gatos sanos, esta inyección estimula las glándulas suprarrenales para que produzcan cortisol, por lo que el segundo nivel en sangre debería ser considerablemente más alto que el primero. En casos de Addison, el cortisol no aumenta como debería debido a la disminución de la actividad de la corteza suprarrenal.

Un gato al que se le extrae una muestra de sangre de la pata delantera.

Se necesitan una serie de muestras de sangre para confirmar el diagnóstico de la enfermedad de Addison. megaflopp / Shutterstock.com

5. Diagnóstico por imágenes

Las radiografías y la ecografía abdominal ayudan a descartar otras causas de los síntomas. En la enfermedad de Addison, pueden observarse cambios leves en algunas zonas, aunque estos suelen ser insuficientes para confirmar el diagnóstico por sí solos.

6. Electrocardiograma

Si el veterinario detecta alguna anomalía cardíaca al auscultar, como arritmia, bradicardia o taquicardia, probablemente te recomendará realizar un electrocardiograma (ECG) para identificar cambios característicos.

Tratamientos para la enfermedad de Addison

Si tu gato está sufriendo una crisis addisoniana (síntomas graves y repentinos), el veterinario probablemente recomiende terapia con líquidos por vía intravenosa. La suplementación con glucocorticoides (esteroides) también es fundamental, aunque es posible que espere a confirmar el diagnóstico antes de administrarlos. Una vez realizados los análisis, se comenzará con los glucocorticoides.

Tras superar la crisis aguda y estabilizarse, se iniciará un tratamiento de mantenimiento a largo plazo, con suplementación de ambos tipos de hormonas. Normalmente, se requiere glucocorticoides diarios junto con algún medicamento mineralocorticoide.

El veterinario puede elegir entre estos medicamentos:

  • Acetato de fludrocortisona (“Florinef”): un esteroide oral con efectos mineralocorticoides y algo de acción glucocorticoide.
  • Desoxicorticosterona pivalato (inyección DOCP, “Zycortal”, “Percorten”): suplemento mineralocorticoide administrado mediante inyecciones periódicas.
  • Prednisona u otros glucocorticoides, que podrían ser necesarios o no, según el caso.
El gato yace tranquilamente en la mesa mientras el veterinario le aplica una inyección.

Una inyección regular de mineralocorticoide suele ser parte del tratamiento de la enfermedad de Addison. Tom Wang / Shutterstock.com

Consejos para el cuidado de los gatos

Tener un gato con una enfermedad crónica puede ser estresante, pero hay algunas cosas que puedes hacer para facilitarle la vida a tu gato:

  • Monitoreo: Es importante vigilar de cerca cualquier señal de que los síntomas puedan regresar, como debilidad, apatía, falta de apetito, vómitos o diarrea. Si notas que reaparecen estos signos, es posible que las dosis de medicación necesiten ajustarse.
  • Revisiones veterinarias: Tu gato debe ser revisado regularmente según lo que recomiende el veterinario. Las pruebas de electrolitos en sangre son fundamentales para evaluar si el tratamiento está funcionando correctamente.
  • Medicación: Los gatos con Addison suelen tomar varios medicamentos. Llevar un registro o diario de la medicación —incluyendo dosis, horarios y citas veterinarias— puede ayudarte a mantener todo bajo control y evitar errores.
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Dr. Pete Wedderburn, DVM

El Dr. Pete Wedderburn se graduó como veterinario en Edimburgo en 1985 y ha dirigido su propio consultorio de cuatro veterinarios con animales de compañía en el condado de Wicklow, Irlanda, desde 1991. Pete es muy conocido como un veterinario de los medios con apariciones regulares en la televisión, la radio y los periódicos nacionales, incluidos una columna semanal en el Daily Telegraph desde 2007. Pete es conocido como "Pete el veterinario" en sus ocupadas páginas de Facebook, Instagram y Twitter, y publica periódicamente información sobre temas de actualidad y casos de la vida real de su clínica. También escribe un blog habitual en www.petethevet.com. Su último libro: “Pet Subjects”, fue publicado por Aurum Press en 2017.