¿Qué es la estomatitis en los gatos?
“Estoma” es la palabra griega para “boca”, por lo que la estomatitis en gatos se refiere a la “inflamación del estoma”, “inflamación de la cavidad oral” o “inflamación de la boca y los labios”.
La inflamación provoca enrojecimiento, calor, dolor, hinchazón y pérdida de la función normal. Esto es lo que ocurre en el revestimiento de la boca de un gato cuando está presente la estomatitis.
La estomatitis suele ser una condición crónica que comienza con inflamación oral que afecta las encías (la “gingiva”, por lo que se denomina “gingivitis”) y se extiende gradualmente a otras partes del revestimiento de la boca. Por esta razón, a menudo se utiliza el término “gingivostomatitis crónica felina”, que significa inflamación prolongada de las encías y la boca.
Otras partes de la cavidad oral comúnmente se inflaman al mismo tiempo:
- Faucitis: inflamación de la mucosa oral caudal, el tejido en la parte posterior de la boca, detrás de los dientes premolares y molares.
- Faringitis: inflamación de la faringe, que es la zona en la parte más profunda de la boca.
Todas estas expresiones se refieren a una misma condición básica: inflamación de algunas o todas las membranas mucosas que recubren la cavidad oral y la parte superior de la garganta, en particular, los tejidos blandos que rodean los dientes.
Todas las condiciones mencionadas causan molestias al gato afectado.
Causas de la estomatitis en los gatos
El revestimiento de la boca entra en contacto con una gran variedad de sustancias irritantes y potenciales alérgenos, así como con sustancias físicamente abrasivas (por ejemplo, en los alimentos o en objetos que se recogen y mastican). Cualquiera de estos factores puede provocar inflamación en el revestimiento bucal.
Normalmente, las defensas del cuerpo logran manejar este desafío, manteniendo el revestimiento de la boca en un estado saludable. No obstante, en ocasiones, por diversas razones, pueden ocurrir uno de dos resultados adversos.
- Una respuesta inmunitaria inadecuada puede permitir que un patógeno (como bacterias o virus) se multiplique, lo que ocasiona un aumento en los niveles de inflamación.
- Una respuesta inmunitaria hiperactiva puede provocar una inflamación significativa en respuesta a un desafío que, de otro modo, sería benigno.
La causa subyacente de la estomatitis felina a menudo no se establece con precisión, pero las causas más comunes incluyen lo siguiente.
Infecciones bacterianas
Se encuentran con frecuencia bacterias patógenas (que causan enfermedades) en la boca de los gatos con estomatitis. Estas pueden ser una causa primaria, o las bacterias pueden ser una complicación secundaria que agrava una forma más leve de inflamación iniciada por otra causa principal.
Infecciones virales

Los virus de la gripe felina suelen causar estornudos, tos y secreciones nasales/oculares en los gatos, pero también están relacionados con la estomatitis
El calicivirus felino (FCV) es una causa común de estomatitis en gatos, y el virus del herpes felino (FHV) también está implicado en ocasiones. Otros dos virus, el virus de la leucemia felina (FeLV) y el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV), también pueden estar implicados, pero su papel no está claro y su impacto puede estar más vinculado al hecho de que afectan al sistema inmunológico del gato que a su participación directa en la inflamación del revestimiento de la boca.
Enfermedad inmunológica
La inflamación del revestimiento de la cavidad oral a veces puede ser un tipo de enfermedad inmunomediada o autoinmune, es decir, una reacción exagerada del sistema inmunológico a los desafíos normales, como las bacterias y toxinas que se encuentran en la acumulación de placa en los dientes (la placa es la película semilíquida pegajosa de comida disuelta y moco que se acumula en los dientes después de comer).
Si la placa se deja en su lugar, se mineraliza y da lugar a la formación de sarro o cálculo. Se trata de una sustancia sólida de color marrón que se acumula y actúa como una superficie más amplia donde se acumula más placa, lo que permite que se acumulen aún más bacterias y toxinas, agravando el problema.
La mala higiene dental es una causa predisponente importante de gingivitis y periodontitis (inflamación de las estructuras que rodean los dientes) que luego pueden derivar en una estomatitis más generalizada.
Otras causas específicas
La inflamación del revestimiento de la boca puede ser provocada por una serie de otros problemas, entre ellos la irritación física directa (comer materiales irritantes o algunas plantas), problemas metabólicos que conducen a enfermedades sistémicas (por ejemplo, insuficiencia renal ) y falla del sistema inmunológico.
Síntomas de estomatitis en gatos
Los signos clínicos de la estomatitis incluyen halitosis (mal aliento), dificultad para comer (disfagia), manoseo, disminución del apetito, babeo, sangrado por la boca, dolor bucal (por ejemplo, cuando se examina o se toca la boca), pérdida de peso y un aspecto generalmente desaliñado (un gato con estomatitis puede sufrir molestias al acicalarse, lo que da lugar a un pelaje descuidado y mal cuidado). Cuando se inspecciona la boca, los tejidos bucales que recubren la boca aparecen enrojecidos, hinchados y dolorosos, y puede haber úlceras.
Los ganglios linfáticos submandibulares pueden estar agrandados (linfadenopatía). El problema se observa con mayor frecuencia en gatos adultos o de mediana edad, pero en algunas razas (como los gatos maine coon, siameses, persas y abisinios) la gingivitis juvenil felina puede observarse en gatos menores de tres años.
¿Cómo aborda un veterinario un caso de estomatitis?
1. Toma de historia clínica detallada
Tu veterinario discutirá cada aspecto de la condición de tu gato y revisará su salud en general. Existen diversas causas posibles de estomatitis, y la recopilación cuidadosa de este historial ayudará a identificar la causa.
Varios factores son importantes en este historial; por ejemplo, los gatos mayores son más propensos a ciertos problemas que los gatos jóvenes, y los gatos que tienen acceso al exterior son más vulnerables a algunas afecciones que los que permanecen solo en interiores, entre otros.
La historia dietética es fundamental: ¿qué tipo de comida para gatos consume tu mascota? ¿Se ha introducido un nuevo alimento recientemente? ¿Está recibiendo suplementos? ¿Toma algún medicamento? ¿Existen otros factores que podrían estar afectando su sistema digestivo? ¿El gato está orinando con normalidad? (los dueños de gatos deben observar atentamente el comportamiento de su mascota en la caja de arena).
2. Examen físico

Un examen veterinario implicará una mirada minuciosa de la boca y los dientes de tu gato.
Además de observar el grado de inflamación en la cavidad oral, el veterinario examinará cuidadosamente todo el cuerpo del gato, palpando al animal por todas partes y comprobando si presenta alguna anomalía. Normalmente, esto incluirá tomarle la temperatura, escucharle el pecho con un estetoscopio y pesarlo.
3. Análisis de sangre y orina de rutina
Es muy probable que tu veterinario realice análisis de sangre, incluyendo el panel habitual de pruebas diagnósticas, como hematología (un hemograma completo o CBC) y perfiles de bioquímica (que incluyen enzimas hepáticas y renales, electrolitos y bilirrubina). También se pueden realizar pruebas de orina simples.
Este tipo de evaluación se conoce como base de datos mínima y se realiza para revisar a la mayoría de los gatos enfermos, independientemente de los signos de enfermedad. Los resultados pueden ofrecer información útil sobre el tipo de causa de la estomatitis.
4. Análisis de sangre especializados
Tu veterinario puede recomendar pruebas de sangre específicas, como las pruebas para detectar algunas infecciones virales, como el Virus de la Leucemia Felina (FeLV) y el Virus de Inmunodeficiencia Felina (FIV), ya que hay implicaciones significativas si tu gato resulta positivo en cualquiera de estas.
5. Pruebas adicionales
Si se sospecha de alguna enfermedad sistémica, es posible que se recomienden pruebas de detección general, como radiografías (rayos X) o ecografías.
También se pueden realizar radiografías dentales para evaluar la salud de los dientes, especialmente para analizar las raíces dentales e identificar lesiones que indiquen reabsorción dental, lo que podría requerir la extracción de ciertos dientes. Problemas dentales como este a menudo están relacionados con la gingivitis, que puede llevar a la estomatitis.
Se puede sugerir la toma de cultivos de hisopos de las áreas afectadas para descartar bacterias patógenas.
En algunos casos, puede recomendarse una biopsia del revestimiento inflamado de la boca para obtener una comprensión más detallada del tipo preciso de inflamación.
6. Derivación a un especialista

La estomatitis puede ser compleja y, en ocasiones, requiere la intervención de un especialista veterinario.
En casos poco comunes, tu veterinario de confianza podría sugerir la derivación a un especialista en medicina interna o en odontología veterinaria, para hacer una revisión más profunda del diagnóstico y del tratamiento.
¿Cómo tratar la gingivitis en los gatos?
El objetivo principal al iniciar un tratamiento es identificar qué está causando la estomatitis en tu gato. Solo cuando se conoce la causa específica se puede organizar un tratamiento adecuado.
Si se sospecha que los dientes están implicados, suele ser necesario realizar un procedimiento odontológico profesional bajo anestesia general. Esto permite extraer los dientes que lo requieran, eliminar sarro y placa, y hacer una limpieza profunda que incluye el pulido de las superficies dentales. Después, el cuidado dental en casa es indispensable.
Aunque pueda parecer una medida drástica, el veterinario podría recomendar la extracción de algunos dientes permanentes, e incluso, en casos graves, extraer todas las piezas, incluidas las caninas. A veces, esta es la única manera de resolver el problema.
Esta opción suele parecer demasiado radical para quienes cuidan al gato, pero hay que tener en cuenta que la inflamación se concentra en la línea de las encías, justo donde se unen los dientes con la encía, y está relacionada con una reacción inflamatoria al cúmulo de placa. Al retirar los dientes, se elimina de forma definitiva la placa, y la gingivitis suele desaparecer por completo.
Muchos cuidadores prefieren una gestión médica de la estomatitis, aunque esta opción no suele ser tan eficaz como la extracción dental completa. Es importante hablar con tu veterinario sobre los posibles efectos secundarios de las distintas alternativas.
- En algunos casos se recetan antibióticos para eliminar la presencia activa de bacterias patógenas. Entre los más comunes están la clindamicina, la amoxicilina, la doxiciclina o el metronidazol, pero será el veterinario quien determine cuál es el más adecuado para tu gato, y no siempre son necesarios.
- A veces se usan corticosteroides para reducir la inflamación, aunque no son apropiados en todos los casos; esto también lo decide tu veterinario.
- Los antiinflamatorios no esteroides (AINEs) pueden emplearse por su efecto analgésico y desinflamante.
- Medicamentos inmunomoduladores como la ciclosporina pueden ser útiles en ciertos gatos.
- El interferón omega, administrado por vía oral o inyectado, puede ayudar a regular la respuesta inmunitaria.
- En algunos casos específicos, puede usarse terapia con láser de CO₂.
- La lactoferrina bovina, aplicada directamente sobre la mucosa oral, puede dificultar la acción de bacterias patógenas.
- Las sales de oro, aplicadas mediante inyecciones intramusculares, ayudan a equilibrar un sistema inmunológico sobreactivo.
- En casos seleccionados, también puede considerarse la terapia con células madre.
¿Cómo prevenir la estomatitis en los gatos?

Una buena higiene bucal es recomendable para todos los gatos.
- Una dieta hipoalergénica y de alta calidad —con proteínas de excelente origen y pocas fuentes diferentes— puede ayudar a reducir el contacto de la boca con sustancias irritantes o alérgenas que desencadenan la inflamación.
- La suplementación con ácidos grasos omega 3 y omega 6 puede disminuir la respuesta inflamatoria. Además, el uso de productos de higiene oral tópica que reducen la acumulación de placa (como los que contienen clorhexidina, entre otros) también puede ser de utilidad.
- Implementar una rutina de cuidado dental en casa —como el cepillado con pasta dental específica para gatos y/o el uso habitual de premios dentales que cuenten con el sello de aprobación del VOHC— contribuye a mantener una buena salud bucal y reduce el riesgo de enfermedad periodontal.
Conclusión
La estomatitis es una enfermedad seria, dolorosa y desesperante tanto para los gatos como para quienes los cuidan y los profesionales que los atienden. Abordarla requiere una evaluación minuciosa, un plan de tratamiento bien estructurado y cuidados dentales constantes en casa. Solo así es posible enfrentar con éxito este problema tan frecuente.