El objetivo de este artículo es ofrecerte una explicación sencilla y clara sobre los ganglios linfáticos inflamados (linfadenopatía) en gatos. Es algo que suele detectarse en gatos enfermos y puede deberse a distintas causas.
Para entender por qué se agrandan, primero necesitas conocer cómo son los ganglios linfáticos sanos, ya que forman parte esencial del sistema inmunológico.
- ¿Qué son los ganglios linfáticos?
- ¿Qué son los ganglios linfáticos agrandados o inflamados (linfadenopatía)?
- ¿Qué causa la linfadenopatía?
- ¿Qué tan común es la linfadenopatía?
- Síntomas de la linfadenopatía en los gatos
- Diagnóstico e investigación de la linfadenopatía
- Tratamiento de la linfadenopatía
- ¿Cuánto cuesta tratar a un gato con linfadenopatía?
- Seguimiento y pronóstico
- Conclusión
¿Qué son los ganglios linfáticos?
La mayor parte del sistema inmunitario funciona silenciosamente por sí solo dentro de los gatos, fuera de la vista, produciendo anticuerpos, células T y otras células y factores para proteger al cuerpo contra virus y otras amenazas a la salud. Pero hay una parte del sistema inmunitario que a veces se vuelve muy obvia: los ganglios linfáticos.
Los ganglios linfáticos, también conocidos como “glándulas”, son pequeñas agrupaciones sólidas de células inmunes que se encuentran en muchas partes del cuerpo, entre ellas:
- El cuello (submandibular)
- Delante del hombro (prescapular)
- La axila
- La ingle (inguinal)
- La parte posterior de la rodilla (poplítea)
- Varias localizaciones internas como el tórax (mediastínico) y el abdomen (intestinos, mesentérico).
Los ganglios linfáticos forman parte del sistema linfático, una red de vasos linfáticos estrechos que corren paralelos a los vasos sanguíneos del cuerpo. Estos vasos linfáticos recogen y canalizan el líquido suelto de las extremidades del cuerpo, llevándolo de vuelta al pecho, donde se devuelve al torrente sanguíneo.
Los ganglios linfáticos son grupos de células inmunitarias (incluidos los linfocitos y los glóbulos blancos) que actúan como filtros biológicos en puntos regulares a lo largo de los vasos linfáticos, filtrando los desechos, incluidas las bacterias y los virus. Las células inmunitarias trabajan arduamente para neutralizar las amenazas entrantes a la salud del cuerpo.
Los ganglios linfáticos en los gatos son diminutos (como pequeños guisantes congelados) hasta que se activan, momento en el que pueden hincharse hasta alcanzar un tamaño mucho mayor.
¿Qué son los ganglios linfáticos agrandados o inflamados (linfadenopatía)?
Los ganglios linfáticos agrandados (linfadenopatía o linfadenomegalia) se diagnostican cuando uno o más ganglios linfáticos son más grandes de lo normal.
- La linfadenopatía localizada significa que uno o un pequeño número de ganglios linfáticos están agrandados.
- La linfadenopatía generalizada significa que todos (o la mayoría) de los ganglios linfáticos del cuerpo están agrandados.
¿Qué causa la linfadenopatía?
Los ganglios linfáticos se agrandan por dos razones principales:
- Hiperplasia reactiva o linfadenopatía inflamatoria o linfadenitis, cuando los ganglios linfáticos reaccionan a un desafío, como infecciones fúngicas, infecciones bacterianas, infecciones virales (incluido el virus de la leucemia felina o el virus de la inmunodeficiencia felina) o reacciones inmunitarias (como granulomas eosinofílicos o infiltraciones de mastocitos no neoplásicas). Los gatos jóvenes tienen más probabilidades de verse afectados por este tipo de linfadenopatía.
- Hiperplasia neoplásica, cuando los ganglios linfáticos afectados se agrandan debido a la infiltración de células cancerosas.
Los posibles tipos de cáncer incluyen
1. Cánceres primarios del sistema linfático
- Leucemias
- Linfomas (linfosarcomas)
- Granulomatosis linfomatoide
- Histiocitosis maligna
- Mieloma múltiple
- Enfermedad sistémica de los mastocitos
2. Cánceres secundarios o metastásicos de una fuente primaria
- Carcinomas
- Sarcomas
¿Qué tan común es la linfadenopatía?
La linfadenopatía solo se observa ocasionalmente. Normalmente, los veterinarios la detectan durante los exámenes físicos de rutina de los gatos enfermos.
Síntomas de la linfadenopatía en los gatos

Además de los ganglios linfáticos agrandados, los gatos con linfadenopatía pueden presentar otros signos de mala salud, como apatía, pérdida de apetito y pérdida de peso.
Los signos clínicos relacionados con la linfadenopatía son fáciles de reconocer: los ganglios linfáticos aumentan de tamaño. A veces, tú mismo puedes notarlo —por ejemplo, al ver bultos bajo el cuello u otras zonas del cuerpo—, pero lo más común es que sea el veterinario quien lo detecte durante una revisión.
Los gatos con linfadenopatía suelen mostrar señales generales de que algo no va bien: decaimiento, falta de apetito, pérdida de peso y otros síntomas poco específicos. Estas manifestaciones no son consecuencia directa de la linfadenopatía, sino del problema de salud que la está provocando.
Diagnóstico e investigación de la linfadenopatía
Si el veterinario detecta linfadenopatía en tu gato, estos son los pasos que pueden seguirse a continuación.
1. Toma de historia clínica detallada
El veterinario hablará contigo sobre todos los aspectos de la vida y el cuidado de tu gato. Esta información es clave para distinguir entre las distintas causas posibles. Por ejemplo, una vacunación reciente puede provocar una hiperplasia reactiva benigna en ciertos casos.
2. Examen físico

Los gatos con leucemia felina están inmunodeprimidos, lo que puede provocar una variedad de problemas de salud secundarios.
Tu veterinario examinará cuidadosamente a tu gato con un examen físico, revisando todos los ganglios linfáticos para detectar un posible agrandamiento y anotando cualquier otro signo físico de enfermedad, como lesiones en la piel o hinchazones.
3. Aspiración con aguja fina y otras biopsias
La única forma de obtener un diagnóstico definitivo al investigar ganglios linfáticos agrandados (linfadenopatía) es a través de una biopsia, es decir, tomando una muestra de tejido vivo del ganglio inflamado.
Lo más común es realizar una aspiración con aguja fina (FNA), que es el método más rápido, sencillo y poco invasivo para obtener la muestra. Muchas veces se puede hacer con el gato despierto, directamente en la consulta.
Consiste en insertar una aguja delgada en el ganglio linfático aumentado, depositar el contenido extraído en un portaobjetos de vidrio y enviarlo al laboratorio para su análisis.
A partir de esa muestra se realiza una citología: un patólogo examina las células bajo el microscopio, identifica los tipos presentes y, con frecuencia, esto permite determinar la causa del agrandamiento.
En algunos casos, puede ser necesario tomar una segunda muestra más grande del ganglio (por ejemplo, una biopsia con aguja gruesa o incluso extirpar todo el ganglio para un análisis completo). Esto permite realizar un estudio histopatológico detallado y obtener información más precisa sobre el problema.
Este procedimiento suele requerir que el gato quede hospitalizado y, por lo general, necesita anestesia general, ya que se trata de una intervención quirúrgica.
4. Análisis de sangre y orina de rutina
Como parte de una evaluación general para conocer el estado de salud de un gato con cualquier tipo de enfermedad, los veterinarios suelen realizar análisis de sangre rutinarios, que incluyen estudios básicos como un hemograma completo y un perfil bioquímico.
También es común que se realice un análisis completo de orina.
Estas pruebas permiten detectar otras posibles afecciones que podrían estar presentes y, además, ofrecen una base útil para comparar la evolución del gato con el tiempo, incluso si en ese momento no aparece ninguna anomalía.
Dependiendo del caso, este tipo de evaluación general puede o no llevarse a cabo con tu gato.
5. Análisis de sangre especializados
Tu veterinario puede recomendar análisis de sangre específicos para algunas infecciones virales, como FeLV y el virus de inmunodeficiencia felina (FIV): síntomas, causas, diagnóstico y tratamiento, ya que existen implicaciones significativas si tu gato es positivo para cualquiera de estos.
6. Diagnóstico por imágenes
Se pueden realizar radiografías (rayos X) y ecografías para examinar los órganos internos de tu gato, verificar si hay ganglios linfáticos internos agrandados y para detectar otras enfermedades internas.
Estas investigaciones no sólo son importantes para hacer el diagnóstico inicial, también son parte del proceso de estadificación, buscando cualquier evidencia de metástasis (propagación de tumores a otras partes del cuerpo), lo que ayudaría en la toma de decisiones sobre los planes de tratamiento para algunas causas de linfadenopatía.
Tratamiento de la linfadenopatía

El tratamiento de la linfadenopatía depende de la causa de los ganglios linfáticos agrandados.
No existe un único régimen de tratamiento para la linfadenopatía. El tratamiento depende de la causa subyacente de los ganglios linfáticos agrandados.
Esto puede incluir antimicóticos si la causa es fúngica, antibióticos si la causa es bacteriana y tratamientos contra el cáncer (quimioterapia o radioterapia) en gatos a los que se les diagnostica linfadenopatía causada por cáncer.
¿Cuánto cuesta tratar a un gato con linfadenopatía?
No se puede dar una cifra exacta sobre el costo del tratamiento de la linfadenopatía, ya que influyen muchos factores específicos en cada caso. Lo mejor es que consultes al veterinario para que te dé un presupuesto detallado. Contar con un seguro para mascotas puede ser de gran ayuda, ya que en algunos casos se requieren estudios y tratamientos complejos.
Seguimiento y pronóstico
Se necesitan exámenes veterinarios regulares para revisar cómo están progresando los ganglios linfáticos de tu gato.
Conclusión
La linfadenopatía, o el agrandamiento de los ganglios linfáticos, es una señal de que algo no anda bien y puede presentarse en gatos. Es fundamental acudir al veterinario para identificar con precisión qué la está causando y así poder dar el tratamiento adecuado.