La L-lisina, o simplemente lisina, es un suplemento de aminoácidos. Se administra a gatos para fortalecer el sistema inmunológico y reducir los efectos del virus del herpes felino (FHV). En este artículo descubrirás qué es la lisina, cómo puede beneficiar a tu gato, qué efectos secundarios podrían presentarse y responderemos algunas preguntas comunes.
Descripción rápida: L-lisina para gatos
Acerca de la L-lisina para gatos

Los gatos que enfrentan situaciones estresantes, como aquellos que viven en refugios, son más propensos a contraer el virus del herpes felino.
La lisina es un aminoácido, los bloques básicos de las proteínas, indispensables para múltiples funciones en el cuerpo. Entre ellas está la producción de nuevas proteínas, hormonas y neurotransmisores. En total, existen 20 aminoácidos, algunos esenciales y otros que el cuerpo puede sintetizar por sí mismo.
La lisina forma parte del grupo de aminoácidos esenciales, junto con triptófano, metionina y otros más. Por otro lado, aminoácidos como alanina, glutamina y arginina son considerados no esenciales.
Se cree que la lisina ayuda a los gatos porque compite con la arginina en su interacción con el virus del herpes. La arginina es necesaria para que el virus produzca partículas infectivas y pueda propagarse. Al incorporarse la lisina en lugar de la arginina, se supone que el virus pierde capacidad de infección.
Aun así, algunas investigaciones han cuestionado esta idea, demostrando que niveles bajos de arginina no afectan la replicación viral. Además, varios estudios encontraron que la suplementación con lisina no reduce los niveles de arginina.
En humanos, la lisina ha mostrado efectos positivos en la reducción del estrés y la ansiedad.
¿Qué hace la L-lisina en los gatos?

Los gatitos muy jóvenes suelen ser más susceptibles al FHV.
El virus del herpes felino (FHV), en particular el FHV-1, es una infección muy común en gatos. Afecta especialmente a gatitos muy jóvenes, a aquellos con defensas bajas y a los que viven bajo mucho estrés, como los que habitan en colonias o refugios.
Este virus puede causar conjuntivitis (inflamación ocular) y signos respiratorios superiores como estornudos y congestión nasal. La mayoría de los gatos que presentan estornudos y secreción en los ojos tienen una infección por herpes subyacente.
El problema con el herpes es que, aunque los síntomas aparezcan y desaparezcan, el virus nunca se elimina completamente del organismo. Los gatos portadores sufren brotes recurrentes de conjuntivitis y estornudos a lo largo de su vida. Estos episodios se disparan en situaciones de estrés, como una mudanza o la llegada de un bebé o una nueva mascota que altera su rutina.
Además, el herpes puede facilitar infecciones bacterianas secundarias, que agravan los síntomas con fiebre, congestión nasal severa, pérdida del olfato, conjuntivitis bacteriana, decaimiento y falta de apetito.
Aunque en las últimas dos décadas se han logrado avances, desarrollar antivirales efectivos ha sido complicado. Los virus tienen menos blancos específicos para atacar que las bacterias, y a diferencia de la mayoría de los antibióticos, los antivirales no curan la infección, sino que requieren tratamiento continuo.
Estas dificultades despertaron interés en la L-lisina como un suplemento nutricional que podría mitigar los síntomas del herpes sin generar casi efectos secundarios.
A pesar de su potencial, los estudios sobre la lisina muestran resultados variados.
Se ha demostrado que la lisina puede reducir la liberación del virus y la gravedad de la conjuntivitis bajo condiciones controladas.
No obstante, en gatos de refugio no se ha probado que mejore o prevenga significativamente las infecciones respiratorias superiores. El estrés constante y la exposición a múltiples agentes infecciosos complican el seguimiento y los resultados en estos entornos.
En 2015, los virólogos Sebastiaan Bol y Evelien M. Bunnik revisaron varios estudios sobre la suplementación con lisina en gatos y humanos con herpesvirus. Llegaron a la conclusión de que no hay evidencias claras de beneficios en gatos infectados. En un estudio, incluso se observó un aumento en la liberación viral en un grupo de gatos de refugio.
Poco después, Veterinary Practice News publicó un análisis de estos hallazgos y debatió los argumentos a favor y en contra del uso de lisina en gatos.
En ese artículo, el Dr. David Maggs, oftalmólogo veterinario clínico que participó en la investigación sobre FHV incluida en el estudio de Bol y Bunnik, expresó su opinión:
“Me sorprendió la conclusión,” dijo Maggs. “Decir que no hay evidencias me parece extraño, porque ellos mismos mencionan al menos un estudio que sugiere un beneficio.”
“Recomendaría moderar esa conclusión final, porque no creo que debamos decir que este tratamiento debe suspenderse en todos los gatos con herpes,” agregó. “Sí advierten que no debería iniciarse en todos los casos, pero recomendar detenerlo de inmediato es una conclusión más fuerte de lo que yo habría sacado con esos datos.”
“Mis clientes me cuentan que cada vez que suspenden la lisina, los síntomas regresan,” comentó. “Eso es anecdótico, pero sirve para ejemplificar que no deberíamos recomendar una suspensión general y urgente.”
Otro veterinario, el Dr. Gary Norsworthy, comparte una visión similar:
“La lisina es usada frecuentemente por muchos de mis clientes,” dijo. “Algunos gatos responden muy bien, a pesar de lo que indica la ciencia.”
“No la recomiendo como tratamiento principal para el herpes felino tipo 1,” afirmó, “pero tampoco la desaconsejo. Los gatos no leen los estudios científicos. Su uso debería basarse en la respuesta, sea científica o no.”
Ambos profesionales reconocen el valor de la experiencia clínica personal en la decisión de seguir usando lisina en ciertos gatos. La evidencia anecdótica proviene de la observación directa, como un veterinario que nota mejorías en sus pacientes tras un tratamiento.
Esta perspectiva fue cuestionada por el Dr. Bol en el artículo: “…La evidencia anecdótica no es evidencia real… es una contradicción en sí misma.”
Aunque la investigación formal no respalda el uso de lisina en gatos, muchos veterinarios que la han empleado durante años continúan recomendándola por los resultados que han visto en su práctica.
Estas indicaciones son más comunes en gatos domésticos con antecedentes crónicos de herpes. Aplicar el tratamiento en casa, en un entorno tranquilo, reduce el estrés y la influencia de otros factores que podrían afectar su salud.
Efectos secundarios de la L-lisina para los gatos
Afortunadamente, los efectos secundarios de la L-lisina son poco frecuentes. No se han observado efectos adversos en los ensayos clínicos. También se considera poco probable que se produzca toxicidad por sobredosis. Sin embargo, pueden producirse efectos gastrointestinales como disminución del apetito, vómitos y diarrea si un gato ingiere una gran cantidad de lisina.
Dosis de L-lisina para gatos

Los gatos pueden tomar L-lisina como refrigerio o golosina, y se recomienda que la consuman en una sola sesión.
Existen muchos productos que contienen L-lisina con la intención de ser utilizados como suplemento para gatos. Si bien muchos productos pueden estar etiquetados para su uso en gatos y gatitos, es importante tener en cuenta que ningún producto está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) para tratar o curar el virus del herpes en gatos, y todas las dosis se consideran fuera de lo indicado en la etiqueta.
- El gel de L-lisina (Viralys es una marca común pero hay muchos genéricos) viene en 250 mg por 1.25 ml.
- El polvo de L-lisina (Viralys, nuevamente, es una marca común con genéricos disponibles) viene en 250 mg por cucharada colmada.
- Los masticables de L-lisina de la marca Optixcare contienen 500 mg por golosina masticable blanda.
La dosis recomendada para uso fuera de indicación de L-lisina en gatos es de 205 mg para gatitos y hasta 500 mg para gatos adultos, según el tipo de producto. Se puede administrar una o dos veces al día.
Lo ideal es que el gato consuma toda la dosis de una sola vez. Por ejemplo, el gatito debería terminarse todo el gel o masticar completamente el suplemento como si fuera una golosina. Si usas polvo mezclado con la comida, debe comerse todo junto y no ir picoteando durante el día.
Dar L-lisina debe ser una experiencia agradable para tu gato. El estrés que genera obligarlo a tomarla podría anular cualquier posible beneficio.
Conclusión

Los gatos domésticos que toman L-lisina en la comodidad de su propio hogar son menos susceptibles al estrés y obtienen mayores beneficios de ella.
La L-lisina puede recomendarse en gatos con infección crónica por herpesvirus. Aunque la evidencia sobre su efectividad para tratar o prevenir síntomas respiratorios superiores es variable, algunos veterinarios la siguen sugiriendo por los beneficios que observan en sus pacientes. Parece funcionar mejor en gatos de casa, que viven en un entorno tranquilo y bien cuidado. Su ausencia de efectos secundarios importantes y su consideración como suplemento nutricional la convierten en una opción atractiva para manejar el herpesvirus crónico.
Aviso sobre dosificación de medicamentos: Solo proporcionamos dosis de medicamentos aprobados por la FDA para uso en gatos y siempre siguiendo las indicaciones del etiquetado. Para medicamentos usados fuera de indicación, solo ofrecemos pautas y datos sobre seguridad. La dosificación segura y adecuada en estos casos debe determinarla un veterinario de confianza.
Te recomendamos trabajar con tu veterinario para decidir si un medicamento es adecuado para tu gato. Modificar o ajustar dosis por cuenta propia sin consultar a un profesional puede ser riesgoso. Tampoco recomendamos usar medicamentos para humanos en mascotas sin antes consultar con un veterinario.