Todos queremos tener una relación perfecta con nuestros increíbles compañeros de cuatro patas. Después de todo, vivir en armonía con tu amigo felino significa abrazos infinitos, ronroneos a cada momento y juegos siempre que quieras… ¿o no?
Por mucho que desees que tu compañero peludo disfrute de tu compañía y acepte tu cariño a cualquier hora, quizá no siempre sea así. A veces, parece que tu gato, en un abrir y cerrar de ojos, pasa de disfrutar de tus caricias a reprenderte con un arañazo o mordisco.
Esto dicho, si aprendes a interpretar el lenguaje corporal de tu gato, podrías notar los cambios en su estado de ánimo antes de que sea demasiado tarde. ¡Todo está en observar!
¿Cómo saber si tu gato está molesto o irritado?
Si tu gato está molesto o irritado y quiere algo de espacio, probablemente te dará algunas pistas. Entonces, ¿en qué comportamiento felino deberías fijarte como señal para alejarte?
1. Movimiento de la cola

Aunque el meneo de la cola en los perros suele ser una señal de que el perro está feliz, el meneo de la cola en los gatos suele ser una señal de que el gato no está contento.
Tal vez hayas notado que la cola de tu gato se mueve de manera más frenética si está molesto. Incluso podría golpearla repetidamente contra el suelo. A diferencia de los perros, una cola que se mueve no siempre es señal de felicidad en los gatos. Por lo general, indica que están muy juguetones o que están irritados. En cualquier caso, si no quieres llevarte algunos arañazos de recuerdo, lo mejor es mantener tu distancia.
2. Orejas hacia atrás

Cuanto más atrás estén las orejas de un gato, más irritado (o incluso enojado) estará el gato.
¿Alguna vez has notado que cuando tu gato está contento y curioso, sus orejas suelen estar inclinadas hacia adelante? Bueno, lo opuesto también es cierto. Cuando se siente amenazado, enojado o irritado, tu gato puede tener las orejas hacia atrás, a veces casi pegadas a su cabeza. ¡Observar señales corporales como esta te ayudará a evitar un encuentro agresivo!
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3. Postura encorvada

Si tu gato muestra una postura corporal encorvada y tensa, probablemente desee que lo dejen solo.
Un gato relajado suele estar tumbado, con el cuerpo alargado y las extremidades estiradas. Si tu gato está encorvado, con el cuello corto y las patas encogidas, probablemente significa que se siente asustado, molesto, indispuesto o antisocial. Por supuesto, los gatos felices se sientan en posición de «pan» con las extremidades debajo de ellos. Sin embargo, si este es el caso, su cuello debería estar alargado y no debería verse tenso.
4. Pupilas dilatadas

Las pupilas de un gato relajado se verán como rendijas estrechas y negras en lugar de círculos anchos y negros.
Si los ojos de tu gato son como platos o parecen grandes agujeros negros, podría significar que se siente nervioso, amenazado o enojado. Por lo tanto, lo mejor es darle un poco de espacio, ya que podría ser una señal de que está a punto de atacar. No obstante, es cierto que los gatos que juegan o pelean mientras juegan también pueden tener las pupilas dilatadas, ¡especialmente si han estado cerca de la hierba gatera!
5. Distanciamiento y escondite

La mayoría de los gatos intentan alejarse de las personas o cosas que les resultan incómodas.
Si un gato se siente incómodo con una situación, hará todo lo posible por escapar de ella. Esto significa que si tu gato o gatito está molesto, irritado o quiere que lo dejen solo, te lo hará saber.
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Si tu gato se aleja de ti, sale corriendo o lucha por liberarse cuando intentas acercarte, te está haciendo saber que no está contento. Si se escapa o se esconde, es mejor no seguirlo. Si le das espacio, es probable que se acerque a ti nuevamente cuando se sienta mejor.
6. Falta de interés por premios y juguetes

Si tu gato rechaza los juguetes o las golosinas, déjalo solo un rato y observa si está interesado más tarde.
Si estás enfadado, es poco probable que tengas ganas de jugar con tus amigos hasta que te tranquilices. Del mismo modo, sentirte molesto, irritado o estresado puede quitarte las ganas de comer. Por otro lado, hay quienes comen más cuando están ansiosos o enfadados, lo que conocemos como «comer por emoción».
En el caso de tu gato, si está irritado, es poco probable que quiera interactuar contigo durante el juego o con premios. Así que, si normalmente se emociona al recibir una golosina y esta vez no le interesa, puede ser una señal de que está angustiado.
7. Bufidos

El bufido es una de las señales más claras que puede dar un gato para decir «¡aléjate!»
La mayoría de los gatos no bufan inmediatamente cuando están enojados. Primero intentan comunicarse de forma más sutil. Pero si has ignorado sus advertencias y te niegas a darles su espacio, tu gato podría sentir que no tiene otra opción que castigarte con un bufido o un gruñido. Esto nos lleva al siguiente punto…
8. Gruñidos

Si el bufido no es suficiente para mantener a alguien alejado, los gatos pueden intensificar la comunicación con gruñidos.
Otro último recurso para muchos gatos es el gruñido y otras vocalizaciones como el maullido. Si no has reconocido las señales de que están irritados y perseveras en tus intentos de prestarles atención cuando en realidad quieren que los dejes en paz, probablemente los oigas gruñir. Si esto ocurre, no te equivoques: ¡quieren que te alejes!
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9. Arañazos

Los gatos pueden usar sus garras para dejar en claro su mensaje si no captas sus señales de que quieren que los dejen en paz.
Algunas personas creen que los gatos arañan o muerden sin motivo, de forma inesperada. Si aprendes a interpretar su lenguaje corporal, es poco común que un gato ataque y cause daño. Por otro lado, cuando sienten que sus señales están siendo ignoradas, podrías terminar siendo el objetivo de un zarpazo.
10. Mordidas

Morder suele ser el último recurso para los gatos que necesitan un descanso.
En cierto modo, esta es la forma definitiva que tiene un gato de demostrar que está molesto o irritado. Esto dicho, si lo observas de cerca para detectar señales sobre su estado de ánimo, no debería sentir la necesidad de morder. Si tiene dolor, está estresado o tiene miedo y pareces no entender el mensaje, quizá sienta que no tiene otra opción más que darte un mordisco.
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Conclusión
Muchos que no tienen gatos piensan que son agresivos e impredecibles, repartiendo arañazos y mordiscos sin previo aviso. No obstante, atacar suele ser su última opción, incluso cuando están molestos o irritados.
Si aprendes a interpretar su lenguaje corporal y a reconocer sus señales, podrás evitar sorpresas desagradables. Por otro lado, si notas un cambio en el comportamiento de tu gato y sospechas que podría estar enfermo, lo mejor es llevarlo al veterinario para descartar un problema de salud.
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