¿Por qué mi gato ronca tan fuerte? 4 razones comunes

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Se desarrolla una escena encantadora mientras un gatito es capturado en un sueño profundo y tranquilo.

Los ronquidos son mucho menos frecuentes en gatos que en perros o personas. La mayoría duerme en silencio, con sigilo, ideal para una siesta discreta bajo las sábanas. Aunque suelen ronronear con frecuencia, no todos roncan. El ronquido se refiere a una respiración ruidosa o sonidos ásperos que se producen mientras duermen.

Incluso quienes suelen dormir en silencio pueden emitir sonidos más fuertes mientras descansan, por ejemplo, al adoptar una postura poco habitual o si el entorno está demasiado seco. Sigue leyendo para descubrir por qué algunos gatos roncan y en qué casos conviene prestar atención.

¿Por qué roncan los gatos?

La respiración ruidosa durante el sueño suele deberse a características anatómicas, aunque también puede indicar un problema de salud. Hay cuatro causas principales por las que tu gato ronca o empieza a hacerlo, entre ellas:

1. Gatos braquicéfalos

La imagen muestra un gato persa en un estado de sueño reparador.

Algunos gatos de cara plana pueden roncar más debido a la forma en que están construidas su cabeza y sus vías respiratorias.

El término braquicefálico significa literalmente “cabeza acortada” y se refiere a las razas que tienen el rostro más plano y la nariz menos alargada. Entre ellas se encuentran el burmés, el himalayo, el persa, el británico de pelo corto y el exótico de pelo corto. Aunque son muy populares entre quienes conviven con gatos, su forma de cabeza puede traer consigo ciertos problemas de salud.

Estas razas suelen presentar narinas estenóticas, es decir, orificios nasales más estrechos que dificultan el paso del aire. También pueden tener un paladar blando alargado: el tejido blando del techo de la boca es demasiado largo en proporción al cráneo, lo que puede bloquear parcialmente las vías respiratorias.

Ambas condiciones pueden generar ronquidos intensos. Además, al tener la cara más corta, el sistema de senos paranasales queda más comprimido, lo que también puede provocar ruidos al respirar.

No todos los gatos braquicefálicos presentan dificultades respiratorias, pero si notas algo fuera de lo común, lo mejor es consultar con tu veterinario. Él sabrá decirte si hay algún tratamiento médico, quirúrgico o ajuste ambiental que beneficie a tu gato.

2. Problemas de peso

La obesidad o el sobrepeso pueden aumentar la probabilidad de que tu gato ronque. Aunque el aumento de peso suele ser gradual y rara vez provoca problemas respiratorios importantes, mantener el peso de tu gato en un nivel saludable hará maravillas para su bienestar general, además de reducir la respiración ruidosa. Además de los ronquidos, los gatos con sobrepeso también pueden estar predispuestos a otras afecciones como:

3. Infecciones respiratorias

Estas pueden ser agudas y repentinas, o crónicas y de largo plazo. La infección de las vías respiratorias superiores más común en los gatos se conoce comúnmente como «gripe felina», que es un término genérico para referirse a los problemas de las vías respiratorias superiores causados por una serie de agentes infecciosos comunes.

Los gatos con gripe felina o cualquier infección de las vías respiratorias superiores pueden tener dificultad para respirar, tanto cuando están dormidos como cuando están despiertos.

Otros signos clínicos de la gripe felina pueden incluir:

Aunque algunas de las causas virales de la gripe felina no se pueden curar por completo, los gatos pueden recuperarse de episodios desagradables de infección. Por lo general, necesitan cuidados paliativos que les ayuden a lograrlo, como apoyo nutricional o suplementos, medicamentos antiinflamatorios, líquidos o antibióticos .

4. Obstrucciones nasales

Aunque no es muy común, los gatos pueden tener obstrucciones en las vías respiratorias que provocan ronquidos. A veces, cuerpos extraños como una semilla o incluso una brizna de pasto se quedan atrapados en la nariz o detrás del paladar blando. Los síntomas suelen aparecer de forma repentina, y el gato puede estornudar o resoplar para intentar expulsar el objeto, además de roncar o respirar con ruido. En estos casos, la única opción es llevarlo al veterinario para que lo revise.

También, aunque poco frecuente, pueden desarrollarse pólipos o crecimientos en las vías respiratorias. Esto puede provocar un aumento gradual de los ronquidos o dificultades para respirar. Una vez más, el veterinario es quien debe hacer el diagnóstico, pero le será de ayuda si describes cualquier otro cambio en el comportamiento de tu gato.

¿Cuándo debo preocuparme por los ronquidos de mi gato?

La imagen retrata a un gato blanco en un estado de sueño tranquilo.

Si te preocupan los ronquidos de tu gato, tu veterinario puede ayudarte a determinar si son anormales o no.

Si tu gato ronca de forma leve o esporádica, puede deberse simplemente a que adoptó una postura extraña al dormir, y no tiene por qué ser motivo de preocupación, sobre todo si se muestra activo, contento y como siempre. En cambio, si notas que empieza a respirar con dificultad de forma repentina y los ronquidos se vuelven intensos, lo más adecuado es llevarlo al veterinario de inmediato, ya que podría tratarse de un problema de salud que requiere atención.

En los gatos braquicefálicos, los signos respiratorios pueden variar mucho. Algunos casos se manejan bien controlando el peso, usando humidificadores y haciendo ciertos ajustes en el entorno. En situaciones más severas, la cirugía es la mejor alternativa para mejorar su bienestar. Al final, quien mejor puede orientarte sobre qué hacer es tu veterinario.

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Dr. Alexandra Warner BVMS

Alexandra trabajó en consultorios mixtos en todo el Reino Unido y Australia, tratando a criaturas grandes y pequeñas. Experta en nutrición y comportamiento, ahora es veterinaria senior en una práctica predominantemente de animales de compañía en la parte superior de la Isla Sur de Nueva Zelanda.