
Shutterstock.com
La pododermatitis en gatos, conocida médicamente como pododermatitis de células plasmáticas felina y coloquialmente como «patas de almohada», es una condición dolorosa que causa inflamación en las almohadillas de las patas, haciéndolas hinchadas y dificultando caminar. Aunque es una afección relativamente poco común, la pododermatitis puede ser incapacitante. Si no se trata, puede causar síntomas graves y complicaciones.
La pododermatitis requiere un tratamiento específico por parte de tu veterinario. Este tratamiento variará según la gravedad de los signos clínicos de tu gato. En este artículo, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre la pododermatitis en gatos, incluyendo sus causas, síntomas y tratamientos disponibles.
Causas de la pododermatitis en los gatos
La pododermatitis en gatos es una afección poco común que aún no se comprende completamente. Esto dicho, se ha observado en gatos de todas las edades, sexos y razas.
Disfunción inmunológica
No se conoce una causa clara de las patas de almohada en gatos. Se cree que ocurre debido a una disfunción del sistema inmunológico, similar a una condición autoinmune. Es probable que una respuesta inmune se active en el cuerpo del gato debido a una infección o un proceso inflamatorio. Esto provoca que las células plasmáticas (linfocitos) invadan las almohadillas de las patas y se activen. Las células plasmáticas activadas producen anticuerpos que provocan hinchazón e inflamación. Esto, a su vez, lleva a que las patas se vuelvan dolorosas e hinchadas, de ahí el nombre de «patas de almohada».
Virus
Como se cree que la pododermatitis se produce como respuesta a una infección o inflamación, muchos autores han sugerido una relación entre la pododermatitis y una enfermedad vírica, como el virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) o el virus de la leucemia felina (VLF). De hecho, en algunos estudios, aproximadamente entre el 44 y el 63 % de los gatos con pododermatitis dieron positivo en el VIF.
Alergias
La pododermatitis también puede ser estacional en algunos gatos, por lo que también se han sugerido causas alérgicas. Puede ser más evidente en los gatos que viven al aire libre, ya que son más susceptibles a las causas infecciosas y es probable que pasen más tiempo en superficies duras.
Síntomas de pododermatitis en gatos
La pododermatitis generalmente ocurre en dos o más patas en lugar de solo en una, y se presenta principalmente en las almohadillas metacarpianas y metatarsianas principales (las almohadillas más grandes de las patas).
Los gatos afectados por pododermatitis tendrán problemas para caminar, pero algunos casos leves pueden no presentar ningún signo evidente. Los síntomas de la pododermatitis pueden variar de un gato a otro, pero generalmente incluyen:
- Almohadillas de las patas inflamadas, hinchadas e hinchadas.
- Decoloración morada o roja de las almohadillas.
- Estrías (líneas) o grietas en las pastillas.
- Úlceras/heridas en la almohadilla del pie.
- Sangrado de la almohadilla.
- Lamido excesivo de la almohadilla.
- Cojear o mantener la pata levantada.
- Dolor o malestar.
Además de los síntomas que rodean las patas, los gatos pueden experimentar letargo, fiebre, pérdida de peso o agrandamiento de los ganglios linfáticos. Esto se debe a que la pododermatitis es causada por un aumento de las células plasmáticas circulantes.
Complicaciones de la pododermatitis en gatos

La pododermatitis afecta principalmente las almohadillas de las patas, pero puede causar complicaciones en otras partes del cuerpo, como los riñones. Shutterstock.com
Además de los síntomas mencionados anteriormente, la pododermatitis puede provocar ulceración y heridas abiertas en las almohadillas plantares. Esto complicará la recuperación, ya que puede ser necesario un tratamiento a largo plazo y una cirugía. La recuperación de la cirugía puede tardar entre 1 y 4 semanas y los gatos necesitarán cuidados adicionales durante el período posoperatorio.
Debido al aumento de la producción de células plasmáticas, los gatos pueden desarrollar otras afecciones en el organismo. Estas afecciones pueden ser más complicadas que la pododermatitis en sí. Entre ellas se incluyen las siguientes:
- Estomatitis.
- Glomerulonefritis inmunomediada.
- Amiloidosis renal.
- Infección de las vías respiratorias superiores.
- Hinchazón sobre el puente de la nariz.
Esto probablemente hará que el caso sea más complicado y potencialmente mortal para el gato.
Diagnóstico de la pododermatitis en gatos
Si notas que tu gato presenta algunos de los síntomas mencionados y te preocupa que pueda tener pododermatitis, agenda una cita con tu veterinario. Él o ella te hará varias preguntas detalladas sobre el estado de salud de tu gato y realizará una exploración completa. Solo con estos pasos, es posible que el veterinario pueda diagnosticar pododermatitis o, al menos, tener una sospecha clara del problema.
Análisis de sangre
Tu veterinario probablemente querrá realizar pruebas adicionales para confirmar la pododermatitis y descartar otras afecciones subyacentes. Es posible que sugiera analizar si tu gato tiene leucemia felina o el virus de inmunodeficiencia felina, ya que pueden estar relacionados. Los análisis de sangre rutinarios pueden mostrar alteraciones en la cantidad de linfocitos y un aumento en los niveles de globulinas si hay pododermatitis.
Biopsia
Tu veterinario podría sugerir tomar una muestra por aspiración con aguja fina (FNA) de una almohadilla. Esto consiste en usar una aguja para extraer una pequeña cantidad de células, que luego se analizan al microscopio. Si hay pododermatitis, se observará una gran cantidad de células plasmáticas.
También es posible que el veterinario opte directamente por hacer una biopsia de piel en la almohadilla, ya que es el método más preciso para confirmar el diagnóstico. Esta muestra se envía a un laboratorio externo para su análisis.
Estos pasos son clave para diferenciar la pododermatitis de otras afecciones que también pueden afectar las patas, como infecciones bacterianas o fúngicas, complejo granuloma eosinofílico, pénfigo foliáceo, cuerpos extraños (algo incrustado en la pata) o incluso cáncer.
Casos complicados
Si tu gato presenta otros síntomas como letargo, fiebre o cambios en el apetito, será necesario realizar estudios adicionales, ya que las células plasmáticas también pueden afectar los riñones, la boca y las vías respiratorias superiores. En estos casos, el veterinario podría recomendar radiografías y ultrasonido para evaluar con mayor precisión el alcance del problema.
Tratamientos para la pododermatitis en gatos
Los casos leves de pododermatitis pueden mejorar por sí solos, pero la mayoría requiere tratamiento veterinario. En cualquier caso, es indispensable que tu gato sea revisado por un profesional para definir el mejor plan de acción.
Dado que esta afección se origina por una reacción del sistema inmunológico, el enfoque del tratamiento se centra en modificar esa respuesta. El principal tratamiento es la doxiciclina, un antibiótico con propiedades inmunomoduladoras que ayuda a reducir los síntomas en un 80 % de los gatos.
Un tercio de los gatos tratados con doxiciclina logra una remisión completa de los signos clínicos. El tratamiento suele durar entre 2 y 3 meses, y debe mantenerse incluso después de notar mejoría, ya que la enfermedad puede reaparecer a lo largo de la vida del gato.
La dosis habitual es de 10 mg por kilo de peso. Es fundamental administrar este medicamento con alimento o agua para evitar que cause esofagitis si permanece en la garganta.
Cuando no hay respuesta a la doxiciclina, se recurre a tratamientos con esteroides (como prednisolona o dexametasona) o inmunosupresores (como ciclosporina). En casos graves con ulceraciones en las almohadillas, podría ser necesaria una cirugía para retirar parte del tejido afectado.
También se pueden requerir antibióticos adicionales y analgésicos para mejorar la comodidad del gato. Si hay otros órganos comprometidos, como los riñones, se podrían necesitar medicamentos adicionales, fluidoterapia intravenosa u hospitalización.
Consejos para el cuidado de los gatos

Los gatos con pododermatitis pueden sentir que algunas superficies, como la arena, la arena para gatos o el cemento, pueden irritar sus patas doloridas. Shutterstock.com
Los gatos con pododermatitis pueden estar muy incómodos. Estos consejos para el cuidado del gato te ayudarán cuando tu gato esté sufriendo de pododermatitis.
- Proporciona ropa de cama y superficies cómodas. La pododermatitis causa patas hinchadas e inflamadas que pueden ser dolorosas para que tu gato camine. Les resulta más difícil caminar sobre superficies duras y dormir sobre superficies rígidas. Ten en cuenta que las patas de tu gato están doloridas y proporciónale muchas superficies suaves para caminar, como alfombras o mantas, y ropa de cama cómoda para dormir.
- Usa sustrato de arena suave y fina. Algunos gatos con pododermatitis pueden tener dificultades para usar sustratos de arena grandes y firmes (por ejemplo, pellets), por lo que es posible que debas cambiarlos por arena fina y suave que sea más fácil para sus patas adoloridas. Retira los desechos del arenero a diario para mantener sus patas limpias.
- Sigue el horario de medicación. Tu gato puede estar tomando medicamentos durante mucho tiempo y es importante seguir este horario para ayudar a mejorar sus síntomas. Contacta a tu veterinario si tienes problemas para administrar la medicación y llámalo para pedir consejo si omites una dosis.
- Mantén las visitas veterinarias. Es importante mantener las visitas al veterinario para vigilar el progreso de tu gato. Tu veterinario puede necesitar cambiar el plan de tratamiento según la respuesta de tu gato a la terapia.
- Practica una buena higiene. Mantén un entorno limpio, particularmente para los gatos con llagas abiertas en las patas. Esto ayudará a prevenir infecciones en la pata y mantenerla limpia.
Prevención de la pododermatitis en gatos
No se conoce la causa de la pododermatitis en gatos, pero como está provocada por una reacción del sistema inmunológico, es posible que causas virales o infecciosas puedan predisponer a ello. Para mantener a tu gato sano:
- Mantén sus vacunas al día para prevenir ciertas enfermedades virales como el virus de la leucemia felina (FeLV).
- Ofrécele una dieta completa y de alta calidad que le proporcione todos los nutrientes que necesita.
- Mantén un peso saludable y evita que tu gato tenga sobrepeso u obesidad.
- Los gatos con alergias pueden necesitar pruebas alimentarias o medicación para controlar sus alergias.
- Busca atención veterinaria inmediata si crees que tu gato no se encuentra bien, ya que podría tener una infección o virus. Cuanto antes se inicie el tratamiento, más pronto volverá a la normalidad y se evitará una inflamación crónica.
- Practica una buena higiene y limpieza en el hogar para prevenir infecciones y virus, especialmente en hogares con varias mascotas.