Primeros auxilios para la cojera en gatos (guía completa)

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Gato británico de pelo corto atigrado de color blanco

Al igual que tú, los gatos cojean cuando sienten demasiado dolor como para apoyar bien una pata. Así que, aunque se comporten con normalidad, si notas que tu gato cojea, significa que siente dolor y necesita atención veterinaria.

Hay muchas causas que pueden provocar una cojera. Sea una urgencia o algo más leve, conviene que sepas aplicar primeros auxilios felinos.

Este artículo te ayudará a entender qué provoca la cojera, cómo distinguir una emergencia y cuándo hay que pedir cita con el veterinario. También incluye una guía paso a paso para examinarlo en casa y cómo actuar ante los problemas más comunes.

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¿Cuándo la cojera en los gatos es una emergencia?

gato cojeando

Si tu gato no puede usar la pata en absoluto o muestra un dolor intenso, necesita atención veterinaria inmediata.

Como cuidador de un gato, lo más importante que debes saber sobre la cojera es identificar cuándo se trata de una urgencia. Si empieza a cojear de forma repentina y además presenta alguno de los siguientes signos, llévalo de inmediato a tu clínica veterinaria:

Si no estás seguro de si la situación requiere atención urgente, lo mejor es llamar a tu veterinario. Como profesionales, siempre preferimos que nos consultes si te preocupa tu gato, incluso si crees que no necesita ser atendido de inmediato.

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¿Cuándo consultar a un veterinario?

La mayoría de los gatos que cojean deben ser evaluados por un veterinario, ya sea de inmediato o en un plazo de uno a dos días si la cojera es leve y no presentan otros síntomas. Por eso, si notas que tu gato cojea, lo más recomendable es que llames a tu clínica veterinaria.

Aun así, revisarlo en casa puede ayudarte a descubrir la causa. Esto te permitirá aplicar primeros auxilios antes de llevarlo y también facilitará al personal veterinario valorar qué tan urgente es la situación.

No intentes examinarlo si muestra señales de emergencia o reacciona con agresividad. En ese caso, llama de inmediato a tu veterinario de confianza.

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¿Cómo examinar a un gato cojo? Guía paso a paso

Gato pelirrojo paseando

Si es seguro hacerlo, puedes revisar en casa a un gato que cojee levemente.

Importante: esta guía no sustituye una revisión completa hecha por un veterinario.

Lo ideal es que haya dos personas para examinar a un gato que cojea: una lo sujeta y la otra revisa cada pata. Recuerda que, cuando sienten dolor, los gatos tienden a morder o arañar, así que solo intenta examinarlo si crees que es seguro. Si se muestra agresivo o muy adolorido, detente y agenda una consulta.

  • Empieza llamándolo con voz suave y acariciándolo con cuidado. Si reacciona con dolor o se altera, para.
  • Pide a un acompañante que lo sujete suavemente por detrás o de lado, rodeándolo con los brazos para evitar que se mueva.
  • Primero, pasa tu mano con delicadeza a lo largo de la pata para detectar hinchazones, heridas, sangrado o molestias. Si no ves nada evidente, continúa con la revisión más detallada.
  • Empieza por las uñas. Presiona ligeramente sobre cada dedo para extenderlas, sin olvidar el espolón. Revisa si hay dolor, uñas encarnadas, rotas o desgastadas. Las uñas desgastadas pueden indicar que fue atropellado.
  • Examina también las almohadillas y el espacio entre los dedos en busca de heridas, inflamación o cuerpos extraños (como espinas o cristales). Todas las almohadillas deben sentirse tibias al tacto.
  • Luego sigue subiendo por la pierna. Palpa con cuidado para notar inflamación, heridas o zonas sensibles. Si algo le duele, normalmente apartará la pata o se quejará.
  • Después, flexiona y extiende cada articulación suavemente. Deben moverse sin problema y sin rigidez. Presta atención si hay dolor, resistencia o falta de movilidad.
  • Si no sabes qué pata está afectada, repite el examen en las cuatro y compara con su lado sano.
  • Luego, pasa tu mano con cuidado por su espalda y cuello para detectar molestias.
  • Por último, revisa la pelvis. Debe sentirse simétrica en ambos lados, sin puntos sensibles al tacto.

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Causas comunes de cojera en gatos y cómo brindarles primeros auxilios

Ahora que ya revisaste a tu gato, quizás tengas una mejor idea de qué está provocando la cojera. Pero, ¿cómo puedes ayudarlo?

1. Causas de emergencia de cojera en gatos

Vista lateral del perfil de un curioso gato rayado

Algunas causas de cojera en los gatos, como las fracturas de huesos, son emergencias y requieren tratamiento veterinario urgente.

Como tutor de un gato, lo más importante que debes saber es cómo reconocer una emergencia y en qué momento llevarlo al veterinario. A continuación, encontrarás una explicación de las causas más graves de cojera y qué puedes hacer en casa antes de trasladarlo a la clínica.

Todas estas situaciones son urgentes. Si sospechas que tu gato podría estar pasando por alguna de ellas, llama de inmediato a la veterinaria más cercana.

Huesos rotos

Cuando un gato tiene una fractura, normalmente evita apoyar la pata afectada. A veces, puedes notar que la extremidad está torcida o en una posición anormal. También es común que muestre mucho dolor y, en algunos casos, presente heridas o sangrado.

Las fracturas duelen mucho. No intentes examinarlo ni colocar una férula. Lo mejor es mantenerlo lo más quieto posible. Si hay sangrado, presiona suavemente con una gasa limpia o un paño. Colócalo en un transportador con una manta o cama suave y llévalo de inmediato a tu veterinaria de confianza.

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Herida abierta

herida de gato

Las heridas abiertas pueden provocar pérdida de sangre, infección y dolor.

Una herida abierta es aquella en la que la piel está rota. Si es grande, puede que veas tejido o incluso hueso. Estas heridas requieren atención inmediata para evitar infecciones, y probablemente necesiten cirugía para repararlas.

Las heridas abiertas y grandes causan mucho dolor. No intentes limpiarlas ni vendar a menos que no puedas llevar a tu gato al veterinario rápido. Si es así, mantén la zona lo más limpia posible. Puedes lavar la herida con agua estéril (hierve y deja enfriar) para eliminar suciedad, aunque esto puede causarle dolor. Mantén a tu gato en un espacio seguro y llévalo a la clínica veterinaria cuanto antes.

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Sangrado severo

Médico veterinario vendando

Usa un paño limpio y aplica presión firme para detener un sangrado continuo.

El trauma es una causa frecuente de cojera en gatos y puede provocar sangrado. Si la pata de tu gato está sangrando y el flujo no disminuye ni se detiene, debes actuar con primeros auxilios de emergencia.

Para detener o al menos reducir el sangrado, aplica presión directa sobre la herida. Usa una toalla limpia para envolver la pata y presiona con firmeza sobre la zona afectada. Siempre que puedas, mantén la pata elevada por encima del nivel del corazón. Si la sangre atraviesa la toalla, coloca otra encima sin soltar la presión. Mantén esta presión mientras trasladas a tu gato al veterinario más cercano.

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Trombo

Si notas que tu gato arrastra una o ambas patas traseras, podría estar sufriendo un trombo aórtico felino (FATE), también conocido como trombo. Se trata de un coágulo que bloquea un vaso sanguíneo, impidiendo que la sangre llegue a la pata. Esto hace que la extremidad quede flácida y fría, con una coloración azulada en las almohadillas. Generalmente, está relacionado con un problema cardíaco subyacente.

Un trombo causa un dolor intenso, y los gatos suelen emitir aullidos por el sufrimiento.

No existe un primer auxilio casero para esta condición. Lleva a tu gato al veterinario de inmediato para que lo evalúen.

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2. Causas menos graves de cojera en los gatos

Uñas rotas

Las uñas rotas o desgarradas son una causa frecuente de cojera en gatos. Aunque no suelen ser graves, pueden causar un dolor intenso.

Si la fractura está cerca de la base del dedo o la uña está bien adherida, no intentes retirarla y agenda una cita con el veterinario.

En cambio, si la rotura está en la punta o la uña apenas está sujeta, puedes usar cortaúñas para eliminar la parte dañada. Si hay sangrado, aplica presión con un paño limpio durante 5 a 15 minutos. También puedes usar un bastoncillo de nitrato de plata o polvo cauterizante, que se encuentran en tiendas para mascotas.

Una vez que retires la uña dañada y el sangrado haya cesado, limpia la zona con una solución antiséptica para evitar infecciones. Observa el área durante los días siguientes por si aparece calor, inflamación o secreción, pues podrían indicar infección.

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Cuerpos extraños

Un cuerpo extraño es cualquier objeto que no debería estar allí. Los gatos suelen introducirse cosas como espinas, vidrios o semillas de pasto en las patas o piernas.

Si ves un objeto grande, como un pedazo de vidrio, incrustado en la pata o pierna de tu gato, no intentes sacarlo. Intentarlo podría causar un sangrado fuerte. Lo mejor es llevarlo al veterinario.

Si el objeto es pequeño y parece que se puede extraer fácilmente, como una espina, usa unas pinzas para retirarlo con cuidado. Luego, si sangra, aplica presión con un paño limpio. Limpia la zona con un antiséptico para evitar infecciones y agenda una consulta con tu veterinario.

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Distensiones/esguinces de tejidos blandos

Pequeño gato con la pata rota

Los gatos son criaturas activas y pueden sufrir esguinces y distensiones cuando juegan, persiguen y saltan.

Al igual que nosotros, los gatos suelen sufrir esguinces, una lesión común en tejidos blandos. Estos suelen causar cojeras leves, aunque el gato normalmente se muestra animado y sin mayor malestar. Muchos esguinces mejoran con reposo y manteniendo al gato en un espacio reducido.

Si la cojera persiste más de uno o dos días, agenda una consulta con el veterinario. Podrían recetar antiinflamatorios o pedir una radiografía para descartar daños mayores.

En casos leves, no hay mucho que hacer, pero lo más importante es ayudar a tu gato a descansar la pata, limitando sus saltos y movimientos para evitar empeorar la lesión.

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Heridas menores

Una herida leve es aquella en la que la piel no está completamente abierta, como un raspón, arañazo o corte superficial. Puedes tratar este tipo de lesiones en casa limpiándolas con agua hervida con sal o una solución antiséptica diluida. También es útil aplicar una pomada antibiótica para acelerar la cicatrización.

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Si la herida muestra algún signo de empeoramiento (enrojecimiento, hinchazón o supuración), programa una cita con tu veterinario.

Abscesos

Un absceso es una acumulación de pus, generalmente causada por una infección. Al principio puede verse una pequeña herida que, en uno o dos días, se hincha de forma notable. Los gatos con abscesos suelen sentirse mal; pueden mostrarse apagados o perder el apetito.

Si sospechas que tu gato tiene un absceso, llévalo al veterinario. Allí abrirán y limpiarán la zona, y probablemente le recetarán antibióticos.

Si el absceso ya se abrió, limpia el área con agua hervida con sal para ayudar a que drene, y agenda una cita con el veterinario para que lo revisen.

Artritis

Hasta ahora hemos hablado de causas de cojeras repentinas, pero la más común en gatos es la artritis. Los signos suelen ser sutiles: duermen más, saltan menos o juegan menos que antes. Cuando notas que cojean, la artritis ya suele estar avanzada.

Si reconoces alguno de estos síntomas, lleva a tu gato al veterinario. Existen muchos tratamientos efectivos, desde medicamentos hasta ajustes en su entorno, que pueden mejorar mucho su calidad de vida a medida que envejece.

La artritis es una condición crónica, por lo que no hay primeros auxilios específicos. Pero si tu gato presenta un brote de dolor intenso, lo mejor es limitar su actividad física por unos días para aliviarlo.

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Algunas palabras finales de consejo para ayudar a tu gato cojo

Como veterinario, la cojera es uno de los problemas que veo con más frecuencia. Existen muchas causas distintas —algunas graves y otras no tanto.

Independientemente de la razón, estas son mis tres reglas de oro para lidiar con la cojera en gatos:

  1. Aprende a identificar las señales de emergencia y ten a mano los datos de tu clínica veterinaria local.
  2. Descansa a tu gato apenas notes que cojea. Sea cual sea la causa, necesitará reposo. Procura mantenerlo en una sola habitación y evita que salte.
  3. Nunca le des medicamentos humanos. Entiendo que quieres aliviar su dolor rápido, pero muchos fármacos para humanos son tóxicos para los gatos. El veterinario podrá recetar analgésicos seguros para él.

Recuerda, si tienes dudas sobre la salud de tu gato, llama siempre a tu veterinario. Para eso estamos aquí.

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Dr. Nat Scroggie MRCVS

Nat es una gran corredora y le apasiona el bienestar, tanto dentro como fuera de la profesión veterinaria, donde trabaja duro para ayudar a otros en su propio bienestar. Vive en Nottingham con su pareja, su bebé y su querida collie labradora de 14 años, Milly.