Si notas que tu gata luce más redondeada de lo habitual o comienza a mostrar comportamientos de anidación, ¡podrías llevarte una sorpresa!
No hay nada más tierno que una camada de gatitos recién nacidos, pero, por muy adorables que sean, cuidarlos requiere mucho esfuerzo. Cuanto más sepas sobre la gestación felina, mejor podrás anticipar el momento del parto y estar completamente preparado para el gran día. Tu gata embarazada necesita atención especial, que incluye una alimentación equilibrada, un espacio adecuado para dar a luz y seguimiento veterinario constante para garantizar su bienestar y el de sus crías.
Entendiendo el ciclo del calor
Las gatas comienzan a tener ciclos de celo a partir de los 4-6 meses de edad. Se reproducen por temporadas y tienen múltiples ciclos de celo durante las épocas más cálidas y luminosas del año (en el hemisferio norte, esto ocurre entre febrero y septiembre, aproximadamente), aunque las gatas que viven en el interior pueden tener ciclos durante todo el año.
Cada ciclo de calor se compone de tres fases distintas.
- Proestro: dura solo 1-2 días, es la etapa que precede al estro, donde la gata aún no está lista para aparearse.
- Estro: período fértil del celo, en el que la reina mostrará cambios de comportamiento y estará receptiva al apareamiento. Dura entre 3 y 14 días.
- Interés: si no se aparea, el tiempo entre ciclos dura 2-3 semanas.
Si el apareamiento se produce durante el período de celo, la gata entra en diestro. Los óvulos fecundados se transforman en embriones y se trasladan al útero para su implantación.
¿Cómo saber si tu gata está embarazada?

La barriga de tu gata se hará notablemente más grande a partir de las semanas 3-4 del embarazo.
Si tu gata tuvo acceso a un gato macho intacto durante un ciclo de celo, es probable que se haya apareado y esté embarazada. Pero ¿cuáles son los signos clave del embarazo felino?
A continuación se muestran algunas señales comunes de que tu gata puede estar embarazada:
- Cambio de comportamiento: algunas gatas se vuelven más pegajosas y cariñosas durante el embarazo, mientras que otras pueden volverse más solitarias e incluso agresivas.
- Náuseas: los gatas, al igual que algunas mujeres, pueden sufrir náuseas matutinas.
- Letargo: ¡el embarazo cansa! Es posible que notes que tu gata duerme más y tiene menos ganas de jugar o hacer ejercicio.
- Aumento de peso: después de algunas semanas de embarazo, quizá notes que la barriga de tu gata está creciendo y se está volviendo notablemente más grande.
- Aumento del apetito: las gatas embarazadas necesitan más comida, ya que están utilizando mucha energía y proteínas durante el crecimiento de sus preciosos gatitos.
- Cambios en los pezones: los pezones de una gata embarazada se agrandarán, se volverán más rosados e hinchados a partir de algunas semanas de embarazo.
- Anidación: al final del embarazo, las gatas pueden comenzar a mostrar un comportamiento de anidación.
Etapas del embarazo en las gatas
Un embarazo felino típico dura entre 63 y 65 días (¡consulta nuestra calculadora!), pero puede ser tan corto como 61 días o tan largo como 72.
Las gatas pasan por cinco etapas del embarazo, cada una con síntomas específicos que pueden guiarte para saber cuándo está cerca el parto de tu gata.
1. Fertilización
Si una gata se aparea durante su fase de celo fértil, ovulará y el óvulo será fecundado y se convertirá en un embrión. Los embriones se implantan a lo largo de los cuernos uterinos alrededor de 2 semanas después de la fecundación.
2. Desarrollo del embrión
Durante las próximas semanas, los embriones crecerán y se desarrollarán. Cada embrión tiene su propia placenta, que le permite obtener nutrientes de la madre. Los embriones alcanzarán unos 2.5 cm en la tercera semana de gestación, momento en el que un veterinario podrá palparlos.
3. Gestación tardía
Una vez que los gatitos están completamente formados, la última etapa del embarazo implica su crecimiento hasta que están listos para el nacimiento, lo que requiere mucha energía por parte de la gata.
4. Preparto
También llamada etapa de anidación, es cuando tu gata comenzará a buscar lugares cálidos para dar a luz. La etapa previa al parto generalmente comienza unos días antes del parto y es posible que observes varios signos, como gotas de leche en el área del pezón, pérdida de apetito y una caída de la temperatura rectal a aproximadamente 100 grados Fahrenheit.
5. Parto
Esta es la última etapa del embarazo de una gata. Comienza con la gata lamiéndose el abdomen y los genitales, lo que estimulará el parto. El parto suele ser bastante rápido en las gatas, y todos los gatitos nacen en unas 8 horas desde que comienza el proceso. Las gatas rara vez necesitan intervención durante el parto y, a menudo, es mejor dejarlas en un lugar tranquilo y silencioso para que den a luz de forma segura.
¿Cómo cuidar a una gata embarazada?

Elegir una dieta adecuada es una parte importante del cuidado de una gata embarazada
Las gatas preñadas requieren atención adicional durante este período especial, desde la nutrición hasta la atención veterinaria. Es una responsabilidad tener una futura madre en casa, por lo que es importante asumir estas obligaciones adicionales como dueño de una gata.
Nutrición
Una dieta de comida para gatos bien formulada es extremadamente importante para una gata embarazada. Una gata embarazada necesita una nutrición óptima para poder mantener un embarazo saludable y proporcionar nutrientes a sus gatitos antes y después del nacimiento. Necesitará niveles más altos de energía, proteínas y ciertos nutrientes para ayudar a sus gatitos a crecer y madurar. Tal vez desees cambiar a una comida para gatos formulada para gatas embarazadas y lactantes, pero primero habla con tu veterinario sobre una dieta adecuada.
Atención veterinaria
Si crees que tu gata está embarazada, es fundamental llevarla al veterinario para una revisión. El embarazo se puede confirmar mediante palpación, ecografías o radiografías. Además, podría necesitar vacunas y desparasitación recomendadas. El veterinario también te orientará sobre aspectos clave de salud y nutrición durante la gestación.
Estar listo
El embarazo en las gatas es bastante corto, de 63 a 65 días, y esto puede pasar desapercibido fácilmente. Las gatas suelen ser bastante independientes durante el parto, pero vale la pena tener una zona de parto preparada y pensar en cómo manejar a los gatitos después. Proporciónale una caja nido adecuada. Puede ser tan simple como una caja de cartón o una canasta de ropa sucia forrada con toallas y mantas. No está de más si colocas algunas almohadillas absorbentes debajo como preparación, ya que el proceso de parto puede ser un poco complicado.
Etapas del parto en las gatas
A medida que se acerca el gran día, es normal sentirse emocionado y nervioso por el hecho de que tu preciosa gatita tendrá sus propios gatitos.
Aquí hay algunas señales de que el parto es inminente:
- Pérdida de apetito.
- Descenso de la temperatura corporal.
- Comportamiento pegajoso.
- Caminar de un lado a otro, inquietud.
- Vocalizar.
- Lamer flancos y región genital.
Una vez que comienza el proceso de parto, el primer gatito debería nacer en un plazo de entre 5 y 30 minutos. Los gatitos nacen con sus bolsas amnióticas, que la madre gata extraerá y estimulará al nuevo gatito para que comience a respirar por sí solo lamiéndolo. La madre también cortará ella misma el cordón umbilical y puede comerse la placenta para obtener sus nutrientes.
La cantidad de gatitos determina cuánto tiempo durará el proceso de parto, pero el parto promedio dura alrededor de 6 a 8 horas. Puede haber una pausa de 30 a 60 minutos, a veces más, entre partos. Esto dicho, si la gata está pujando activamente pero no nace ningún gatito después de 60 minutos, llama a tu veterinario.
¿Qué hacer después de que tu gata dé a luz?

Las gatas suelen dar a luz sin necesidad de intervención y tienen buenas dotes maternales.
Si el parto de tu gata transcurre sin problemas, déjala en paz para que establezca un vínculo con sus gatitos, descanse y se recupere. Evita tocar o manipular a los gatitos tanto como sea posible durante las primeras semanas. Asegúrate de que estén en un área cálida y sin corrientes de aire, con ropa de cama limpia y seca.
Observa a distancia para asegurarte de que los gatitos se estén alimentando. Deberían empezar a mamar casi inmediatamente después del nacimiento. Si no han mamado a los 30 minutos de nacer, guíalos con cuidado hacia un pezón y ayúdalos a prenderse.
Proporciona abundante comida y agua fresca a la gata lactante y vigílala de cerca para detectar signos de estrés. Es habitual que las gatas protejan a sus gatitos, pero si parece angustiada, mueve mucho a sus gatitos o no muestran ningún comportamiento maternal, es posible que debas intervenir.
De la misma manera, presta atención a signos de mala salud que puedan requerir atención veterinaria:
- Sangrado o secreción de la vagina.
- Región mamaria hinchada, dolorida, caliente o congestionada (mastitis).
- Falta de apetito.
- Beber en exceso.
- Vómitos.
- Marcha descoordinada, tambaleante o con espasmos.
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MV Root; SD Johnston; PN Olson Estrous length, pregnancy rate, gestation and parturition lengths, litter size, and juvenile mortality in the domestic cat J Am Anim Hosp Assoc (1995) 31 (5): 429–433