- Tipos de infecciones en los ojos de los gatos
- ¿Cómo los gatos contraen infecciones oculares?
- ¿Cómo saber si tu gato tiene una infección ocular?
- Síntomas de infección en los ojos de gato
- ¿Cómo tratar una infección en el ojo de un gato?
- Medicamentos para la infección ocular en gatos
- ¿Cómo tratar la infección ocular de mi gato en casa?
Una infección se define como «la invasión y multiplicación de microorganismos como bacterias y virus que no están presentes de manera habitual en el cuerpo». Una infección ocular en los gatos ocurre cuando el ojo de un gato se ve afectado por infecciones bacterianas y virales.
Tipos de infecciones en los ojos de los gatos
El ojo está recubierto por una membrana: una capa protectora de tejido transparente, parecida al plástico adherente, llamada conjuntiva.
Esta membrana actúa como primera barrera de defensa. Cuando una infección llega a la zona ocular, es la conjuntiva la que se inflama y se infecta. A esta afección se le conoce como conjuntivitis.
Si también se ve comprometida la parte frontal del ojo, se trata de una queratitis. Cuando ambas ocurren al mismo tiempo, se le llama queratoconjuntivitis.
Al hablar de «infecciones oculares», la mayoría se refiere a la conjuntivitis. Existen otros tipos, pero son poco frecuentes.
Un ejemplo sería si un gato sufre un rasguño profundo en el ojo que permite a las bacterias ingresar directamente al globo ocular, sin pasar por la conjuntiva. En un caso así, el daño sería grave y necesitarías acudir al veterinario de inmediato.
Existen dos formas de conjuntivitis: primaria y secundaria.
- Una infección primaria ocurre cuando un agente infeccioso entra directamente en el área del ojo y comienza a causar daño.
- En cambio, una infección secundaria aparece cuando otro problema genera una lesión inicial (como malformaciones en los párpados, golpes o sustancias irritantes), lo que permite que bacterias que normalmente se mantienen fuera invadan la zona y provoquen una infección. Algunas enfermedades que afectan el sistema inmunológico, como el VIF (SIDA felino) o la leucemia felina, también pueden favorecer estos problemas, ya que debilitan las defensas y dejan al ojo más expuesto a infecciones secundarias.
¿Cómo los gatos contraen infecciones oculares?
Hay cuatro organismos infecciosos que son causas comunes de conjuntivitis primaria en gatos: dos bacterias (especies de Chlamydia y Mycoplasma) y dos virus: el calicivirus felino (FCV) y el virus del herpes felino (FHV).
Cada uno de estos organismos pasa de un gato a otro, tanto por contacto directo como por transmisión por aerosol.
Las infecciones oculares secundarias comienzan con la causa primaria inicial, que afecta las defensas naturales del ojo, y luego comienza la infección bacteriana secundaria con la contaminación con bacterias que son omnipresentes en el medio ambiente, pero que normalmente no pueden causar una infección en un ojo sano sin que la causa primaria provoque el daño inicial.
¿Cómo saber si tu gato tiene una infección ocular?

Los gatos con un ojo infectado a menudo entrecerrarán los ojos y tendrán secreción ocular.
Uno o ambos ojos de tu gato se verán distintos. Puede que entrecierre los párpados o incluso los mantenga completamente cerrados. A veces, la hinchazón de la conjuntiva impide ver bien el globo ocular.
Es común que haya secreción. Los ojos pueden verse llorosos, con humedad constante y descarga ocular. En algunos casos, se forma una sustancia amarilla o verdosa alrededor del ojo, que suele escurrirse por la cara.
Síntomas de infección en los ojos de gato
La conjuntivitis se define como la inflamación de la conjuntiva. Los signos universales de inflamación son enrojecimiento, calor, pérdida de función, hinchazón y dolor o malestar.
Entonces, cuando la conjuntiva está inflamada, los síntomas reflejan estos cambios:
- Ojos rojos o enrojecimiento del ojo (a veces llamado conjuntivitis)
- Calor alrededor del ojo
- Pérdida de función (el gato puede tener el ojo medio cerrado)
- Hinchazón de la conjuntiva (la membrana mucosa puede ser más visible de lo habitual y aparecer como un revestimiento rojo y carnoso del ojo)
- Dolor o malestar que puede manifestarse como picazón, cuando el gato se frota el ojo con la pata o se frota la cabeza contra el suelo
- Se pueden notar ojos llorosos, a veces con secreción amarilla o verde
Si la causa de la infección ocular es un virus como el calicivirus o el virus del herpes, pueden aparecer otros signos de infección de las vías respiratorias superiores, como estornudos o secreción nasal. A veces, el globo ocular en sí puede tener un aspecto anormal, con opacidad o aumento de pigmento en la superficie del ojo.
¿Cómo tratar una infección en el ojo de un gato?
Los primeros cuidados ante una infección ocular consisten en limpiar el ojo dos veces al día con agua salina suave. Disuelve una cucharadita de sal en medio litro (450 ml) de agua hervida. Deja que enfríe hasta que esté tibia al tacto. Humedece una bola de algodón con esta solución y aplícala con suavidad sobre el ojo del gato, empapando la secreción para facilitar su limpieza. Repite el proceso cada dos horas.
Si después de 24 horas el ojo no mejora, lleva a tu gato al veterinario de inmediato.
Tratamiento de la infección ocular en gatos
La medicina veterinaria ha aprendido mucho sobre las infecciones oculares en los gatos, y una visita al veterinario es esencial para tratar eficazmente todos los problemas oculares.
Así es como tu veterinario puede tratar la infección ocular de tu gato:
- El veterinario realizará una revisión completa del ojo para identificar cualquier causa subyacente de la infección.
- Es posible que tome una muestra del ojo para analizar células al microscopio, procedimiento conocido como citología. También puede realizar una prueba de lágrimas de Schirmer, que mide la producción lagrimal y ayuda a descartar ojo seco (o queratoconjuntivitis seca), una afección en la que el gato deja de generar lágrimas en cantidad normal.
- En algunos casos, se envían hisopos al laboratorio para detectar agentes específicos, como Chlamydia. También se puede aplicar un tinte fluorescente en la superficie ocular para revisar si hay daños en la córnea, como úlceras o rasguños. Este tinte permite además verificar si los conductos lagrimales funcionan correctamente.
- Por último, el veterinario puede usar gotas anestésicas locales para levantar el tercer párpado y revisar si hay algún cuerpo extraño atrapado debajo, que cause molestias o lesiones.
- Después de esta evaluación detallada, el veterinario podrá establecer un diagnóstico inicial y comenzar con el tratamiento adecuado.
Medicamentos para la infección ocular en gatos
El tratamiento ocular suele comenzar con gotas antibacterianas o pomadas oftálmicas, que se aplican tres o cuatro veces al día, según el caso. Existe una pomada antibiótica (ácido fusídico) que solo requiere una aplicación diaria. Generalmente, el tratamiento dura cinco días, aunque en algunos casos puede extenderse.
Si se confirma la presencia de Chlamydia o Mycoplasma, el veterinario podría recomendar un antibiótico oral específico, como doxiciclina en tabletas. En caso de diagnóstico de Herpesvirus Felino, es posible que se receten medicamentos antivirales tópicos y, en ciertas situaciones, antivirales orales.
Tratamiento sin receta
Se pueden conseguir gotas tópicas sin receta: el isetionato de fropamidina (“Brolene”) es un antiséptico que tiene cierto efecto contra algunas bacterias. No obstante, no está aprobado para gatos y definitivamente no debe usarse en casos graves.
¿Cómo tratar la infección ocular de mi gato en casa?
El mejor remedio casero es simplemente usar solución salina (agua ligeramente salada), como se explicó antes. Humedece una bola de algodón con esta mezcla y limpia la secreción del ojo cuatro veces al día. Asegúrate de limpiar siempre hacia afuera, evitando arrastrar residuos hacia el interior, lo cual podría empeorar la infección.
La salud ocular es fundamental, y cualquier molestia en los ojos debe tomarse en serio. Los ojos son estructuras delicadas que pueden dañarse de forma irreversible con facilidad. Por eso, siempre es importante acudir al veterinario para garantizar el tratamiento adecuado.