¿Estás cansado de que tu gato arañe los muebles o haga agujeros en la alfombra? ¿Tal vez incluso usa tus piernas como poste para rascar? Te entendemos. Los arañazos pueden ser un problema frustrante para cualquier dueño de gato. Quizás incluso te has planteado si la extirpación de las garras es la solución.
Pero la realidad es que los gatos necesitan sus garras. La extirpación de garras es una cirugía invasiva que puede causar dolor crónico y desencadenar serios problemas de comportamiento. Muchos expertos en el bienestar felino consideran que este procedimiento es innecesario y poco ético. De hecho, en muchos países, está prohibido.
Como cuidador de un gato, es esencial entender qué implica realmente la extirpación de garras y cómo puede afectar a tu gato a largo plazo. ¡Sabemos que lidiar con el comportamiento de rascado puede ser frustrante!
Por eso, hemos preparado una lista de alternativas a la desungulación, porque creemos firmemente que los gatos deben conservar sus garras.
Desungulación en gatos
La desungulación en los gatos (técnicamente llamada “oniquectomía”) no es simplemente quitar las uñas de tu gato.
La extirpación de garras, que se realiza bajo anestesia general, implica en realidad la amputación quirúrgica de la última articulación de cada dedo. Esto equivale a quitar la punta de cada uno de los dedos de las manos y de los pies a la altura del nudillo superior.
La recuperación del procedimiento puede ser larga y algunos gatos sufren dolor durante toda su vida. El procedimiento también está asociado con problemas de comportamiento importantes, como agresividad y mordidas.
Los problemas de la desungulación en los gatos
La desungulación causa dolor
Quitar las garras a los gatos es doloroso. Si bien los gatos reciben alivio del dolor durante y después de la cirugía, la mayoría de los gatos seguirán sintiéndose incómodos. Hasta el 50 % de los gatos experimentan complicaciones como dolor, cojera, infecciones y cambios de comportamiento. Algunos gatos también sufren dolor crónico como resultado de la extracción de garras. Esto puede deberse a complicaciones (como fragmentos óseos sobrantes) o artritis que se desarrolla comúnmente en las articulaciones amputadas.
Quitar la punta del dedo del pie también cambia la forma en que la pata del gato toca el suelo cuando camina. Esto altera permanentemente su forma de andar y significa que la presión se distribuye en lugares del pie donde no debería estar, lo que, como probablemente puedas adivinar, provoca más dolor.
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La desungulación puede provocar problemas de comportamiento
La gente suele recurrir a la extirpación de garras de sus gatos para reducir el comportamiento indeseable. Lo que muchos dueños de gatos no saben es que, en realidad, esto puede generar más problemas de comportamiento.
Como los gatos a los que se les han quitado las garras suelen vivir con dolor crónico, suelen mostrar cambios significativos en su comportamiento. Los gatos que solían ser amigables y sociables pueden volverse agresivos. Esto puede dar lugar a comportamientos como sisear y morder.
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La desungulación puede provocar estrés y ansiedad crónicos
Los gatos utilizan sus garras para expresar comportamientos naturales. Rascarse les permite estirar sus músculos, marcar su territorio con su olor y mantener sus garras en buen estado. Cuando no pueden expresar este comportamiento natural, pueden estresarse.
El estrés puede provocar una serie de complicaciones, desde problemas de comportamiento hasta de salud como cistitis o acicalamiento excesivo.
La desungulación es un procedimiento innecesario
Todos sabemos que toda anestesia y todo procedimiento quirúrgico conllevan un riesgo. Si el procedimiento es importante para la salud o el bienestar de nuestro gato, a menudo vale la pena correr ese riesgo.
Cuando el procedimiento puede ser perjudicial para la salud y el bienestar de nuestro gato y no le aporta ningún beneficio en absoluto (como ocurre con la extirpación de garras), no merece la pena correr ese riesgo. De hecho, muchos expertos en gatos consideran que la extirpación de garras es poco ética.
Alternativas a la desungulación
Una vez que comprenden lo que implica la extirpación de garras y los problemas que puede causar, la mayoría de los dueños de gatos deciden no hacerlo. Pero no te preocupes, existen muchas alternativas que pueden ayudar a proteger tus muebles, sin que tu gato tenga que pasar por una cirugía innecesaria.
1. Tapas para uñas
Las fundas para uñas (como Soft Paws) son una excelente alternativa a la extirpación de garras. Son cubiertas suaves que se aplican sobre la parte superior de las garras de tu gato con pegamento. No son permanentes, pero pueden permanecer en su lugar durante semanas o meses. Las fundas para uñas ayudan a proteger contra el daño causado por los arañazos y, al mismo tiempo, permiten que tu gato muestre sus comportamientos naturales.
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2. Córtale las uñas a tu gato
Recortar las uñas de tu gato con regularidad reducirá el daño que puede causar en la casa por rasguños. Solo asegúrate de cortar solo las puntas, para evitar el vaso sanguíneo de la uña. Si tu gato es demasiado agresivo para hacerlo en casa, o no estás seguro sobre el procedimiento, ¡un peluquero o veterinario estará encantado de ayudarte!
3. Proporcionar zonas atractivas para rascarse
Rascarse es un comportamiento natural en los gatos y, como dueños de gatos, es importante que les demos la oportunidad de hacerlo. ¡Pero, por supuesto, preferiríamos que no fuera en nuestro nuevo sofá!
En cambio, podemos proporcionar una gran cantidad de superficies para rascar atractivas y apropiadas para redirigir a los gatos del sofá a una almohadilla o poste para rascar. Encontrar la ubicación adecuada es clave. Presta atención a los lugares a los que le gusta rascar a tu gato y coloca el poste para rascar junto al objeto que desees que deje de arañar.
También puede resultar útil ofrecerle a tu gato algunas superficies diferentes para que las pruebe: ¡el cartón corrugado, la cuerda de sisal y la alfombra son opciones populares! Rocía el área con un aerosol de feromonas (como Feliscratch) o hierba gatera para atraerlos.
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4. Entrenamiento
El refuerzo positivo siempre funciona mejor que regañar a los gatos. Cada vez que tu gato use el área designada para rascar, dale mucho refuerzo positivo con elogios y golosinas. Si ves que rasca en algún lugar que no quieres que rasque, llévalo con calma de regreso a su rascador o poste.
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5. Asegúrate de satisfacer las necesidades de tu gato
Si bien rascarse es un comportamiento natural en los gatos, es más probable que se produzcan rasguños destructivos si no se satisfacen sus necesidades. Asegurarse de que tengan un enriquecimiento ambiental adecuado (en particular si se mantienen en el interior) ayuda a reducir el aburrimiento y a fomentar el ejercicio. Esto también ayudará a reducir los rasguños no deseados.
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6. Busca ayuda de un conductista
Si has probado alternativas a la extirpación de garras y aún tienes problemas con el comportamiento destructivo de rascado de tu gato, tal vez sea el momento de buscar la ayuda de un especialista en comportamiento felino. Ellos evaluarán el temperamento y el entorno de tu gato y te brindarán el apoyo necesario para abordar el problema con delicadeza.
Conclusión
La extirpación de garras es un procedimiento quirúrgico que puede provocar dolor de por vida o problemas de comportamiento en los gatos. Afortunadamente, existen muchas alternativas buenas a la extirpación de garras que pueden ayudar a reducir los arañazos destructivos (¡y a preservar tus muebles!) sin recurrir a un procedimiento quirúrgico doloroso.
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Preguntas frecuentes
¿Se puede realizar la desungulación de forma humanitaria?
La extirpación de garras en gatos es un tema controvertido. Cuando se lleva a cabo correctamente por un veterinario calificado, se realiza bajo anestesia y se alivia el dolor durante y después del procedimiento. Sin embargo, incluso cuando se realiza correctamente, se ha asociado con dolor crónico y problemas de comportamiento como la agresividad.
Muchos expertos en gatos consideran que este procedimiento es inhumano y poco ético, y de hecho está prohibido en muchas partes del mundo. Afortunadamente, existen muchas alternativas a la extirpación de garras que son mucho más humanas.
¿Se considera cruel quitarle las garras a un gato?
Quitarle las garras a un gato le impide realizar el comportamiento natural de rascarse. La capacidad de realizar comportamientos naturales es vital para la salud y el bienestar de nuestra mascota. La extirpación de garras también puede causar dolor a largo plazo y cambios de comportamiento en los gatos, por lo que muchos expertos en gatos lo consideran un procedimiento cruel e innecesario.
¿Existen diferentes formas de quitarle las garras a un gato?
Existen varios métodos para quitarle las garras a los gatos. Siempre debe ser realizado por un veterinario, bajo anestesia general. El procedimiento implica el uso de un bisturí, un láser o un cortaúñas (conocido como método de guillotina) para amputar el tercer dedo de cada pie, ya sea entre las articulaciones o cortando a través del hueso. Esto es el equivalente a quitar la punta de cada uno de los dedos de las manos y de los pies a la altura del nudillo superior.
¿Está bien quitarle las garras a un gato que vive en el interior?
Los gatos de interior poseen los mismos comportamientos e instintos naturales que los gatos de exterior, incluido el rascado. Dado que la extirpación de garras se considera poco ética y existen varias alternativas sencillas que no dañarán a tu gato y evitarán que arañe tus muebles, lo mejor es buscar estas alternativas.