Felimazole para gatos: descripción general, dosis y efectos secundarios

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Felimazole es un nombre comercial frecuente del medicamento genérico metimazol. Los veterinarios suelen recetar Felimazole para tratar el hipertiroidismo en gatos. Aquí descubrirás qué es, cómo actúa, qué reacciones adversas debes vigilar y algunas preguntas comunes sobre su uso.

Descripción rápida: Felimazole para gatos

Tipo de medicamento:
Medicación antitiroidea
Forma:
Comprimidos orales
¿Se requiere receta médica?:
¿Aprobado por la FDA?:
Nombres de marca:
Felimazole
Nombres comunes:
Metimazol
Dosis disponibles:
Tabletas de Felimazole: 2.5 y 5 miligramos
Rango de vencimiento:
Los productos deben utilizarse antes de la fecha de caducidad indicada en el envase. Las tabletas deben conservarse a temperatura ambiente y protegidas de la humedad.

Acerca de Felimazole para gatos

Gato atigrado naranja clásico

El Felimazole se utiliza para tratar el hipotiroidismo en gatos.

Felimazole es un medicamento antitiroideo que actúa bloqueando la producción de la hormona tiroidea que liberan las glándulas tiroides.

El metimazol es una medicación muy utilizada y efectiva para tratar el hipertiroidismo en gatos, condición en la que las glándulas producen un exceso de hormona tiroidea (T4), causando efectos crónicos y debilitantes en el organismo.

Felimazole es fabricado por Dechra Pharmaceuticals y cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para su uso en gatos. En la práctica veterinaria, el medicamento para humanos conocido como Tapazole se usa frecuentemente fuera de indicación en estos casos. Además, existen muchas versiones genéricas de metimazol disponibles.

A diferencia de otras presentaciones, Felimazole fue especialmente desarrollado para gatos en tabletas recubiertas, disponibles en dosis de 2.5 y 5 miligramos, que son las más habituales para estos pacientes. El recubrimiento azucarado mejora el sabor para facilitar su administración.

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¿Qué hace el Felimazole en los gatos?

El hipertiroidismo ocurre cuando las glándulas de un gato producen demasiadas hormonas tiroideas T4 y T3.

El hipertiroidismo felino es una enfermedad muy común en gatos adultos mayores y se considera la afección endocrina más frecuente en esta etapa de la vida.

Las enfermedades endocrinas afectan a las glándulas encargadas de producir hormonas. En el caso del hipertiroidismo, las glándulas tiroides generan un exceso de las hormonas T4 y T3.

El impacto de estos niveles elevados varía en cada gato, pero suele afectar de manera generalizada, acelerando el metabolismo y poniendo el cuerpo en un estado de sobrecarga constante.

Por lo general, los gatos con hipertiroidismo tienen más de 10 años y presentan un apetito voraz junto con pérdida de peso.

Esta condición se origina casi siempre por un tumor benigno en las glándulas tiroides llamado adenoma. Los tumores malignos verdaderamente cancerosos son muy poco frecuentes en gatos, lo que facilita el manejo médico del problema.

Felimazole actúa bloqueando la producción y liberación de la hormona tiroidea, controlando así la sobreproducción y sus efectos. No obstante, este medicamento solo permite controlar la enfermedad, no curarla. Una buena forma de entenderlo es que Felimazole frena el hipertiroidismo de manera importante, casi deteniéndolo, pero no elimina la causa.

Efectos secundarios del Felimazole para gatos

Los efectos secundarios más comunes de Felimazole son vómitos, falta de apetito y letargo.

Muchos gatos toleran bien Felimazole, pero existen algunos efectos adversos, tanto comunes como menos frecuentes, que suelen aparecer durante los primeros tres meses de uso. Los más habituales incluyen vómitos, pérdida de apetito y letargo excesivo. Según el fabricante, estos síntomas, junto con vocalizaciones anormales y lesiones en la piel, fueron los más observados en un estudio con más de 100 gatos.

En otro estudio a largo plazo, además de los signos mencionados, se registraron efectos como depresión, pérdida de peso, alteraciones en el pelaje, debilidad y agitación. La mayoría de estos efectos se consideran leves y temporales según el fabricante.

Aunque también se reportan cambios leves en análisis de laboratorio, como disminuciones moderadas en el recuento de glóbulos rojos y blancos, estos valores se mantienen dentro o muy cerca de los rangos normales. Las alteraciones sanguíneas más graves afectan aproximadamente al 4 % de los gatos.

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El picor intenso en la cara, conocido como prurito, afecta entre el 2 y 3 % de los gatos y suele aparecer temprano, dentro de las primeras tres semanas de tratamiento.

Otros efectos raros pero graves pueden incluir enfermedades hepáticas y trastornos inmunomediados, ambos presentes en menos del 2 % de los casos. Aún más infrecuente es un trastorno neuromuscular llamado miastenia gravis.

Dado que el hipertiroidismo afecta mayormente a gatos mayores, es común que tengan otras enfermedades que compliquen el tratamiento. La más frecuente es la enfermedad renal.

Cuando el hipertiroidismo está presente, la tasa de filtración renal aumenta drásticamente, lo que puede ocultar problemas renales subyacentes. Estos suelen evidenciarse solo después de iniciar el tratamiento, cuando la filtración disminuye. Por eso, los controles periódicos de laboratorio son fundamentales para monitorear la función de los órganos.

El metimazol puede generar complicaciones en gatos con otras patologías, como diabetes, enfermedades hepáticas o trastornos sanguíneos e inmunitarios preexistentes.

Varias medicinas pueden interactuar con el metimazol, por lo que es crucial informar al veterinario sobre cualquier medicamento o suplemento que tu gato esté tomando antes de iniciar el tratamiento.

La dosis máxima diaria recomendada para Felimazole es de 20 miligramos, divididos en tomas. Las sobredosis suelen provocar temporalmente los efectos secundarios más comunes, como malestar digestivo y letargo. A 20 mg diarios, pueden aparecer síntomas como excoriaciones faciales, picazón e inflamación de ganglios linfáticos, además de alteraciones más marcadas en los glóbulos rojos y blancos.

Al elevar la dosis a 30 mg diarios, que supera el máximo recomendado, los efectos secundarios se agravan: cambios significativos en análisis sanguíneos, inflamación generalizada, hinchazón de ganglios y anorexia.

Si sospechas que tu gato presenta efectos adversos o ha recibido una sobredosis de metimazol, contacta de inmediato a tu veterinario, al Centro de Control de Envenenamientos de la ASPCA (1-888-426-4435) o a Pet Poison Helpline (1-855-764-7661) para recibir orientación.

En humanos, el metimazol es teratógeno, es decir, puede causar malformaciones en el feto en desarrollo. Por eso, mujeres embarazadas o en edad fértil deben usar guantes al manipular el medicamento, la arena sanitaria o cualquier fluido corporal (como orina o vómito) de gatos tratados, o evitar el contacto por completo. Quien administre las tabletas debe lavarse bien las manos después.

Si el gato presenta molestias digestivas por la forma oral, cambiar a la presentación tópica transdérmica puede ser una opción, ya que evita la irritación estomacal causada por la tableta. En casos con efectos secundarios graves que obliguen a suspender el metimazol, será necesario recurrir a otras alternativas para controlar el hipertiroidismo, como el yodo-131, la cirugía o dietas especiales bajo prescripción veterinaria.

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Dosis de metimazol para gatos

Tu veterinario controlará la sangre de tu gato para ajustar la dosis adecuada de Felimazole.

Según la etiqueta de Felimazole para gatos, aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), la dosis inicial de metimazol es de 2.5 miligramos cada 12 horas. Luego, la dosis se ajusta según los resultados de los análisis de control que se realizan después de tres semanas. Los cambios en la dosis deben hacerse en incrementos de 2.5 miligramos. Las tabletas de Felimazole no deben partirse ni triturarse.

La dosis máxima diaria total es de 20 miligramos, dividida en dos tomas cada 12 horas, sin exceder los 10 miligramos por toma.

De acuerdo con el fabricante, la mayoría de los gatos lograron controlar la enfermedad con 2.5 miligramos cada 12 horas. Sin embargo, algunos se manejaron bien con 2.5 miligramos una vez al día, mientras que otros requirieron hasta 15 miligramos diarios, lo que subraya la importancia de los controles periódicos con análisis de sangre.

En los gatos que no toleran la tableta, ya sea por efectos digestivos o porque el dueño tiene dificultad para administrarla, se pueden preparar formas líquidas orales o tópicas transdérmicas a través de farmacias especializadas. Dechra, el fabricante, ofrece en su sitio web un folleto para dueños con consejos útiles para la administración.

Para quienes consideran tratamientos más definitivos, como la extirpación quirúrgica de la glándula o la terapia con yodo-131, suele indicarse un tratamiento corto con metimazol. Esto ayuda a controlar los síntomas antes del procedimiento y a asegurarse de que la enfermedad esté bajo control, evitando el desarrollo de daño renal secundario cuando la función tiroidea se normaliza.

Felimazole para gatos: resumen

El metimazol es el medicamento más común para el tratamiento del hipertiroidismo en gatos.

Felimazole es la única marca de metimazol aprobada por la FDA para gatos. Su principal ventaja es que controla los síntomas del hipertiroidismo en pocas semanas y resulta relativamente económica. Además, sus tabletas con recubrimiento de azúcar suelen ser más fáciles de aceptar que las versiones genéricas.

Los efectos secundarios suelen ser menos comunes con las dosis habituales, pero están bien documentados y pueden aparecer, sobre todo en dosis altas. Aun así, dado que otras opciones como la dieta especial pueden ser menos efectivas, y tratamientos como la cirugía o el yodo-131 pueden resultar muy costosos, el metimazol sigue siendo la opción más usada para controlar esta enfermedad frecuente.

Aviso sobre dosis de medicamentos: Solo podemos ofrecer dosis para fármacos aprobados por la FDA para gatos y según las indicaciones del fabricante. En el caso de medicamentos usados fuera de etiqueta, solo proporcionamos información general y recomendaciones de seguridad. La dosificación segura y adecuada para estos casos debe ser determinada por un veterinario de cabecera.

Te recomendamos trabajar siempre con tu veterinario para decidir si un medicamento es adecuado para tu gato. Cambiar o ajustar dosis por cuenta propia sin supervisión profesional implica riesgos. Tampoco recomendamos usar medicamentos humanos en mascotas sin antes consultar a un veterinario.

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Dr. Chris Vanderhoof, DVM, MPH

El Dr. Chris Vanderhoof se graduó en 2013 de la Facultad de Medicina Veterinaria de Virginia-Maryland (VMCVM) en Virginia Tech, donde también obtuvo una Maestría en Salud Pública. Completó una pasantía rotativa en el Hospital Veterinario Red Bank en Nueva Jersey y ahora trabaja como médico general en el área de Washington DC. El Dr. Vanderhoof también es redactor especializado en el campo de la salud animal y fundador de Paramount Animal Health Writing Solutions, que se puede encontrar en www.animalhealthcopywriter.com. El Dr. Vanderhoof vive en el área del norte de Virginia con su familia, incluidos 3 gatos.