Si compartes tu casa con un gato, probablemente disfrutes de verlo acurrucarse en tu regazo por las noches y ronronear y frotarse contra tus piernas cuando llegas a casa del trabajo. Sin embargo, algunas cosas que hacen nuestras mascotas felinas no son ideales, como arañar los muebles, robar comida de la encimera de la cocina u orinar en la pila de ropa sucia.
Si tu gato a veces se porta mal o se comporta de una forma que preferirías que no hiciera, ¿cómo puedes detenerlo? ¿Es posible adiestrarlo para que te escuche cuando le dices que no? Descubramos más sobre el adiestramiento de gatos.
Problemas comunes de comportamiento en los gatos
Recuerda que muchas de las conductas que consideras travesuras son, en realidad, comportamientos felinos naturales que tienen una razón de ser. Antes de reaccionar, conviene entender por qué tu gato actúa de cierta forma, incluso si resulta molesto o destructivo. No lo hace para fastidiarte. Aquí tienes algunos ejemplos de comportamientos no deseados y qué los motiva:
1. Rasguñar el sofá
Tu gato tiene glándulas odoríferas en las patas y alrededor de las garras. Cuando rasca, libera feromonas y marca su territorio con su olor. Lo ideal es que rasque al aire libre o en un árbol para gatos, un poste rascador o una alfombra rascadora de interior.
No obstante, si tu gato se siente ansioso o inseguro acerca de su territorio, o si no tiene suficientes instalaciones para rascar en su entorno, es posible que descubra que rasca en lugares donde preferirías que no lo hiciera.
2. Micción inadecuada
Si tu gato orina en la bañera, en el cesto de la ropa sucia o en algún otro lugar de la casa que no sea su caja de arena, puede resultar molesto. A pesar de esto, la micción inapropiada puede ser un signo de estrés en los gatos porque la pared de la vejiga puede inflamarse y provocar cistitis.
Otras afecciones urinarias, como cálculos en la vejiga e infecciones del tracto urinario, también pueden causar síntomas similares. En lugar de atribuirlo a un gato travieso, contacta a tu veterinario para que le haga un chequeo de salud.
3. Robar comida

Los gatos no consideran que hurgar en la basura sea algo malo, simplemente están aprovechando una comida fácil.
Los gatos son cazadores por naturaleza y eso forma parte de su instinto felino. Si lo piensas, cazar no es solo un juego del gato y el ratón, también es una forma de alimentarse de manera oportunista. Para tu gato doméstico, no hay mucha diferencia entre abalanzarse sobre un roedor desprevenido y mordisquear sigilosamente un pollo que quedó en la encimera.
Leer también: Cómo entrenar a tu gato en 5 sencillos pasos
¿Los gatos entienden cuando decimos no?
Es posible que tu gato sepa o no lo que quieres decir cuando dices «no», pero una cosa es segura: es poco probable que te escuche a largo plazo si le gritas o lo asustas.
Leer también: Cómo enseñarle a tu gato “no”
Asustarlo con un ruido fuerte, un grito repentino o un chorro de agua puede hacer que se detenga en ese momento, pero lo más seguro es que repita la conducta en cuanto tengan oportunidad.
Ese tipo de reacciones también puede generarles ansiedad o estrés, lo cual suele empeorar las cosas: podrías empezar a notar que hacen sus necesidades fuera del arenero o que se acicalan en exceso.
Leer también: 5 señales visuales de un gato estresado y cómo ayudarlo
¿Cómo disciplinar a un gato que no escucha?
Cuando tu gato hace algo que te resulta irritante o frustrante, es útil recordar que no se está portando mal de forma intencionada, sino que simplemente está haciendo lo que hacen los gatos. Por lo tanto, es mejor no pensar que la solución sea disciplinarlo o castigarlo.
Si tu reacción les causa una experiencia negativa, podrías suponer que elegirán no volver a actuar de esa manera. Pero, de hecho, es poco probable que eso suceda y probablemente les generes estrés, lo que podría empeorar sus cambios de conducta e incluso afectar su salud.
¿Es cruel rociar a un gato con agua para corregir su mal comportamiento?
En ese sentido, es mejor no utilizar nada que pueda electrocutar, asustar o angustiar a tu gato. Los collares y otros dispositivos que vibran, hacen un ruido fuerte o agudo, o incluso le dan una descarga eléctrica a tu gato son inhumanos y NO deben utilizarse.
Leer también: 10 consejos para entrenar a tu gato a dormir toda la noche
Incluso rociar a tu gato con agua de una manguera, una pistola de agua o una botella rociadora es un castigo innecesario que probablemente no sea efectivo.
Entonces, ¿cómo evitar que un gato se comporte mal?
Si quieres corregir o redirigir la conducta de tu gato, lo más importante es comprender qué la está provocando.
Y si tu gato aún es pequeño y se comporta como un torbellino, no olvides que sigue aprendiendo y desarrollándose. Esa etapa traviesa no suele durar para siempre, especialmente después de la esterilización.
1. Haz que un veterinario lo revise
Lo primero —y más importante— que debes hacer si notas un cambio en el comportamiento de tu gato o si empieza a portarse mal es llevarlo al veterinario. El especialista lo examinará para descartar cualquier problema de salud que esté detrás de esa conducta y también podrá orientarte sobre la mejor forma de ayudarlo a mejorar.
2. Utiliza el refuerzo positivo

Ofrécele golosinas y otras recompensas cuando descubras a tu gato haciendo las cosas correctas.
Al igual que ocurre con el adiestramiento de muchas especies animales (¡y también de los humanos!), ofrecer premios y estímulos por el buen comportamiento es muy eficaz. Si el problema es que tu gato orina en lugares inadecuados, dale un premio, acarícialo o felicítalo verbalmente cuando use o muestre interés en su caja de arena.
Leer también: Cómo entrenar a tu gato para que use la caja de arena de nuevo en 5 sencillos pasos
Esto también se puede aplicar a los rasguños no deseados y otras conductas destructivas. Por otro lado, si el problema es el maullido excesivo o el robo de comida humana, ofrécele premios cuando no presente esta conducta.
3. Evita los castigos o los gritos
Como ya sabes, las reacciones negativas y los castigos pueden provocar ansiedad o estrés en tu gato y es poco probable que resuelvan el problema. Por lo tanto, es mucho mejor ignorar por completo el comportamiento problemático y animarlo y recompensarlo cuando se porta bien.
4. Utiliza una distracción
Usar juguetes, premios u otras interacciones para llamar la atención de tu gato lo ayudará a perder el interés en lo que estaba haciendo.
5. Proporcionar recursos suficientes

Si tu gato araña el sofá, coloca unos cuantos postes rascadores diferentes cerca para que tenga una alternativa.
Algunas conductas que parecen problemáticas —como hacer fuera del arenero o dañar los muebles— suelen estar relacionadas con la falta de recursos adecuados. Asegúrate de tener suficientes zonas donde pueda rascar sin restricciones. Evitar que compitan por un mismo rascador ayuda a que sus garras se queden donde deben.También es clave contar con una bandeja sanitaria extra por cada gato que tengas, y mantenerlas siempre limpias. Así les resultará fácil usarlas y no buscarán otros rincones de la casa.
6. Ofrecer enriquecimiento ambiental
Si tu gato está aburrido, es más probable que adopte conductas destructivas. Si le proporcionas muchos juguetes, comederos con forma de rompecabezas , árboles para gatos y otras actividades, es menos probable que tu gato se moleste en hacer cosas que no debería.
7. Usa feromonas o hierba gatera
Puedes redirigir la conducta de tu gato hacia un lugar más adecuado usando feromonas sintéticas o catnip. Rocía el rascador con un poco de Feliway o espolvorea catnip encima: en poco tiempo tendrás toda su atención y dejará de interesarse por tu alfombra nueva.
Los sprays o difusores con feromonas también ayudan a reducir el estrés, por lo que pueden ser útiles si tu gato presenta signos de cistitis o se acicala en exceso.
8. Enseña comandos básicos

Enseñarle a tu gato trucos divertidos involucra su cerebro en una actividad positiva.
No solo los perros disfrutan aprender—¡los gatos también son muy capaces de entrenarse! Enseñarles comandos básicos como sentarse, dar la pata o chocar esos cinco, usando premios como incentivo, te dará una herramienta útil para desviar su atención cuando estén por meterse en líos.
Conclusión
Los gatos pueden ser tercos y hacer lo que les da la gana. Aun así, eso no significa que tu casa tenga que convertirse en un caos. Entender qué hay detrás de su comportamiento suele darte la clave para redirigirlo hacia actividades más positivas.
Y no lo olvides: tu equipo veterinario de confianza siempre está ahí para orientarte y ayudarte a mejorar cualquier conducta complicada.
Leer también: 5 trucos sencillos para enseñarle a tu gato según un especialista en comportamiento felino