Es probablemente que el trasero de tu gato sea una zona a la que no le prestes mucha atención o que, por lo general, sueles evitar. Sin embargo, esta parte del cuerpo de tu gato puede decirte mucho sobre su salud. Los miembros felinos de nuestra familia no pueden decirnos cómo se sienten, por lo que debemos utilizar otras formas de detectar problemas.
Prestar atención a las heces y al trasero de tu gato puede ayudarte a detectar señales tempranas de que algo no anda bien y puede ayudarte a diagnosticar problemas de salud subyacentes más rápidamente. Entonces, ¿qué podemos aprender exactamente del trasero de nuestro gato?
5 cosas que puedes aprender del trasero de tu gato
1. La presencia de parásitos
Las infecciones parasitarias internas se producen cuando un parásito entra en el sistema digestivo de un gato y se instala en el intestino. Los gusanos son extremadamente comunes en los gatos y hay muchos gusanos diferentes que pueden contraer.
Los gusanos llegan al intestino de un gato cuando come ratones o roedores que contienen gusanos. Pero también pueden contraer gusanos de las heces que contienen huevos de gusanos o de las pulgas. Los gusanos son más comunes en entornos concurridos donde hay muchos gatos.
Es posible que notes gusanos en las heces de tu gato o, a veces, que notes un gusano colgando de su ano. Pero no siempre vemos gusanos, o ni siquiera sabemos que nuestros gatos los tienen. Otros síntomas son heces acuosas o con sangre, vómitos, vientre hinchado, aumento del apetito y pérdida de peso.
Si crees que tu gato puede tener lombrices, es importante que hables con tu veterinario y compres un producto antiparasitario adecuado lo antes posible. Debes utilizar un producto antiparasitario habitual para evitar que tu gato contraiga lombrices.
2. Glándulas anales bloqueadas
Las glándulas anales son pequeñas bolsas ubicadas en las posiciones de las 4 y las 8 en punto, justo dentro del ano del gato. Contienen una secreción líquida de olor fuerte que se utiliza para marcar el territorio y que se vacía de forma natural cuando el gato defeca.
No comprendemos del todo por qué se bloquean las glándulas anales, pero es un problema común. Parece ser más común en gatos con sobrepeso, gatos con aberturas anales estrechas y después de un episodio de diarrea. Las glándulas se bloquean cuando no se vacían de forma natural, por lo que se llenan y se vuelven grandes e incómodas. En algunos casos, las glándulas pueden infectarse.
El síntoma más común de las glándulas anales bloqueadas es el rascamiento anal por medio del deslizamiento, pero también puedes notar que tu gato se lame excesivamente, parece incómodo al sentarse o tiene un olor característico a pescado.
Las glándulas anales obstruidas deben ser vaciadas por un veterinario y, en los casos en que haya una infección o las glándulas estén muy inflamadas, se necesitarán antibióticos y analgésicos. Algunos gatos necesitan que se les vacíen las glándulas anales con regularidad.
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3. Diarrea
La diarrea es un término muy general que hace referencia a las heces blandas y acuosas. Puede deberse a una amplia variedad de problemas de salud, por lo que, a menudo, se puede saber mucho sobre la salud de tu gato a partir de sus heces.
La diarrea puede ser causada por:
- Infección
- Parásitos
- Ciertos alimentos, como los alimentos humanos
- Toxinas
- Cambios en la dieta
- Intolerancias o alergias alimentarias
- Cáncer
La diarrea puede ser leve y suele remitir por sí sola, pero puede convertirse en un problema permanente para algunos gatos y hacer que se sientan muy mal. En casos graves, pueden deshidratarse y requerir tratamiento en el hospital con líquidos intravenosos. Muchos casos de diarrea se resuelven con alimentos blandos como pollo o pescado blanco, probióticos y aglutinantes como el caolín.
Si tu gato tiene diarrea, ya sea aguda o persistente, siempre debes llevarlo a que lo examine su veterinario habitual. Es posible que el veterinario quiera que recojas una muestra de heces para comprobar si hay parásitos y bacterias. A veces es necesario realizar una ecografía o un análisis de sangre para comprobar si hay afecciones médicas subyacentes.
4. Fragmentos de heces pegados al pelaje
Esto suele ser un problema en los gatos de pelo largo, ya que su caca puede pegarse a su pelaje y formar grumos de caca duros y secos. Pero también puede suceder si tu gato tiene malestar estomacal o si tiene dificultades para acicalarse.
Los gatos de pelo largo deben ser cepillados con regularidad para mantener su pelaje limpio y sin enredos. Algunas personas optan por recortar el pelo alrededor del trasero de su gato para ayudar a mantenerlo limpio. Debes cepillar a tu gato con regularidad y puedes recortar el pelo sucio o los nudos. En caso de ser necesario debes bañar a tu gato únicamente con champú para mascotas. También puedes usar toallitas para mascotas para pequeñas limpiezas, pero no uses toallitas para humanos u otros productos para humanos para limpiar a tu gato.
Si a tu gato le cuesta asearse, esto podría indicar un problema subyacente. A medida que los gatos envejecen, es común que desarrollen artritis, lo que dificulta los movimientos de torsión y flexión necesarios para su limpieza, convirtiéndola en una tarea dolorosa. Los gatos con artritis pueden tener problemas para mantener limpio su trasero, por lo que un trasero sucio en un gato mayor podría ser motivo para consultar al veterinario. Es posible que necesite analgésicos o suplementos para las articulaciones. Además, los gatos con sobrepeso también pueden tener dificultades para asearse en ciertas áreas de su cuerpo.
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5. Dolor
La zona que rodea el trasero de tu gato es muy sensible, ya que tiene muchos nervios. Esto significa que cualquier lesión en la parte trasera de tu gato será muy dolorosa para él. Puede sentirse incómodo debido a glándulas anales bloqueadas o si tiene malestar estomacal. Pero también puede sentir dolor si se ha lesionado.
Cuando los gatos pelean, a menudo son mordidos por su oponente. El gato que muerde a menudo lastima al otro en el trasero mientras este intenta huir. Los gatos tienen muchas bacterias en la boca, por lo que una mordedura de otro gato se infectará fácilmente y provocará un absceso, una bolsa de infección alrededor de la mordedura. Esto puede formar una gran hinchazón que se llena de pus desagradable y muy dolorosa.
Si un gato siente dolor en la zona del trasero, no se dejará acariciar ni tocar esa zona o maullará si lo haces y puede mostrarse reacio a sentarse. Otras lesiones en la parte trasera de un gato, como las lesiones en la cola, la artritis y el dolor de espalda, pueden provocar síntomas similares.
Si crees que tu gato tiene dolor o alguna herida, siempre debes llevarlo a un veterinario lo antes posible para que le alivie el dolor y le dé el tratamiento adecuado. Los abscesos por mordedura de gato suelen requerir una limpieza exhaustiva bajo sedación y antibióticos para tratar la infección.
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Qué tener en cuenta alrededor del trasero de tu gato
Probablemente no quieras prestarle demasiada atención al trasero de tu gato, pero como hemos aprendido, puedes descubrir mucho sobre la salud de tu gato a partir del estado de su ano. Algunas cosas a las que debes prestar atención y que podrían indicar un problema en el trasero de tu gato son:
- Lamido excesivo
- Arrastra el trasero por el suelo
- Heces alrededor del ano o en el pelaje
- Enrojecimiento
- Hinchazón
- Picor
- Diarrea
- Constipación
Si crees que algo no está bien con el trasero o las heces de tu gato, es importante que hables con tu veterinario habitual y que revise a tu mascota.
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Reflexiones finales
Podemos aprender mucho sobre la salud de nuestro gato si prestamos atención a su trasero. Las heces pueden decirnos mucho sobre el funcionamiento del organismo de nuestro gato y su salud, así que la próxima vez que vaciemos la caja de arena, tal vez valga la pena observarlas más de cerca.
Los cambios en las heces pueden ser un síntoma de diversos problemas de salud. El lamido o el rascado excesivo pueden indicar un problema en las glándulas anales. Es importante que un veterinario examine a tu gato si crees que tiene dolor o le cuesta asearse adecuadamente.
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Preguntas frecuentes
¿Debo limpiarle el trasero a mi gato?
Los gatos son muy limpios y pasan mucho tiempo acicalándose. Algunos gatos pueden tener dificultades para acicalarse si tienen sobrepeso o artritis, por lo que podrían necesitar ayuda. Puedes cepillarles el pelaje o cortarles el pelo de la parte trasera para mantenerlos limpios. Nunca limpies el trasero de tu gato con productos para humanos, como toallitas húmedas para bebés; utiliza únicamente champús y toallitas diseñados para mascotas.